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viernes, 29 de marzo de 2024
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Mujeres y medios: en busca de la paridad

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Desde hace unos años, el Banco Credicoop propone charlas en el marco de una circular de esa organización, con el objetivo de que circulen hacia el interior de Banco y hacia las comunidades en las que está inserta esa entidad, los sentidos que impregnan el movimiento cooperativo.

En ese marco, he sido invitada en varias oportunidades durante estos años a conversar con diferentes públicos, en ciudades del interior de la provincia y también en La Pampa. La autoreferencia viene a cuento porque en casi todos los conversatorios que propusimos, uno de los temas era los medios de comunicación en relación a la temática de géneros, siempre desde la perspectiva feminista. Y cada caso presentaba datos que daban cuenta del desigual reparto en los lugares estratégicos o jerárquicos y de la participación de las mujeres en los medios masivos como factores de construcción de sentidos.

Hay observatorios y colectivos de mujeres que vienen trabajando el tema como Latfem o Ahora que si nos ven, (que también han sido citados en mis columnas para este medio) que vienen visibilizando las desigualdades entre hombres y mujeres en todos los ámbitos. También en la participación en los medios de comunicación tradicionales.

Ahora se está pensando en una ley de paridad de género que buscar equiparar la representatividad de mujeres que regiría en los medios públicos, en línea con otras medidas de contemplación del cupo de mujeres como en las organizaciones de festivales de música, por ejemplo, que fue iniciativa de la colectiva de mujeres músicas.

Ante la contundencia de los datos: el 78 por ciento de las empresas de medios está dirigida por varones; el 30 por ciento de las personas que trabajan en empresas periodísticas son mujeres, a pesar de que son el 64 por ciento de quienes estudian comunicación. Hay empresas que están dirigidas por hombres que no tienen estudios en comunicación, decidiendo o ejerciendo jefaturas sobre el trabajo de mujeres que sí son especialistas.

Dice al respecto la ONU Mujeres, que es la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres: “La participación plena y equitativa de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad es un derecho humano fundamental. Sin embargo, en todo el mundo, las mujeres y las niñas están considerablemente subrepresentadas: desde la política y el entretenimiento, hasta los lugares de trabajo”.

La Organización destaca que la mayoría de los relevamientos indica que la mayoría de los casos los puestos de Dirección siguen estando a cargo de varones. Cuando la periodista Ana Pardo de Vera se hizo cargo de la dirección del diario Público.es, de España, fue toda una novedad. Lo mismo ocurrió cuando la periodista Nora Veiras asumió como directora periodística de Página 12. O, cuando hace poco tiempo en Clarín se decidió nombrar a Mariana Iglesias como editora de Género o las jefaturas de Bernarda Llorente en Telam y Rosario Lufrano en la TV Pública. Fueron noticia.

En la parte técnica de los medios también hay desigualdad y reparto de roles de acuerdo a si se es varón o mujer. Hombres: cámaras, dirección y edición, mujeres: maquilladoras y vestuaristas, es un clásico, a pesar de que el talento y el interés por las diferentes instancias de cualquier realización, no son de carácter natural.

Por eso es que en estos días, tan visible que se está haciendo la cuestión de la desigualdad de género, hay iniciativas legislativas y de organizaciones de la sociedad, tendientes a dar cuenta de esas asimetrías y a ir por un grado de igualdad.

Por un lado un lado el proyecto de la senadora Norma Durango, quien trabajó junto al colectivo de Periodistas Argentinas (en marzo presentaron un informe ante lxs legisladorxs), que tiene que ver con lograr la paridad de género en los medios públicos; por otro lado, encuentros y foros que se vienen llevando adelante desde movimientos sociales y colectivos feministas y LGBTI. En este último caso, también hay una iniciativa que tiene que ver con lograr la participación del colectivo trans en los medios.

En principio es la discusión sobre la participación y la paridad, pero la pelea de fondo tiene que ser la cualidad de esa representación de las mujeres en los medios. Y otra vez traigo a la conversación las charlas que el Credicoop me invita a dar en distintas ciudades, donde pregunto: ¿Cuántas mujeres gordas, morochas o negras, con arrugas, ven ustedes en los medios de comunicación masivos al frente -sobre todo- de programas de televisión? ¿Cuántas con discapacidades físicas? ¿Cuántas de las caras visibles provienen de los sectores vulnerados socialmente? ¿Qué tan representados están los modelos no hegemónicos, en los medios de comunicación?

Las preguntas pueden ser muchas más y pueden/deben ser conversadas por toda la sociedad, sorteando, si fuera posible, las conveniencias político-partidarias, los oportunismos evidentes y los aprovechamientos circunstanciales. Debe ser un tema de la sociedad toda, no de un sector, porque las consecuencias de las desigualdades son permanentes y no vale seguir jugando a que somos niñxs, por cuyos derechos pelean lxs adultxs. Como sociedad somos grandes. La conversación es imprescindible para demostrarlo.

Daniela Roldán

 

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