La familia Severo, del cabaña “Marilauce” de Henderson, históricamente dio remates de porcinos en la Sociedad Rural de Bolívar. Era normal que durante dos veces al año los compradores de porcinos de la provincia de Buenos Aires y alrededores se dieran una vuelta por esta ciudad a comprar esos animales.
Pero hace algunos años la salud de Atilio Severo (hijo del fundador de la cabaña) flaqueó y como su hijo Leonardo todavía estaba estudiando veterinaria, se interrumpieron las subastas de porcinos de la cabaña y la producción, incluso de bobinos Aberdeen Angus, se vio disminuida.
La vuelta de Leonardo ya con el título bajo el brazo hizo que la producción volviera a recuperarse, con Atilio ya como asesor más que como productor y cabañero; pero trasladándole a su hijo los conocimientos del negocio y de la crianza de animales que heredó de su padre.
Desde hace algunos años ya que volvieron a darse los remates en Bolívar (dos al año); aunque ahora con un calendario más ajustado ya que antes de retirarse estaban las dos subastas de “San Vicente” y “La Fe”, y ahora se ha sumado la de la familia Mendoza, que también tiene como consignataria a Ferias del Centro, quien históricamente condujo los remates de Severo y lo sigue haciendo.
El remate que se realizó ayer al mediodía en la Sociedad Rural era una incógnita, sobre todo porque las últimas subastas de cerdos que hubo no habín tenido los mejores resultados, ni en precio ni en cantidad de animales vendidos.
Pero la aparición de problemas sanitarios en China hizo que la carne Argentina vuelva a ser una de las primeras tenidas en cuenta ante el faltante y el ánimo cambió en la última semana, justo antes de este remate.
Y ayer hubo compradores de muchos lugares, muchas manos levantadas que le hicieron fácil el trabajo a César Diez, quien con sapienza y agilidad colocó los poco más de 100 reproductores entre machos y hembras que salieron a venta.
Entre el público se los pudo ver a Mendoza y a Vicente, dos cabañeros que también tienen remate en la Rural cada año, observando los detalles de la subasta.
Los cabañeros quedaron más que conformes, la consignataria también y el público se llevó los animales con la genética de siempre, la reconocida que por años ha “sembrado” Marilauce por todo el territorio bonaerense con sus animales (Ampliaremos).
