De autoría de Facundo Gómez Romero, fue presentado el libro Memorias de cuero y barro, el viernes, en el auditorio de la biblioteca Rivadavia. Fue en el marco del proyecto de actividades conjuntas que han comenzado a desarrollar las bibliotecas populares de la ciudad y el Centro Regional Universitario.
El propio autor dice en la introducción del volumen que se trata de “un libro que cobija los colores y sabores del campo argentino. Arranca ‘trotiando’ por la misma ‘hueya’ que mis libros anteriores de cuentos criollos. La agradable sorpresa de este volumen de dieciséis relatos es que aquí publico uno escrito por Don Jorge, mi padre. (…) El resto refiere a mis consabidas temáticas, en donde se paladean con gusto a cuero y barro, las andanzas de gauchos e indios, de cautivas y fortineras, y en los que aparecen como al descuido nomás, personajes o hechos históricos tales como Juan Calfucurá, Rosas, el Fuerte Cruz de Guerra, o la llamada revolución de Los Libres del Sur”.
Facundo Gómez Romero es un arqueólogo azuleño que ha publicado varios libros de relatos criollos y anécdotas con epicentro en el campo argentino, en particular en el período 1880-1910, muy poco visitado por los historiadores, según afirmó el viernes durante la presentación, en la que estuvo acompañado por Gisela Holgado, bibliotecaria, quien le realizó preguntas para que contara acerca del proceso de construcción de su nuevo libro y de su contenido. En ese sentido, Gómez Romero puntualizó que su escritura apela a giros gauchescos sin proponérselo, y que por eso el recurso ‘suena’ natural a quien lee, no forzado. (Quizá haya incorporado esos modismos de escuchar a su padre, según analiza el propio autor).
Es un volumen que ‘cae’ en forma constante en Rosas, sin que se constituya en un panegírico del siempre polémico líder argentino.
“Despacito y al tanteo, empecé a escribir ficción. Hay que decir que me divierto como loco haciéndolo, mucho más que con los ásperos y fatigosos artículos científicos. Así, publiqué con éxito varios libros. Aunque las malas lenguas digan que muchos se venden por las exquisitas ilustraciones de mi primo Augusto Gómez Romero; en fin, ladran Sancho.
“No abandoné mi pasión por ensillar y salir a beberme los vientos de las Pampas, ahora acompañado por mi hija Salomé. En cuantito me ‘abajo’, me tomo unos mates, empuño el lápiz y escribo cosas, algunas como las que ahora mismo usted tiene entre sus manos”, cuenta en la solapa del libro.
Memorias de cuero y barro quedó a disposición de los interesados, disponible para ser adquirido tras el acto de presentación, y también permanecerá a disposición para su alquiler en las bibliotecas de la ciudad y la de Urdampilleta.
En la apertura del acto en el auditorio de la Rivadavia, que fue acompañado por allegados a Gómez Romero, estudiantes terciarios e interesados en general, Andrea Volpe, de la biblioteca del CRUB, explicó cómo están trabajando las bibliotecas bolivarenses en red y cuáles son sus proyectos y propósitos.
Chino Castro
