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sábado, 18 de mayo de 2024
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Milo Lockett inundó de color y alegría con su taller de pintura

El taller “Pintá con Milo” fue todo un éxito en la tarde del sábado

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El salón Las Marcas de la Sociedad Rural de Bolívar fue el espacio elegido para llevar adelante dos talleres de pintura, uno para chicos y otro para grandes, a cargo del reconocido artista plástico Milo Lockett, en el día de hoy.

El artista de reconocida trayectoria internacional, al comienzo de los talleres brindó una charla donde contó su manera de trabajar, como se inició en el arte y respondió distintas preguntas que los alumnos le fueron haciendo. Después de las charlas dio por iniciado los talleres en donde mientras los asistentes dibujaban, él iba respondiendo preguntas y brindando técnicas, generando así un intercambio mutuo muy interesante.

Milo dialogó con LA MAÑANA y contó su experiencia con los talleres brindados hoy. Con respecto a la actividad con los niños dijo: “Siempre nos sorprendemos, porque uno no piensa como impacta en el otro este deseo de la pintura, del dibujo. Nosotros lo hacemos de una manera muy sencilla y simple y tratamos de acompañar la imagen de los chicos, que es lo que tenemos que hacer como adultos. No hay que pensar en el niño artista, sino en fortalecer su seguridad, su autoestima, en dejar que tomen decisiones, que sean libres de poder elegir. Estos talleres lo que hacen es estimular la libertad, la creatividad que generalmente aparece cuando uno tiene la necesidad y no es una cosa que tenga que ser obligada. Trabajamos con el estímulo”.

Más adelante refirió: “Estoy muy contento porque el grupo era muy distinto, con distintas edades y hay algo que siempre tenemos que aprender los adultos de los niños y es como ellos pueden convivir y enseguida se ensamblan, enseguida entienden de que se trata el juego y pueden compartir el espacio y a los adultos nos cuesta mucho más compartir el espacio, pero así y todo hoy fue una jornada maravillosa”.

“El taller para adultos tuvo mucha parte de charla en donde pudimos interactuar y ver las necesidades y poder escuchar alguna problemática hace que uno pueda acompañar con una idea distinta, con una mirada diferente eso que a veces le pasa al artista con la obra. Todos los artistas tenemos los mismos problemas o nos cuesta empezar o nos cuesta terminar y es algo que aparece siempre en el taller como tema de discusión, pero en este taller me gustó porque hicimos dos ejercicios y dentro de esos dos ejercicios vimos mucha obra muy distinta y eso habla muy bien, porque hay mucha creatividad, muchas ideas que son totalmente diferentes y eso enriquece al taller. La consigna era libre y cada uno trabajó desde su obra”.

Tanto en el taller para niños como en el de adultos las obras que se pintaron fueron totalmente distintas unas de otras. ¿Cómo se logra esa diversidad?
– Eso cambia cuando hay una consigna, las obras se parecen, no se piensa tanto en lo que se va a hacer. Acá el ejercicio era pensar y tratar de hacer algo que a mí me gusta, algo que me interese y que me sirva para mi obra, siempre pensando en el artista como artista y que al artista le pueda servir para su obra eso que va a suceder y que lo acompaña a mejorar o a destrabar a veces. Muchas veces a los artistas nos pasa que quedamos como atorados y no podemos destrabar una situación y en muchos casos nos angustia, pero en este caso el poder trabajar de manera libre y cada uno trae una problemática, un problema, algo para resolver y eso hace que se enriquezca la obra de todos.

Durante la charla contaste que un día dejaste tu vida atrás, tu trabajo y comenzaste con el arte, a pintar, a hacer lo que realmente te gustaba. ¿Creés que eso mismo le puede suceder a alguno de los participantes del taller?
– Sí. Estoy convencido que le puede suceder a cualquiera y en cualquier momento de la vida. A mí me sucedió de grande, yo en ese momento tenía 32 años, tenía una vida hecha, tenía una empresa y decidí cerrar y empezar una actividad nueva y primero tuve mucho conflicto en la familia que después me acompañó. Cualquier empezar, cualquier cambio que uno haga en la vida de manera muy brusca es resistido por el entorno y a mí en ese momento me costó mucho tomar la decisión, pero me hizo muy bien, fue una decisión muy acertada.

Un comienzo difícil pero con grandes satisfacciones…
– Fueron años muy difíciles y me costó mucho mi carrera. No fue fácil y no es que ahora todo es fácil. La carrera de un artista es difícil porque es un trabajo que muchas veces no está remunerado, que no tiene sueldo, salario. Es muy difícil ser artista en la Argentina y poder afrontar eso, pero cuando elije una profesión que la elije por pasión, porque le gusta, por empatía o porque se quiere desarrollar en otro campo tiene asegurado el cincuenta por ciento de la felicidad, lo otro no sabemos cómo se va a desarrollar, sí económicamente uno se va a frustrar o sí va a hacer más o menos feliz, pero cuando hace lo que le gusta la pasión gana.

Esta es la tercera vez que visitas la ciudad, pero esta vez el taller fue en un lugar distinto, poco convencional…
– La gente de Bolívar me recibe muy bien y me gustó mucho la idea de hacerlo en la Sociedad Rural en donde tienen un salón que es maravilloso y es un lugar emblemático de la ciudad pero al mismo tiempo con una apertura pensando en futuros proyectos de arte, porque ellos están ahora con un proyecto que está muy bueno para el 11, 12 y 13 de octubre, donde están convocando a todos los artistas de la ciudad y me parece que ahí hay una apertura desde la Sociedad Rural y por eso cuando me contaron esto y elegimos el lugar me pareció interesante como salón y como prueba piloto el poder hacer el taller para los chicos y para los grandes en este lugar.

¿Qué se lleva Milo hoy de Bolívar?
– Es la tercera vez que estoy en Bolívar en diferentes épocas, en diferentes años y la verdad que me voy siempre con buenos recuerdos, con buenas experiencias. Hoy me llevo un montón de historias que me van a servir seguramente para desarrollar mis obras después, asique estoy muy contento. Fue una jornada muy linda, muy tranquila, de mucho entendimiento y de mucha sensibilidad.

SOBRE EL ARTISTA

Milo Lockett es uno de los artistas visuales más destacados de la Argentina. Sus obras y estilo han ganado reconocimiento internacional y ha expuesto en los más diversos espacios culturales del mundo.

Nacido en Resistencia, Chaco, es autodidacta y por lo tanto promueve y estimula a las personas a dibujar y a pintar de forma intuitiva. Para él los temores y las dificultades que se presentan ante una hoja en blanco son disparadores creativos que no deben ser reprimidos.

Milo comenzó su carrera luego de trabajar varios años en la industria textil. En 2002 cerró su fábrica y estampadora textil, y abandonó completamente sus actividades empresariales para dedicarse por entero a la pintura, logrando crear en poco tiempo una identidad pictórica.

Artista popular como le gusta definirse, lleva adelante además una intensa tarea social y solidaria. Dona anualmente un promedio de 400 obras para diferentes organizaciones.

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