Para la gran mayoría de los bolivarenses Luis Mallol es una calle y punto. Va de Almirante Brown hasta Centenario, entre Pedro Vignau y Almafuerte. Ocurre que la época de gloria de Mallol, considerado el primer poeta de la ciudad, transcurrió aproximadamente para el cincuentenario de la fundación, allá por 1928. Y poco después, en 1941, falleció, es decir, dejó este mundo hace más de 80 años.
El Archivo Histórico Municipal junto con la Dirección de Turismo recrean la historia de personajes históricos del pasado bolivarense, y en las visitas guiadas al cementerio local una de las tumbas que se conoce es precisamente la de Luis Mallol, y sobre él habla alguien que lo ha estudiado mucho desde varios aspectos, el profesor Hernán Greco. Lo convocamos a Hernán para que nos cuente del primer poeta bolivarense: “Su nombre era Luis Ramón Angel Mallol Sanz, nacido en 1887, en Buenos Aires, posiblemente en el barrio de Barracas, donde tenemos testimonio que al menos nació su hermano.
Llegó a Bolívar con 5 años junto a su familia, cuando ésta era una ciudad en gestación”. Hernán nos contó que “Mallol cursó sus estudios primarios en las incipientes escuelas de Bolívar, en la Escuela N° 1 y los terminó en la escuela privada que tenía Casimira Barroso, a quien Luis le dedicó unas palabras en álbum del cincuentenario de la ciudad”. Según Greco “el historiador José Hoya dice que Mallol es uno de los primeros que comienza a hacer una recopilación y una mirada retrospectiva del pasado de Bolívar, antes que Álvaro Martínez.
Mallol cuenta la historia al estilo crónica, y publicó en diarios de la época o en libritos de los Juegos Florales que ya no se consiguen”. La faz política de Mallol es aún más interesante. Según Hernán, el poeta era “anarquista y libre pensador”. Y aclaró: “Era un liberalismo distinto a lo que podemos entender hoy como tal, Mallol no conformaba un partido, no era orgánico”.
De tanto en tanto el poeta viajaba a Buenos Aires, su pago de nacimiento, y allí “dio discursos en ateneos respecto a cuestiones de reclamo social”, contó Greco. A pesar de todo lo que se habla de la intelectualidad de Mallol, Hernán no ha encontrado que el poeta haya cursado sus estudios secundarios: “No había colegios acá, es paradógico pero empieza a haber una educación universitaria en Bolívar en 1912, cuando se creó la Universidad Popular hecha por el Centro de Librepensamiento, y ahí estaba Mallol como profesor”.
Hernán sostiene que “el libre pensamiento sentó las bases del progreso y del empuje cultural que se estaba dando en Bolívar, son los libre pensadores los que luego sientan las bases para la creación de la Biblioteca Rivadavia, la Asociación de Cultura y Fomento, del primer equipo de fútbol, el United Friends de 1908, que casualmente Mallol es quien escribe el primer reglamento”. Hernán describió también que “Mallol fue masón, lo encontré como tal en 1916 ó 1917, y es la única vinculación que le encontré a una organización.
El poeta era docente y daba clases ad honorem, trabajaba en una empresa de encomiendas. Cuando Luis era chico, el padre tenía una empresa que se llamaba ´Mallol y Cía.´, que se dedicaba al tambo, era una lechería que estaba en plena ciudad. Después él trabajó en una empresa de encomiendas llamada Villalonga, que estaba en la avenida San Martín; él recepcionaba y hacía los despachos a máquina de escribir, y sus biógrafos eran Prudencio Soto, algún Natiello”.
El profesor resalta a Mallol como un “defensor de la cultura, entre él y varios más apuntaban a fundar bibliotecas; la mayoría se fundan en el período que él vive, no fue de los fundadores de La Cultural pero se sumó después. Fue fundador de la biblioteca de la Escuela N° 2”. Hernán aclaró que “a Mallol se lo pone en el pedestal del primer poeta, así como el primer historiador es Alvaro Martínez. Mallol fue el primero en publicar un libro de poesías, en 1917”.
Hernán detalló que “Mallol de día hacía trabajos de oficinista y de noche era obsesivo lector, a la luz de la vela o del candil. Luis se casó muy grande, casi con 40 años, y tuvo dos hijos. Interpreto que hasta entonces se dedicó íntegramente a cultivarse. En el verano viajaba a Buenos Aires y consumía la cultura porteña, teatros, ateneos, conservatorios”. Mallol murió en Bolívar, el 1° de diciembre de 1941, a causa de un derrame cerebral.
El poeta tuvo dos hijos, ambos bolivarenses; su hija falleció joven, en la década de 1970, casi a la misma edad que el padre y de la misma causa. El hijo, César, fue ingeniero y se radicó en Mendoza. César falleció en 2010, aproximadamente, mientras preparaba un viaje a Bolívar para el 70 aniversario de la muerte de su padre.
Para terminar, Hernán contó que “al morir, Luis Mallol fue enterrado en una tumba que no era suya; en 1950 su hijo César le pidió a la familia Devito que le construyera una. El nombre a la calle se le impone a 20 años de su muerte, en 1961”. Luis Mallol fue todo eso y más. Por eso se ganó el nombre de una calle en la planta urbana. Por eso está bueno conocer que no sólo es una calle.
Angel Pesce
