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El escritor Leonardo Oyola charlará de su obra y de literatura

En agosto, en La Cultural.

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El escritor Leonardo Oyola visitará Bolívar por primera vez, para una charla abierta sobre literatura y en particular sobre su producción, convocado por la biblioteca La Cultural, que organizará su conversatorio del viernes 23 de agosto.

El vínculo surgió en 2023. Oyola participó ese año del Encuentro de bibliotecarios de Chapmalal junto a Marie Gouiric. Allí estuvo presente también Gisela Holgado, bibliotecaria de La Cultural, y en ese marco se estableció el primer contacto entre ellos. Una temporada después, Holgado y la gente de la biblioteca local volvieron a encontrarse con Oyola, esta vez en la Feria del Libro que se llevó a cabo en mayo en CABA.

El artista es el seleccionador de la colección Identidades Bonaerenses, que distribuye libros entre las bibliotecas de la provincia. “Yo hice el chiste de ‘a ver cuándo vienen a Bolívar (junto a Marie), y él rápidamente me retrucó un ‘dale, voy’”, recordó Holgado ayer en declaraciones a este diario. De tal modo, el camino quedó allanado para la primera vez entre nosotros del discípulo artístico de Alberto Laiseca.

Todo se concretó a través del teléfono, a la vieja usanza: Oyola no usa redes sociales, por lo que no es alguien fácil de contactar hoy, señaló Gisela sobre cómo se tramó el encuentro.

La consigna será presentar la obra del autor y charlar con él, sobre lo suyo y de literatura en general. La entrada será abierta, y de carácter gratuito. No está definido el horario, quizá sea a las 19. Como moderadora/presentadora, ha sido convocada la comunicadora social Daniela Roldán.

Ternura mata salvajismo

Leonardo Oyola (50 años; nació el 9 de julio de 1973) realizó talleres de escritura con Alberto Laiseca, que se convertiría en su padrino artístico. “Se crió en Isidro Casanova, en un barrio de paraguayos, bastante marginal, y su literatura está recontra nutrida de esa marginalidad, con una ternura que lo diferencia de otros autores. No está el foco suyo en lo bélico, ni en lo salvaje, sino en lo contrario. Tampoco romantiza esos ámbitos al estilo de las series de Pol-ka; tiene una mirada diferente, bien desde adentro de esos barrios, mucho más humana y, para mí, más linda”, describió Holgado.

Sus libros no son ensayos, sino ficciones, aclaró la encargada de la biblioteca La Cultural. Su primer volumen es Siete & el tigre harapiento, de 2005. En 2010 vio la luz Sacrificio (una novela), que se continúa en Santería, de cuatro años después. La protagonista es una bruja, o curandera, que hace ‘trabajos’. Otro de sus libros, en este caso de cuentos autobiográficos, es Nunca corrí siempre cobré.

También escribió otro titulado Hacé que la noche venga. Es autor de nueve obras, la última de los cuales es Ultratumba, de 2020. Alcanzó su consagración en el mundo de las letras con Kriptonita (2011), que fue llevado al cine algún tiempo después con protagónico de Diego Capussoto. Para los que gusten ir ‘entrando en clima’, en la biblioteca de La Cultural hay varios libros de Oyola disponibles para su lectura por parte de los socios y socias.

Gente que sí, entre tantos no

En un año singularmente difícil, la comisión de la entidad -trabaja ad honórem con excepción de la bibliotecaria-, que preside Raúl Chillón, junto a colaboradores se han propuesto sostener el volumen de actividad de La Cultural, un desafío interesante si se atiende que durante el 2023 la institución hizo muchísimo.

Así es que “nuestra intención es mantener activas la galería de arte, las exposiciones, las presentaciones de libros, porque necesitamos de este espacio de encuentro e intercambio”, resumió Holgado.

Todo, sustentado en un sólido vínculo con la comunidad. En un tiempo de aguda crisis para las instituciones y espacios culturales en general, y las bibliotecas populares en particular, la relación entre la población local y esta entidad luce más saludable que nunca.

Una paradoja, porque en ese factor no se expresa la crisis, o todo lo contrario: la vecindad está cooperando, justo cuando más se la necesita. “Son varias cuestiones que confluyen en ese fenómeno”, analizó Gisela: “Primero, que el año pasado se hizo un laburazo: se desarrolló un gran trabajo, junto a la comunidad, que nos acompañó de todos lados, se acercó siempre, pedía el espacio y lo ha seguido haciendo, y no queremos perder eso porque justamente marca que el público se apropió del lugar, y eso es esencialmente lo que nos interesa y moviliza. Se han vinculado artistas, se ha ido gestando un movimiento muy lindo e interesante a través de la Galería”.

Luego, de modo determinante incide otra cuestión, “que venimos charlando con colegas de otras bibliotecas”, incluso escolares, agregó la trabajadora: “Como la crisis económica golpea, y golpea duro, los precios de los libros resultan inalcanzables. Quizá por eso la gente en algún momento dice ‘apago la tele’, porque se torna irrespirable, ‘y me ‘encierro’ un rato en un libro’.

Desde esa perspectiva, te podés llevar de una biblio cuatro obras recién salidas, a un precio que podés pagar, y eso te rescata de la asfixia de la tele” y los medios tecnológicos en general, puntualizó Holgado.

Finalmente, también se está dando que muchos padres -o abuelos- llevan a sus pibes a leer a una biblioteca, un microfenómeno que se registra en entidades culturales del país, y que se advierte en la casa cultural con sede en avenida San Martín, completó la bibliotecaria.

Chino Castro

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