“Son necesarios los gestos, para reforzar la relación, tenemos que tener gestos”, dijo Fernando Alzueta, presidente de la Sociedad Rural de Bolívar, cuando un Marcos Pisano recién asumido como intendente interino intentaba acercarse a las entidades del campo luego de una larga “guerra fría” entre el municipio y el sector a partir de la 125 primero y luego desde 2011 cuando Bali Bucca llegó a Belgrano 11.
Y Pisano poco a poco ha dado gestos para fortalecer la relación y la confianza entre el municipio y el sector. Que falta mejorar los caminos rurales, es cierto; que estuvieron abandonados por años, también lo es; pero que se ha comenzado y se ha continuado con el trabajo en algunos sectores es una realidad. Posiblemente el año electoral haga que algunos vean menos de lo que deberían ver; pero ocurre siempre.
Los gestos que reclamaba Alzueta tenían que ver con la Comisión Vial, por ejemplo, que no sólo se creó sino que también ha compartido ya a esta altura varios asados con el intendente, cosa inimaginable antes de la llegada de Pisano al municipio. Sólo falta que sea la propia Comisión Vial la que decida quién debería ser el director del área, paso que todavía el intendente no dio y que quizás lo analice si tiene un nuevo mandato propio a partir de diciembre. De lo contrario será una decisión de otro, que deberá construir relaciones por su lado.
Cabe recordar los encontronazos de Bali Bucca y la Rural, las veces que Bali fue a la exposición sin invitación siendo concejal y se coló en el palco oficial, por ejemplo. Ya una vez intendente, iba a recorrer pero no aceptaba subir al palco, o iba al palco y no hablaba. Aquel corto y entrecortado discurso de Fernando “Pichu” Criado ante el hoy diputado nacional hace ya unos años fue una de las muestras de la difícil relación que había. Y el colmo de los colmos fue cuando en el último año de Bali intendente (2017) fue a la Rural a dar su discurso, llovió, lo dio adentro y tuvo algún entredicho con algunas de las mujeres que colaboran con la Rural. Tensión total.
Pocos meses después de aquel episodio, Pisano llegó al municipio con intenciones claras de cambiar las cosas, y si bien no había confianza porque se suponía que “Bali no lo iba a dejar”, la realidad es que Marcos logró un acercamiento impensado si tenemos en cuenta cuál era el punto de partida y cuán bajo tierra estaban las relaciones al inicio. Y si se recuerda también aquella acalorada sesión del Concejo Deliberante donde los productores fueron a quejarse por la Tasa Vial y terminaron a los manotazos con algunos concejales oficialistas, mucho peor.
Recientemente se firmó un convenio entre el CRUB y la Rural para que las prácticas de una de las carreras de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires se puedan hacer en las instalaciones de la Rural. En la última asamblea de la entidad ruralista Alzueta anunció los pasos que se han dado con el municipio para urbanizar las chacras de la Rural que están linderas a la planta urbana y que por años han sido un impedimento para el crecimiento de la ciudad hacia ese sector.
Una muestra más de entendimiento y buena relación dio Pisano el jueves, cuando asistió a la Nacional Angus de Otoño que tuvo lugar en el predio ruralista. En cualquier lugar ver a un intendente en este tipo de eventos es normal, en Bolívar fue anormal por varios años y fue Pisano quien emprolijó la cuestión.
Gestos ha habido muchos, de uno y otro lado, y no sólo con la Rural, también con la Cooperativa Agropecuaria y los emprendimientos inmobiliarios tanto en la prolongación 25 de Mayo como detrás de la cancha de Independiente donde todavía hay una planta de silos que pronto será historia. Y seguramente habrá más, porque la relación entre el intendente y el campo es normal, como siempre debió ser.
Angel Pesce
