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sábado, 27 de abril de 2024
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San Carlos de Bolívar

Jorge Campos recordó los episodios del 7M y analiza a la distancia aquellos hechos

A un año de la rebelión en la Cooperativa.

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Un año atrás, en marzo de 2023, con la Línea 132 aún en veremos y un comienzo del tercer mes del año con cortes no programados muy repetitivos, se produjo una movilización popular hacia la Cooperativa Eléctrica –muchos aseguran que fogoneada políticamente- para pedir la cabeza de quien es todavía el vicepresidente de la institución: Jorge Orlando Campos.

La historia es conocida, la gente marchó hasta la esquina de Av. 25 de Mayo y Edison, pidieron hablar con las autoridades y les abrieron las puertas para parlamentar. Grave error, la muchedumbre tomó el lugar, increpó a miembros del Consejo de Administración y asesores, y apuntó directamente a Campos, quien en redes sociales había subido el perfil, aún más que antes de llegar al poder.

Aquella noche Campos presentó la renuncia, mostró el papel en el que dimitía, y eso provocó la desconcentración del público, que para la gente de la Cooperativa lo hizo desordenadamente y causando desmanes, y para quienes encabezaron la manifestación “el escenario de todo revuelto se armó cuando nos fuimos”. Con esas posturas encontradas, y con la renuncia de Campos, pareció descomprimirse la situación.

Se nadó en aguas mucho más calmas a partir de ese momento y como todo, cuando no hay un seguimiento de cerca y el tema se enfría, nadie sabía si finalmente le habían aceptado la renuncia o no a Campos. Debía tratarla el Consejo de Administración, el cual Campos hizo llegar al poder, y era casi un hecho que no se la iban a aceptar, porque Jorge Orlando es la bandera de ese grupo.

Muy por arriba, un tiempo después, se dijo que el Consejo no le había aceptado la renuncia; pero ya entrábamos en el invierno, ya las temperaturas no iban a provocar cortes de energía y aquel apagón general que fue el que detonó la renuncia de campos tras la manifestación hizo que las autoridades municipales apuraran la terminación de la 132 y que dijeran “para agosto estará terminada y funcionando”.

Pasó mucha agua bajo el puente de aquellos episodios hasta hoy, a la distancia, a más de un año de todo aquel alboroto, Jorge Orlando Campos recuerda y repasa los episodios que se fueron concatenando hasta llegar a su renuncia luego no aceptada, y es por eso que aún hoy sigue como vicepresidente de la Cooperativa Eléctrica.

Hace un año pasaste uno de los peores días de tu vida, con aquella movilización que pareció armada políticamente…

– Mirándolo hoy, todo tiene que ver con todo, en los años electorales ese tipo de manifestaciones se dan, y creo que es una de las cosas que la política debería cambiar, porque en todo esto el que termina perjudicado es el vecino. Uno en la vida a tenido golpes y golpes duros, en lo laboral también; pero esto era totalmente distinto e injusto, que es lo que más duele, fueron muy a las raíces, muy al fondo, con amenazas contra la familia y momentos horribles como los que le tocó pasar a mi hija en el colegio. Es ahí donde te llega hasta lo más profundo, se lo dije a los chicos del Consejo una vez que no me aceptaron la renuncia.

Esa renuncia fue para descomprimir el momento…

– Fue totalmente bajo presión. Ninguno quería que yo presentara la renuncia, Luz Piro estaba trabajando en Henderson y por mensaje me decía “no te vas”; pero yo evaluaba que lo conveniente era eso porque la cabeza que habían ido a buscar era la mía, después pidieron la cabeza de todos, empezaron a generar daños en el interior de la institución, cosas que no pueden pasar porque el delito de ´daño in fraganti” es detenible en cualquier momento. Había que tratar de descomprimir urgente porque por momento no sabía en qué podía terminar, la verdad.

¿Fue un error dejarlos entrar? Javier Rodríguez ante las manifestaciones pedía que ingresaran dos o tres y parlamentaba sólo con ellos…

– A Javier siempre le decía que me peleaba con él porque era el único que ponía la cara. El Consejo anterior tenía más política, más conocimiento que el nuestro, además habíamos predicado mucho con tener una Cooperativa de puertas abiertas, y salimos y abrimos las puertas; pero estaba la orden y el fogoneo de tomarla enseguida y no nos dieron tiempo a nada, en dos segundos teníamos 200 ó 300 personas adentro, abrimos las puertas y nos recibieron a palos, a huevazos y a insultos. Analizándolo hoy fue un error haber abierto las puertas; pero está bueno que haya pasado eso porque lo que no mata, fortalece, y a partir de ese 7 de marzo fueron 15 ó 20 días muy duros, con muchas reuniones fuera de Bolívar, en quintas, evaluando los pasos a seguir, con la tranquilidad de que nosotros sabíamos que estábamos haciendo las cosas bien; nosotros sabíamos por qué se cortaba la luz, y a partir de octubre con la 132 quedó demostrado que la Cooperativa no tenía responsabilidades de lo que estaba pasando.

Y las redes sociales te jugaron mucho en contra, terminó febrero y publicaste algo así como “años que no teníamos un febrero sin cortes”, y llegó marzo y empezó a cortarse la luz todos los días…

– Nosotros estábamos convencidos de que hicimos todo bien para que Bolívar no tuviera cortes. La primera cachetada que recibimos fue que Bolívar se quedó afuera del Plan Verano que auspiciaba la Provincia. Asumimos en abril y en mayo empezamos a tramitar para que entráramos en el Plan Verano, por el cual la Provincia te proveía de los megas de energía que te hacían falta. Meses después recibimos la notificación de que estábamos afuera del Plan Verano, ahí se inició otro trabajo, decidimos con inversión propia armar una pequeña sub estación y alquilar los monstruos esos que gastan mil litros de gasoil por hora, con tiempos limitados, porque el país alquila generadores. A fines de febrero, principios de marzo, empiezan los problemas. Se rompió un generador de un mega, de EDEN, cuyo mantenimiento y trabajo no se hacía como se debía. Bolívar ha sido un afortunado la luz que ha tenido, cuando te toca estar y conocer, te das cuenta. Gracias a Dios alguien lo vio, Bali (Bucca) lo vio, después los cuestionamientos políticos no nos corresponden a nosotros; pero son las obras que quedan y que cambian la historia.

¿Se terminó la deuda con EDEN?, ¿Se cortó el cordón umbilical?

– No, seguimos pagándole a EDEN. Estamos en plenas negociaciones, la Cooperativa invierte una plata mensual, hay una financiación en la que está trabajando el OCEBA con todas las Cooperativas, porque la deuda es general. Hay un buen plan de pago con EDEN, hay un buen diálogo; pero se apunta a algo general para que todas las Cooperativas con un plan de 96 cuotas se puedan financiar y quedarse tranquilas. Como Consejo de Administración estamos felices, hemos pasado cosas feas pero también muchísimas lindas, estamos enamorados de lo que estamos haciendo y el compromiso es permanente. A pesar de lo que digan uno puede andar por la calle con la frente en alto y convencido de lo que vinimos a hacer y de lo que nos gusta.

Angel Pesce

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