En la primera sesión virtual del Congreso de la Nación el médico y diputado nacional Eduardo Bali Bucca celebró la aprobación del proyecto de ley de su autoría, el Programa Nacional de Protección al Personal de la Salud conocida como la “Ley Silvio”, que tiene como finalidad proteger a todo el personal de la salud del país tanto del sector público como privado.

Al respecto Bucca aseveró: “tenemos la obligación de hacer todo para evitar que los médicos, los enfermeros y todos los trabajadores de la salud se contagien de COVID-19 y se conviertan en pacientes. Con la Ley Silvio buscamos justamente evitar que las camas de los hospitales sigan siendo ocupadas por quienes deben cuidarnos. Ellos hoy son la columna vertebral del país, por eso es prioritario y estratégico mantenerlos en pie. Hoy todos los argentinos dependemos de su buena salud”.

En su exposición Bucca sostuvo la necesidad de ponerse en la piel de los trabajadores del sector ya que hoy sus vidas transcurren entre la ocupación de curar a los argentinos, la contínua formación y actualización sobre lo que se sabe sobre el coronavirus COVID-19 y la preocupación sobre su propia salud y la de sus seres queridos. Al respecto dijo: “Les pido que nos pongamos por un momento en la piel de las enfermeras y enfermeros, los médicos y médicas, del personal de salud, del paramédico, de quien maneja una ambulancia; y lo que significa cada día ir a trabajar contra algo que es desconocido, para lo cual no tenemos inmunidad. Como médico hablo constantemente con muchos de ellos. Sienten angustia, incertidumbre y temor de contagiar a sus hijos, a sus padres o vecinos, por eso creo que tenemos la enorme responsabilidad y posibilidad de tratar un proyecto que tiene que ver con protegerlos”.

Las tasas de incidencia de contagio dentro del personal de salud han sido muy altas en todos los países y Argentina no está exenta de eso. Al día de hoy en el sector de la salud ya son más de 900 las personas infectadas y 9 las fallecidas. “Cuando hablamos de un trabajador de salud que se infecta, hablamos de un servicio que se cierra, y eso está a un paso de cerrar un hospital, una clínica, cosas que lamentablemente ya ha sucedido. No podemos permitir eso” aseveró el médico en su exposición.

El proyecto de ley que presentó Bucca es de cobertura nacional y entre otros alcances, busca garantizar las normas de bioseguridad, asegurar la aplicación de protocolos de atención en cada uno de los establecimientos de salud, la creación de un registro único que permita ver la evolución y la afectación de la pandemia en particular dentro del personal de salud, el desarrollo y la aplicación de testeos específicos sobre el personal, con la prioridad en los análisis de estos testeos para ir haciendo los estudios y poder tomar decisiones fundamentadas en datos. En definitiva, plantea declarar de interés nacional el cuidado de la salud y la vida del personal de salud.

Con respecto a la relación de la salud con la economía el diputado sostuvo que no hay economía sin salud. “Hemos escuchado a muchos opinadores profesionales que nos quieren hacer entrar en la disyuntiva de salud o economía. Es un falso dilema, una invitación tramposa a la grieta, donde vemos que muchos se sienten cómodos. Es salud y economía. No podemos pensar una economía que funcione si el sistema de salud colapsa, si las empresas y fábricas se transforman en clusters de propagación del virus, como sucede por ejemplo en la industria de la carne en EEUU. Por eso también hacemos hincapié en proteger la salud de aquellos quienes deben cumplir con actividades y servicios esenciales mientras dure la emergencia sanitaria. La única manera en la que podemos ir saliendo de la cuarentena es con protocolos sanitarios estrictos que eviten un rebrote del virus, que provoque el endurecimiento de las medidas de aislamiento. Esta ley es esencial para el funcionamiento de la economía”.

Finalmente Bucca propuso que la ley lleve el nombre de Silvio Cufré en honor a quien fue el primer enfermero y trabajador de la salud que murió de COVID-19 en la provincia de Buenos Aires. “Silvio atendía en el instituto médico Brandsen y era el sostén de su familia compuesta por su esposa, 6 hijos y 2 sobrinos. Un día fue a trabajar y no regresó más a su casa. Entró en un coma inducido y a días de cumplir 48 años falleció sin saber que tenia COVID-19. Por eso, en homenaje a él y en representación de todo el personal de salud del país, y para evitar que las camas de los hospitales no sean ocupadas por el personal de salud, es que pido el acompañamiento de este proyecto” culminó.