Entre Gismonti, Spinetta, aprender y enseñar, el guitarrista Nahuel Morante navega esta larga cuarentena en la que su normalidad encaja tranqui.

¿Qué proyectos tuviste que abandonar o postergar por la cuarentena?

– Nos tomó de sorpresa a todos este período en el que hubo que aislarse. Yo estaba trabajando en varios proyectos: con un dúo de tangos, con Guitarra Adentro (formación de guitarristas de pueblos de la región que interpretan un repertorio académico), que planeábamos varias fechas, y con la Asociación Musical, que habíamos previsto un año que iba a dar que hablar.

¿No pudiste reformular ninguna de esas iniciativas?

– Con Guitarra Adentro la idea es seguir tocando, el proyecto continúa aunque ahora sea ‘para adentro’, perfeccionando obras y planificando el futuro en espera de que esto pase.

También das clases particulares, y con eso sí has podido continuar, por supuesto de manera virtual.

– Yo estaba dando clases en el DIAT, y nos propusimos continuar, así fuera en forma virtual. Por eso con varios alumnos y alumnas logramos mantener el contacto y así pudimos seguir adelante con el intercambio educativo bajo esta nueva modalidad.

Todo artista se alimenta de arte, de su ‘palo’ y de otros ‘palos’ también, es decir de literatura, música, cine. Y al tener que estar más en casa quizá dispongas de más tiempo para eso. ¿Qué has consumido estos meses?

– Creo que podría dividir la cuarentena en dos etapas: los primeros días me resultaron lindos para meterme en las cosas para las que antes no tenía tiempo, como sentarme a leer un libro de corrido o entrarle a un disco completo y sacarle réditos a una escucha atenta. O para ponerme con la guitarra, a ensayar y probar cosas, sin pensar tanto en el tiempo.

En la segunda etapa, cuando se vio que esto iba a extenderse, hubo que empezar a hacer otro tipo de actividades. Entonces pasó que me puse a cursar y retomé otras iniciativas que me fueron consumiendo ese tiempo que al principio parecía que sobraba y había que llenar con cosas que nunca hacemos.

Morante cursa el Profesorado de Educación Musical en el Conservatorio de Pehuajó. “Cambió la metodología, pero estoy haciendo todas las materias dentro de esta nueva normalidad”, puntualizó el promisorio guitarrista, que el año pasado estrenó un dúo de tango con la cantante Belén Palacios.

A 18 minutos del sol, disco de Luis Alberto Spinetta de 1977, y la biografía sobre Luis que Sergio Marchi publicó a fines del año pasado, son dos obras que le interesaron especialmente en estos meses tan especiales. También Frevo, disco del brasileño Egberto Gismonti. Escuchó ambos álbumes en sendos vinilos “que tuve la suerte de que me prestara” Mario ‘Chiqui’ Cuevas, el melómano por antonomasia de San Carlos de Bolívar. “Dos piezas alucinantes, que describen mundos maravillosos a los que entrar”, resaltó finalmente el guitarrista y formador.

Chino Castro

Pandemia: “Es una suerte
tener un gobierno que se ocupa”

Más allá de las complicaciones que acarrea, a vos en lo personal y en general, ¿estás a favor de que se prolongue la cuarentena, considerás que es la medida que hay que tomar?

– Totalmente. Sé que yo soy un privilegiado porque puedo seguir trabajando desde casa, tengo trabajo y además puedo estudiar, mientras que a nivel país la situación es complicada, y cada caso de contagio por covid en sí mismo reviste su particularidad y su gravedad. Pero seguirnos cuidando es lo mejor que podemos hacer. Más allá de que cada caso debe ser analizado en su singularidad, porque no es lo mismo La Matanza que Bolívar. Cuidarnos es lo central para volver con más fuerza.

Por otra parte, considero una suerte que tengamos un gobierno que se está ocupando del tema y tratando de tomar las mejores medidas. Vemos lo que pasa en Brasil, Chile o Estados Unidos, donde han menospreciado la pandemia y sus resultados están a la vista.