Ecuador es el país sudamericano que hoy sufre más el coronavirus. Con más de 4000 casos y una cifra de 457 muertos hasta ayer, la pandemia no da tregua, sobre todo en la provincia de Guayas.
Un momento tremendo el que se vive, con tensión en las calles y la sombra de que los casos sigan creciendo. Un país que cuenta con un bolivarense viviendo allí desde hace casi un año. Se trata de Juan Nicanor Alfonsín, quien es entrenador de fútbol y actualmente es el manager y DT del Mineros Sporting Club, equipo que milita actualmente en la Segunda División Profesional. “En estos momentos me encuentro en Guaranda, que es la capital de la provincia de Bolívar en el centro del país. Estoy a 2700 metros de altura y hoy (ayer) confirmaron que ya tenemos 27 casos en la provincia. 16 en Guaranda y los otros casos desparramados en las siete ciudades que componen la provincia. Ninguno en “Las Naves”, el lugar en donde estábamos el año pasado instalados. Eso corresponde a Costa, lugar que se encuentra a 60 metros sobre el nivel del mar. Es una situación dura, ya que Guayaquil no acató las órdenes y la provincia de Guayas contó con mucha gente que tuvo una irresponsabilidad personal. No creo que fue política, luego cuando está consumado el acto se endilga. Aquí se fue claro, se dijo que el mejor antídoto, que la mejor vacuna era estar 15 días aislado. Quienes la acatamos no hemos tenido problemas. Una situación difícil, que nos obliga a replantearnos muchas cosas, de cómo somos en la sociedad. Esto hace que se valoren muchas cosas, pequeños gestos y te das cuenta que en estos momentos somos todos iguales. Podes ser el más rico o el más pobre que estás en la misma situación, sólo con diferentes comodidades”, expresó Alfonsín sobre el hecho de que no se cumplieron con las recomendaciones en algunos lados y que las consecuencias se ven en el presente.
Con respecto a lo deportivo, el entrenador ya tenía todo preparado para el inicio de la temporada: “El equipo debutaba el torneo el 11 de abril. Lógicamente se postergó todo. Si Dios quiere y las medidas que dicte el Estado funcionen, se comenzará con la actividad el día 20. Si lo podemos lograr, el mayo haremos los entrenamientos correspondientes para arrancar el torneo el primer fin de semana de junio. Primero está el bienestar y la salud, por lo que esperemos que todo se desarrolle bien para que se puedan lograr esas fechas. Esto va a golpear mucho desde lo económico. El dueño del equipo realizó los pagos hasta el momento, pero entendemos de que si se está mucho tiempo parado, los inversionistas y los sponsors se retirar. Desde el 16 venimos trabajando en horario matutino y vespertino con los jugadores con rutinas que les entregamos para que las desarrollen en sus casas”.
Una experiencia de vida que obliga a los profesionales del deporte a modificar los estándares tradicionales y a innovar buscando resultados. “En lo personal sigo capacitándome. Puedo detectar algunas cosas que en la vorágine del día a día no te permiten prestarle mucha atención. Esta situación nos está haciendo crecer mucho como cuerpo técnico, porque empezamos a estar en detalles que antes no. Me quedó con el hecho de que hay que ir lento para avanzar y será una de las posturas que tomaremos cuando regresemos al trabajo. Al plantel le estamos inculcando eso”.
Para cerrar dejó una reflexión sobre el momento y dejó en claro que su responsabilidad en el equipo es total, al igual que su compromiso: “Al principio lo vimos como algo pasajero y no tomamos real dimensión de lo que pasaba hasta que pasó. En mí caso no puedo abandonar el lugar, ya que soy el principal responsable. Mi familia está bien, las chicas, mi padre y todo mi entorno. Me toca aguantar, me hace pensar mucho y reflexionar. Creo que no alcanza con los libros, la vida te enseña mucho más. En los 43 años que tengo me siento orgulloso porque todas las decisiones que tomé hasta ahora me dieron la razón”.
