Escribe: Milán Gerardo Pasucci Visic
Quiero dejarles hoy, una idea-fuerza o puede ser una idea-marco, para que entre muchos podamos darle más fuerza o incluir en ese marco otras ideas.
Consiste en plantar un árbol por cada nacimiento que ocurra en el pueblo. Se ha propuesto en otros municipios bonaerenses o foráneos, se implementa en las ciudades rionegrinas de Viedma y Bariloche.
En realidad son cuatro ideas, que una trae a la otra, porque la primera es plantar el árbol, y la segunda ver qué tipo de árbol plantar.
Mi idea -puede haber otras- es que hay que plantar citrus o frutales y la tercera sería como conseguirlos. La cuarta dónde plantarlos.
Propongo hacer germinar las semillas como lo hacíamos en la escuela primaria. Después veremos si se injertan o no. Y propongo que sea en las escuelas -públicas o privadas-, donde se pueda empezar a conseguir las futuras plantas de citrus; no descarto que algún vecino también lo haga. Tampoco descarto que aparezcan donantes de plantas ya formadas.
O, que el estado Municipal recoja este guante y comience a remontar el barrilete del vivero municipal.
Bien, ya tenemos las semillas -que nos quedan de la fruta que consumimos en casa- ya tenemos quien la haga germinar, y las haga crecer, y ahora propongo el lugar, que apunto a un lugar público.
El proyecto incluye también fabricar la tierra, el compost necesario para el caso de que no vayan a tierra directamente.
Como ejemplo una planta en cada punta de una plaza, a la vera de las vías del ferrocarril (son terrenos nacionales bajo jurisdicción nacional).
Se puede hacer en alguna o todas las localidades del partido, terrenos fiscales municipales o provinciales a determinar, en fin, lugar sobra, hasta se puede fomentar desde Parques y Jardines la colocación de frutales en las mismísimas veredas cada vez que se tengan que suplantar los centenarios fresnos o plátanos.
Y luego pienso en las hermosas ramblas de Bolívar, tan hermosas como tan caras son en mantenimiento. Cada rambla con una especie: la rambla de los limoneros, la de los naranjos, la de los pomelos, etc.
Los detractores de siempre opinarán que a la fruta se la van a robar. No sería un problema. Las frutas se comen, se consumen, ayudan a fortalecer defensas, casi que son la única defensa buena, junto con las verduras para no enfermarse en invierno. Irían al hospital empachados de fruta, pero no enfermos de gripe o covid-19. Casi seguro.
Se calcula que una planta de limones, cuidada en una casa de familia puede vivir más de 50 años. Que las hay de tres y cuatro estaciones y que pueden llegar a dar buena cantidad de producto, por decir una cifra, 100 kilos por año. Dato chequeado.
El limón particularmente y me detengo en él, además de todas la vitaminas que proporciona es antiséptico y desinfectante, casi nada.
No estoy inventando nada, ya en la antigua Roma la vid y su producido, la uva, jugaba un protagonismo importante en la vida de esa época.
Imagino esa producción como de libre consumo popular. Y si hay sobrante la Municipalidad por intermedio de su sector de Producción puede comercializarlo a modo de un comodity lugareño.
El cataclismo reinante a nivel alimentos en el mundo, no ha llegado a Bolívar. Si es sabido que se reparten bolsas de comida tanto vía Consejo Escolar como municipal y se informa que esa entrega va en aumento. A esa comida alguien la paga, o sea los ciudadanos y es tiempo de pensar en fabricar nuestra propia comida, porque cultivar nuestros propios productos es emitir nuestro propio dinero.
No pongan el grito en el cielo los negocios de frutería ya que nunca se podrá abastecer a la totalidad de la ciudadanía y un gran porcentaje seguirá consumiento frutas y verduras en el mercado.
Sé que estamos 50 años atrasados en esto de las frutas, pero sé también que tenemos 50 años por delante.
