A la par de su envío a autoridades del gobierno nacional, el petitorio de Pueblos Fumigados que resumimos ayer en estas páginas fue presentado el viernes, Día del Medioambiente, a las autoridades municipales de las ciudades donde se hallan los firmantes, que son varias centenas contando a organizaciones y particulares que adhieren a un reclamo cuya bandera es la agroecología. De ese modo se continúa otorgando visibilidad a la demanda a lo largo y ancho del territorio nacional.

Bolívar aportó la rúbrica del colectivo “Tierra Viva”, de la asociación civil “Rastrilladas del Oeste” y la filial urdampilletense de Federación Agraria Argentina.

Hora después de la movida, Juan Urrutia, del mencionado colectivo, dialogó al respecto con el programa radial Fuga de Tortugas, ocasión en la que también brindó su parecer acerca de la política agropecuaria nacional desde los años noventa.

¿Qué expectativas tienen?

- Hay que ver cuáles son las expectativas en general para la salida de la pandemia. Nosotros tenemos la esperanza de que haya cambios, que aprendamos algo de esta crisis, por ejemplo que la deslocalización de la producción de alimentos es un error que tiene consecuencias nefastas para la población. En particular pensando en la producción de alimentos directos, de verduras y frutas. En una situación como esta tener que estar trayendo de ciudades que están a 400 kilómetros de distancia productos que se pueden producir localmente, genera un riesgo innecesario.

Por otro lado, en cuanto a la reducción del uso de agroquímicos en la agricultura industrial y extensiva, las expectativas no son muchas, si bien hay un avance importante de las producciones agroecológicas, ya que son cada vez más los productores pequeños, medianos e inclusive grandes, que están saliendo de la agricultura química.

“Ningún gobierno cuestionó el agronegocio”

En un párrafo del petitorio, señalan textualmente: nos resulta preocupante que, en medio de la pandemia COVID-19, el Ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, haya reducido los aranceles para potenciar la importación de insumos para la fabricación de agrotóxicos”. ¿Los sorprendió esta medida, tomada por un gobierno de un signo en principio muy diferente del anterior?

- Es un gobierno con un signo muy diferente del anterior, de hecho las declaraciones por ahora del ministro de Ambiente son alentadoras. Pero Solá también tiene una historia que no se puede negar: como ministro de Agricultura del gobierno de Menem fue el que autorizó el ingreso de soja transgénica a la Argentina. Es coherente con ese pasado de Felipe (reducir los aranceles a la importación de insumos para agrotóxicos).

En todo caso lo incoherente sería que este gobierno tenga por canciller a Felipe Solá, que por su pasado y su accionar actual encajaría mejor en los postulados del macrismo.

- En realidad, la política agropecuaria no ha tenido grandes diferencias y fluctuaciones desde la década del noventa. Si bien los gobiernos kirchneristas pusieron algo de énfasis en la agricultura familiar y en generar espacios de apoyo a los pequeños agricultores, ímpetu que fue reducido durante el macrismo. Y ahora también este gobierno reimpulsa la agricultura familiar o al menos eso se podía ver antes de la pandemia. Se hablaba de la creación de una Secretaría de la Agroecología, en la que iba a estar Eduardo Cerdá, cosa que no se ha consumado aún. La segmentación de las retenciones también es una medida que favorece a los pequeños productores. Pero no se cuestiona al agronegocio, el modelo extractivista de commodities para exportar no ha sido cuestionado por ningún gobierno.

Chino Castro

Multa sin plan, mal plan

Mientras tanto (ver nota pcipal.), en Bolívar se sigue aguardando que Pisano reglamente la ordenanza que pone coto a las fumigaciones con agrotóxicos, aprobada por unanimidad en el Concejo.

- Creo que ha habido algunos avances. En el verano se fue pidiendo a los propietarios de pulverizadoras (conocidas como ‘mosquitos’) que no guarden más las máquinas dentro de la ciudad, advirtiéndoles que serían multados. Pero la reglamentación definitiva de todos los artículos de la ordenanza no se ha publicado. Nosotros estamos trabajando con el defensor público de Azul, que ya presentó al municipio un pedido de informes de por qué no se reglamenta la medida, instándolo a que lo haga en el corto plazo. Eso también ha quedado suspendido estos días.

Se sigue apelando a la buena voluntad de los fumigadores y fundamentalmente de quienes los contratan, cuando existe una normativa que ya podría aplicarse, si se reglamentara la ordenanza en cuestión.

- Se podría aplicar la normativa, pero la multa sola no basta. Nosotros junto con aquél proyecto que luego se aprobó con modificaciones en base a una propuesta del doctor Nicola, presentamos uno de fomento de la agroecología. Porque si les prohibimos a los productores usar agroquímicos y no los orientamos, se quedan sólo con lo que les llega por los medios hegemónicos, y nos dirán que si no fumigan los tapará el yuyo y los bichos les comerán la soja. Nosotros planteamos que la prohibición debe venir de la mano de una campaña de capacitación que muestre a los productores que se puede producir con mejores márgenes económicos inclusive o menores riesgos, sin usar agroquímicos o reduciendo sustancialmente su aplicación en un principio, pero haciendo otras cosas. No podemos seguir haciendo lo mismo y pretender resultados distintos. De hecho, si uno hace monocultivo sobre monocultivo aparecerán los bichos. Entonces están la diversificación, la incorporación de animales, otras técnicas para la granja, los controles agroecológicos. Hay que acercarles todo eso a los productores, porque difícilmente vayan a acceder a través de los medios hegemónicos.

En ese sentido, celebramos que el intendente, Producción y secretarios municipales se hayan reunido con Walter Martín, funcionario de Producción de la provincia, que plantea el fomento de la producción de alimentos a nivel local y la industrialización también local de leche y otros productos que vuelven al supermercado luego de ir a Buenos Aires. Celebramos que la provincia tenga esta iniciativa y esperamos que el municipio adhiera y la lleve adelante.