El lunes pasado estuvimos en diálogo con Ruben Reguero, promotor nacional de boxeo, quien desde hace dos años no organiza festivales de este deporte pero está siempre en contacto con todo lo último de esta disciplina. Reguero hizo referencia las épocas del muy buen boxeo en nuestra ciudad y de lo que marca el presente para esta disciplina.
¿Cómo ves el boxeo en Bolivar y en el orden nacional?
– En Bolívar ya hace 2 años que no veo boxeo, dado que me retiré de la organización de festivales, pero he notado que no han salido pibes en el boxeo local. Por lo que supe, de acuerdo a comentarios que recibí, en el último festival había sólo un púgil de nuestra ciudad.
Desde que falleció Daniel Varas se han visto muy pocos chicos; con Carreras comenzaron algunos a entrenar pero abandonaron… A mí me criticaban porque no realizaba muchos festivales pero ahora veo que se organizan muy pocos en Bolívar. Lo que pasa es que resulta muy difícil programar algo; si no se juntan entre todos, es imposible.
Hay cosas que deben corregirse, por ejemplo las equivalencias de los boxeadores; si a los chicos no se les trae un rival con campañas parecidas es malo para ellos y para el espectáculo.
En cuanto al orden nacional es lo mismo, subsiste gracias a la televisión. Todos los promotores del interior luchan con eso; si no se trabaja para el boxeo es difícil que este resurja.
Vimos una foto en Facebook de los festivales que se realizaron en Empleados en la época de oro de nuestro boxeo, ¿qué recuerdos tenés de aquellas veladas?
– Empleados resurgió en el boxeo a partir del ´75, cuando combatieron en forma profesional Horacio Cabral con Correa y el fallo fue sin decisión. A partir de entonces se trajeron muchos boxeadores de gran nivel, pero después se cayó. Lo que vi mal es que no hubo semillero. Hubo boxeadores como el “Ruso” Krenz, campeón argentino amateur y otros bolivarenses que dieron muy buenos espectáculos como Armando Codesal, Héctor López, Aníbal Gómez, pero como manifesté anteriormente no hubo semillero y sin eso es muy difícil resurgir.
¿En este tiempo que no has estado con el boxeo has tenido contactos con promotores de otras ciudades y de la televisión?
– Sí, estuve en diálogo con Brignone, un promotor que organiza festivales para la televisión, también me contacté con Tello. No hace mucho tiempo me llamó Brignone para realizar un festival televisado en Bolívar, pero intenté comunicarme con el intendente y no pude hacerlo. De todas maneras, pienso que en un futuro no muy lejano lo vamos a hacer porque tengo buena relación con Marcos Pisano.
¿Además del recuerdo de Empleados, vos estuviste con un grupo en el Social Park?
– Fue lo más grande que hubo, era un grupo muy grande… Estuvimos 10 años en el Social Park, de ahí salieron boxeadores como “Escopeta” Fernández, profesional, “Pili” Lucero, y muchos más: Daniel Varas, Carlos Ponce, por quien todos hicimos mucho y fue el único campeón argentino profesional Mini Mosca nacional que ha tenido Bolívar. Cuando combatió contra Medina, por el Campeonato Sudamericano, me invitó el promotor Mario Arano para que vaya, pero no puede ir. A Carlitos se le complicaba un poco para dar la categoría…
En el Social Park teníamos un lugar propio, que le alquilábamos a la familia Chorén, en la avenida 25 de Mayo. A propósito, quiero agradecer mucho a esta familia.
También hicimos festivales al aire libre, en la parte trasera del Teatro Coliseo. Hubo mucho colaboradores, Calac nos ayudó mucho, el gran forjador de boxeadores fue Luis Figueroa padre, y Daniel Varas fue otro gran colaborador. –en esa época surgieron muchos púgiles, como es el caso de Luisito Figueroa, Yedro y muchos más que hicieron que pudiésemos realizar muchos festivales.
En aquel entonces, los intendentes Simón y Erreca nos cedieron un lugar como gimnasio, ubicado en el primer piso de la Terminal de micros, y eso fue muy bueno para nosotros porque hubo una gran camada de chicos, e incluso en ese momento se hizo una escuela de boxeo en Urdampilleta, entre otras cosas.
¿Qué futuro le ves al “Chori” Coronel?
– No puedo opinar mucho porque no lo veo desde hace un tiempo, realizó 2 ó 3 peleas en Bolívar y Urdampilleta.
Gracias al intendente Marcos Pisano se hicieron festivales, se ve que tiene interés por el boxeo.
¿Los altos costos incidieron mucho para que nos se realizara mucho boxeo profesional en Bolívar?
– Hoy en día es muy difícil realizar espectáculos boxísticos. Cuando se hizo profesional el “Chori”, resultaba imposible hacer muchos festivales porque los costos eran tremendos. Si se juntan 5 ó 6 personas para organizar festivales y el intendente sigue dando apoyo, puede ser, pero hay que estar todos los días, no es fácil organizar un festival.
¿Tuviste contactos para llevar adelante alguna velada local?
– Sí, en su momento me llamó Pisano para estar en el armado de un nuevo club, pero no sé qué pasó ni porqué no realizaron festivales… Ocurre que en esa comisión hubo gente con la que que no anduve bien, por eso no me acerqué. Tuvieron el apoyo del intendente así que ya podrían haber tenido un gimnasio armado, pero lamentablemente no hicieron nada.
¿Qué boxeador argentino ves con chances de triunfar en el orden internacional?
– Lo veo muy bien a Brian Castaño, pero hay que tener en cuenta algo: tuvo que irse afuera para seguir progresando, no sé si fue porque no hay muchos boxeadores o falta de entrenadores en nuestro país.
¿Qué has visto bien de lo que ha hecho la FAB?
– Una de las cosas que he visto muy bien, por parte de la Federacion, es haber exigido que todos los entrenadores tengan título habilitante. Muy pocos lo tienen en la zona, excepto uno o dos, y a eso lo veo perfecto. También es positivo lo establecido en cuanto a los jurados. Por ejemplo, en 9 de Julio, cuando se realizó un festival, el árbitro, el fiscal y los jurados eran de otro lugar. Traer autoridades de otras ciudades es bueno para que los fallos sean más justos. De lo contrario, los jurados tienen que hacer un curso. Los fallos son muy discutidos; eso pasa acá y en todos lados, entonces sería importante que los jurados tengan conocimientos específicos. Algunos que destaqué en su oportunidad fueron Sánchez, Sarlo, Navarro. ..Es bueno que ellos se profesionalicen.
En una ocasión, cuando vinieron los uruguayos al Club Argentino, hubo un entrenador que hizo de jurado… Vos no podés ser juez y parte.
¿Podrás volver a realizar festivales de boxeo nuevamente?
– “Nano” Viola, desde la Direccion de Deportes, me llamo me llamó pero justo tuve que ir a Brasil. Después se paralizó toda la actividad, pero siempre estoy a disposición. He cumplido cuarenta años con el boxeo y como dije antes tuve malas y buenas, entre estas últimas recuerdo a Ferrario, de 9 de Julio, quien siempre se acuerda de mí y le estoy muy agradecido. En mi familia no quieren que vuelva a realizar esta clase de espectáculos, pero veremos qué pasa en el futuro.
¿Colaborás con los entrenadores o con algún boxeador?
– Sí, me llamaron para darle una mano a “Panterita” Rodríguez, de 9 de Julio y a Fernando Sayago, de Trenque Lauquen. Trataré de darles todos mis conocimientos para el futuro de la carrera boxística de ambos púgiles.
¿En estos momentos hay algún boxeoador profesional en Bolivar?
– Sí, Martín Torraco es profesional. Veremos qué ocurre con en él en el futuro y también con la chica Gómez; está un poco grande, pero si toma conciencia, puede ser…
Hubo gente que se porto muy bien con vos en Bolivar…
– El Club Empleados siempre me dio el apoyo para realizar festivales. Tengo que agradecerle mucho porque nunca tuve problemas con nadie de esa muy buena institución. También organizamos festivales en Independiente, cuyos dirigentes también se portaron muy bien. En el caso de entrenadores, tengo que resaltar a Germán Carreras, que fue un gran colaborador en todo el tiempo que estuvo conmigo.
¿Qué te dio el boxeo?
– El boxeo me dio sinsabores en este último tiempo, pero al comienzo fue muy bueno… El boxeo es mi vida, ojalá resurja en nuestra ciudad.
Hubo boxeadores profesionales en el tiempo que estuve como Fernández, Carrizo…
Afuera me ven muy bien. En 9 de Julio y Pigüé me aprecian mucho, en la primera de estas ciudades me entregaron un reconocimiento y en la segunda me invitaron a una cena a la que no pude concurrir pero siempre estoy en contacto con esa gente. Todas esas cosas me llenan de satisfacción, en cuarenta años se ve que siempre traté de hacer las cosas bien.
A.M.
