Con motivo de celebrarse hoy el Día del Abogado, y viendo que en Bolívar los que ostentan el título superan ampliamente el centenar, les pedimos una reflexión a varios de ellos sobre este día, sobre la profesión, sobre su elección a la hora de decidirse a estudiar esta carrera que por años también se pudo cursar en el Centro Regional Universitario local.
Muchos de ellos nos dieron su opinión, aquí sus reflexiones, sus historias, algunas más conocidas que otras.
Claudia Orsetti
“Decidí estudiar abogacía a instancias de la inolvidable Quela Garmendia de Noseda, quien fuere mi profesora de derecho en la escuela secundaria. Ella no me veía entablillando la patita del canario de la señora con muchas pulseras, frase que utilizaba cuando yo argumentaba que no me gustaba su materia y que pensaba estudiar veterinaria.
“Trabajar de abogado es una tarea quijotesca en el cabal sentido de la expresión. Es un trabajo noble y , a mi entender, se debe poner el foco en que el real sujeto de nuestra tarea es una PERSONA, quien no sólo tiene un problema concreto desde el punto de vista legal, sino que también se ve afectado en su humanidad por el conflicto.
“Nuestra tarea siempre se ha visto atravesada por la burocracia, pero en la actualidad, -y debido a la pandemia-, los obstáculos se han multiplicado, según mi modesto punto de vista. Para muchos resulta práctico que numerosas tareas se puedan hacer on line, y reconozco que, ciertamente, hay aspectos positivos en ello. Sin embargo, advierto una especie de “deshumanización”, consecuencia de que el juez no tiene inmediatez con las personas involucradas en un conflicto, ya que las audiencias se están celebrando mediante video conferencias, modo este que nos evita viajar, es cierto, pero a su vez genera una mirada distante y poco objetiva, que va en detrimento de los justiciables.
“Hago votos por el pronto restablecimiento de la normalidad, y que nuevamente podamos ir al Juzgado de Paz de siempre, de puertas abiertas, a ver nuestros expedientes, tener la charla amable habitual con los empleados, intercambiar ideas y saludos con los colegas, y no me atrevo a decir “vivir la profesión como antaño”, porque considero que ya nada volverá a ser igual, pero me ilusiona que lo HUMANO siga primando en el ámbito del derecho, y que sea el norte de todos los que ejercemos la quijotesca profesión”.
“UN AFECTUOSO SALUDO PARA TODOS”.
María Celia Gómez Olivera
“En esta noble profesión, cuando uno resuelve un problema no sólo está prestando un servicio, está también mejorando la vida de otro ser humano.
“FELIZ DIA para todos los colegas”.
Sabina Asencio
“El ejercicio de la profesión enfrenta en estos tiempos muchos desafíos, como la abrupta pero necesaria digitalización, de la que nos estamos adaptando. Sumado a ello la cantidad de jóvenes profesionales recibidos de abogados queriendo ser letrados, buscando un lugar.
“Hoy en día ser abogado no es solamente saber sobre leyes y tener una ardua experiencia, es también saber escuchar a los clientes y dar el consejo sano según la ley.
“Feliz día a todos los colegas, para que pensemos en que cada día debemos enaltecer nuestra profesión, en obsequio a una recta, independiente y justa administración de justicia”.
María Eugenia Borio
“La reflexión para este día que nos homenajea es que tratemos cada colega de obrar y defender nuestros derechos como abogados, respetándonos entre nosotros que es la única manera de enaltecer nuestra profesión.
“Siempre de chica decía que quería ser abogada, no tuve un referente a seguir pero siempre quise ser abogada. A veces me molestaban algunas injusticias y creo que por ahí apunta un poco a lo que elegí como profesipon.
“Actualmente en Bolívar tenemos una gran cantidad de colegas, lo que hace que haya mucha oferta; pero todos en mayor o menor medida estamos trabajando y tenemos una linda relación más allá de los avatares propios de la profesión, tratamos de respetarnos”.
Gustavo Morales
“Es penoso no poder festejar el día por el contexto que estamos viviendo, siempre lo hacemos con varios colegas con los que tenemos mucha afinidad. Corresponde hacer las cosas como indica el protocolo en virtud de que se trata de una cuestión de salud y no sólo por uno sino también por el resto.
“Llegué de grande a abrazar esta profesión, fue por insistencia de mi actual pareja, que fue la que me llevó y me empujó continuamente para que empezara, y una vez que comencé lo disfruté de otra manera y ya no hizo falta empujarme porque era un placer.
“La profesión hoy en Bolívar, como todas las liberales, y haciendo alusión a alguien muy allegado, que dice que la abogacía es la profesión más liberal de todas las profesiones liberales. Con la cantidad de abogados que tenemos hoy en la ciudad, como reflexión vaya que se han perdido muchos códigos y es una lástima que así ocurra, deberíamos ser más corporativos y trabajar en conjunto; pero muchas veces no se logra.
“Particularmente tengo un lindo grupo de colegas, a los que les mando un abrazo grande en este día, tal vez no podamos festejar como se merece; pero vamos a seguir transitando este camino”.
Amilcar Feoli
“Desde adolescente ya sabía que quería ser abogado, después por azar de la vida, a los 22 años, faltándome 6 materias para recibirme abandoné la carrera, lo cual en su momento fue una locura. Luego hice el click, rendí las seis materias y por suerte hace cinco años que estoy ejerciendo la profesión, que para mí han sido los mejores cinco años de mi vida.
“Hoy Bolívar no escapa a la realidad del país, y acá está sumamente acentuada. Esta es una profesión que le puede aportar mucho a la actualidad de la ciudad, porque nos da muchas herramientas y haciendo las cosas correctamente se le puede proveer de respuestas a la sociedad bolivarense”.
Jorge Moroni
“Decidí ir a la escuela de derecho estando en 1983 en la Escuela de Aviación Militar estudiando para ser piloto de combate. Decidí dejar las Fuerzas Armadas y dedicarme al derecho, no recuerdo por qué, sólo me acuerdo que me quería ir de la Escuela de Aviación Militar de Córdoba.
“Hace 29 años que ejerzo el derecho, la abogacía es una profesión que si bien ha sido objeto de muchísimas denostaciones y chistes, la realidad es que los abogados existen por el poco apego de las personas a cumplir con las leyes y ahí es donde los abogados sale a abogar por los derechos de sus clientes. Creo que más que una ciencia, los abogados somos operadores jurídicos, operadores del derecho.
“Este es un punto de quiebre en la profesión, yo que soy de los abogados de la vieja guardia veo que esto del expediente digital que surgió a partir del Covid-19 ha avanzado en 5 meses lo que debió avanzar en 10 años, hoy por hoy manejamos todo desde nuestros estudios de modo telemático, digital, con lo cual a un abogado de pasillo de muchos años como soy yo me han cambiado mucho las cosas; pero hay que aggiornarse.
“Es una profesión que me gusta porque es muy libre, me permite hacer todo lo que quiera además de trabajar, la abogacía es un trabajo, yo trabajo de abogado, no soy abogado, soy una persona a la cual le gusta tocar rock and roll con los amigos los fines de semana y trabajo de abogado. Es un trabajo igual que cualquiera y siempre es mejor hacerlo bien que hacerlo mal”.
Franco Canepare
“El Día del Abogado, en conmemoración al natalicio de quien fuera el autor intelectual de nuestra Constitución Nacional, en lo personal me genera un fuerte compromiso con lo público.
“No concibo el ejercicio de esta profesión alejada de los intereses colectivos, siento que es allí donde los conocimientos adquiridos, la formación personal y la experiencia acumulada hace fecunda nuestra profesión y nuestra vida.
“Sin lugar a dudas, mi vocación por la política, mi joven militancia y el interés por las problemáticas de mi ciudad y su gente, han sido algunas de las razones que me llevaron a elegir esta fascinante profesión, que hoy luego de 10 años de ejercicio, la vuelvo a elegir cada día.
“Es cierto que intelectual y profesionalmente aun me queda un largo camino por recorrer, que espero transitar a la altura de las expectativas de quienes me han formado y siguen haciéndolo, contando con la ayuda de Dios, de mi familia y amigos.
“¡¡A todos los colegas de mi ciudad les deseo un muy Feliz Día!!”.
Miguel Zuccarino
“Me fui a estudiar derecho porque tenía la idea de seguir los pasos políticos de mi viejo, estudié abogacía para prepararme, pensando que la profesión de abogado me daría una mejor plataforma para hacer una carrera política. Al final resultó que no era tan así, dejé las ideas políticas de lado y me dediqué a ejercer la profesión.
“Soy la primera generación de abogados, uno de mis abuelos estudió derecho pero por diferentes motivos nunca llegó a recibirse, así que soy el primero en la familia, no sé qué irá a pasar más adelante con mis hijos.
“En estos momentos pandemias ejercer la profesión requiere del ejercicio de la paciencia, hay mucha frustración porque es muy difícil darle respuesta a la gente con la cuasi paralización de la actividad judicial, ahora está medio normalizado; pero fue muy complicado sobre todo para los que vivimos de la profesión liberal, que no tenemos ningún ingreso fijo. Estos momentos sirven también para reafirmar la vocación, dedicarse más y si somos inteligentes aprovechar a estudiar cosas que siempre quedan pendientes, porque la profesión va mutando, se va enriqueciendo y complejizando permanentemente”.
