Por el Dr. Felipe Martínez Pérez.
Hace varios meses, es decir desde que entró a la palestra el señor presidente que son exactamente siete meses, y suma mucho tiempo, y más cuando hay un pueblo que no admite más juegos de manos, y en consecuencia, el pescado continúa sin vender; y donde se descuide se le va a podrir y otra vez tendremos que quitar el olor los mismos de siempre. Pues ya por aquellos tiempos escribía que si se dejan cesantes a miles de personas que habían asaltado el Estado, porque en realidad estaban mal puestos y ninguno tuvo reparos al tomarlos, pues a pesar de ello, no está de más proporcionar puestos de trabajo que al día de hoy creo no se ha dado uno solo. Ni para ellos ni para los otros. Que sería lo lógico porque si bien aquellos puestos y quienes los tenían, pecadores a coro, que a su vez formaban parte de la bomba de relojería puesta para que todo explote al llegar los otros, que son los actuales, y que suponía y continúa, que explotara el Estado.
Y sin embargo, ya para aquellos tiempos escribía que había que proporcionar puestos de trabajo para estos que quedan en la vía, aunque también es cierto que algunos, quedan muy por encima de la vía y Milei que yo sepa no ha tocado a ninguno. Tampoco ha tocado la vía, ni las vías. Y ello forma parte de que a esta altura, ni trenes ni carreteras ni asfalto ni rutas ni fábricas ni nada. Y de la era Milei van siete meses que no se trabaja en lo que debe trabajar. Al menos en lo prometido y supongo que como buen economista, espero, sabrá que lo prometido es deuda. Pero lo cierto es que nada se ha hecho ni se está haciendo y no veo que estén por hacer. Me dirán que se están echando las bases, para emular a quien, digan lo que digan, y al paso que van, no van a emular.
Ni está a su altura, pues son de vuelo corto, de galinácea. Ni un puesto de trabajo, salvo los que ahora sirven para los ganadores. Por el momento pocos. También he escrito porque me llama la atención que dónde están todos aquellos amigos de Milei que aparecían en las fotos, y que eran todos empresario de marca mayor, y sin embargo, no se los ve, o no le tienen confianza o era de mentirijillas o no se mueven hasta que no estén los dólares; que a todos les está causando dolores de cabeza menos a los que los hacen a través del Estado. O sea, es un negocio transversal. Hace rato que deberían.
estar haciendo negocios con la empresa y el trabajo; y el trabajo de transformar Argentina o hacerla prácticamente toda, pues nada hay salvo el campo; y porque no lo han podido romper, porque es privado, y porque ellos, los políticos singularmente los enriquecidos a través del Estado, compran campos. Nunca les da por construir fábricas. Peor todavía que ni bien les viene dinero al bolsillo siempre compran campo pero no, unas hectáreas para andar de chacareros, sino miles y miles, y en silencio se convierten en estancieros de pacotilla; pero estancieros y sin haber leído a Benito Lynch, no saben lo que dice de ellos.
Yo tengo miedo que tanto ayudar al señor presidente y tanto hacerle caso en esta larga y poco dulce espera, que cuando se llegue a un final no sea feliz para las capas medias, que en definitiva, son las que lo han llevado al poder; y él, con ese poder se vaya tras los que hemos echado; y sean otra vez. Que por algo se empieza, al menos ya ha roto con la novia, es de esperar no se equivoque la próxima vez, porque ahí si me da miedo. De todas maneras algo no huele bien y solo falta que echar a toda esta gente que es facilísimo sirva para cortar por lo más delgado; y no se toque a nadie de los que se estaba tocando y que habría que continuar tocando. Y muchos más. Demasiado tiempo y pocas cosas positivas para tanto tiempo. Porque es llamativo que ni cárceles ni jueces. Va ya una trayectoria de siete meses pero ningún camino conduce a la justicia. Es llamativo, porque antes venía de otra manera. O sea, que nos íbamos a comer a los malos, pero hoy los buenos, parece vienen a salvar a los malos.
Y sobre llovido mojado y hasta inundado. No solamente está el dengue sino que Argentina es el único país de la zona que ha hecho poco y nada contra el Chagas siempre endémico, y eso que fue allá lejos, de los primeros en poner manos a la obra para erradicarla. Más todavía El Dr. Mauricio Rosenbaum por los sesenta, o sea, setenta años atrás, descubre los famosos hemibloqueos cardíacos producidos por la vinchuca, a nivel mundial y empieza a usarse el medicamento necesario. En suma que todos los insectos a la orden de los malos, y lo digo así, porque evidentemente no quieren ser buenos; ninguno. Que se dice pronto. Que la Argentina tenga una medicina fuera de serie, que tenga tres premios Nobel en ella, y que hayan sido incapaces los políticos de matar la vinchuca y un mosquito. Da vergüenza y te ponen la vacuna como la panacea y son incapaces de matar un mosquito. Dan asco. Años y años todos comiendo de arriba y buena parte de ellos asaltando el estado y no sirvan ni para matar un insecto. Hay que quitar el agua estancada y producir drenajes donde son necesarios, y sobre todo tomar millones y millones de mosquitos esterilizarlos y largarlos al campo. Y ya está. Son felices pero no tienen crías. ¡Qué difícil! Al parecer es más fácil producir una vacuna que da dinero.
