Las dos finales que marcaron el comienzo del campeonato 2020 de la Fórmula Metropolitana repitieron el mismo nombre en el puesto más alto: Tomás Serna. El joven piloto de Orense, pero con raíces de Bolívar, tuvo un fin de semana prácticamente perfecto en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. El auto que le entregó el equipo de Gabriel Satorra fue sin dudas el principal protagonista de esta fecha inicial de la temporada y Tomás le sacó todo el provecho posible para cosechar puntos “gordos”.
Pablo, su padre, le explicó a La Mañana que “ya desde las pruebas del jueves el auto anduvo muy bien. Veíamos que estaba rápido y que Tommy se encontraba también en condiciones…
El viernes, a la hora de clasificar, le tocó hacerlo con lluvia y la realidad es que nos preocupamos un poco porque no teníamos gomas nuevas para utilizar. Salió a pista con unas usadas y nos jugamos a que fuera el bueno su tiempo. De hecho, resultó muy bueno teniendo en cuenta las condiciones climáticas y logró hacer la pole en el primer grupo. Cuando salió a clasificar el segundo grupo, la pista ya se había secado y pusieron gomas lisas, entonces le sacaron una diferencia y tuvo que largar octavo en las dos finales. De los treinta y cuatro autos, siete hicieron mejor tiempo porque habían clasificado con gomas lisas y sin lluvia.
Por eso fue que tuvo que largar las dos carreras desde el octavo puesto pero pudo superar autos sin encontrarse con nadie para romper nada y terminar las dos competencias de la mejor manera posible.
La verdad que ganar las dos finales fue un alegrón. Además se otorgaba puntaje y medio, y eso está muy bueno porque pudo “pegar una escapadita” en el campeonato. De todos modos, esto recién arranca y el año será largo.