6 de diciembre de 2020
Escribe: Mario "Chiqui" Cuevas.
Es probable que una agrupación de las características de ADNque combina música, literatura, historia, cine, circo, performances en vivo y videoclips de muy buena factura, haya nacido de una amistad de dos músicos y docentes que fueron forjando al mismo tiempo una amistad y una formación.
En 1997 Franco Campo y José Luis Avaca se contactaron con Juan Pablo Moura para armar una banda, Fecovitas, hacían temas propios y covers, también participaban Mauricio Álvarez y Alejandro Luna.
Al año siguiente Campo y Moura formaron La Muerte es un Asunto Solitario (nombre tomado de un libro de Ray Bradbury). Cuenta Juan Pablo Moura: “Allí Franco tocaba la batería y cantaba, Martín Tolosa, que era guitarrista pero aquí tocaba el bajo, y yo tocaba la viola. Después tocó también José Luis Avaca.”
En 1999 Franco y Juan Pablo partieron hacia Buenos Aires, trabajaron juntos, Franco inició sus estudios musicales y Juan Pablo retornó a Bolívar para luego comenzar sus estudios en Olavarría. Con el tiempo Franco también continuó sus estudios en Olavarría y allí se encontraron nuevamente. Armaron una banda con influencias de heavy metal, Invadidos, y después Nazareth. “Fue una etapa muy linda dónde se forjó una amistad con Martín Tolosa y los demás chicos” (Juan Pablo).
Pasaron los años, continuaron los estudios mientras se forjaba ADN. Franco comenzó a armar temas acompañado por el baterista Iván Zurvera e invitó a Juan Pablo para que se uniera tocando el bajo.
“La banda nace de una necesidad y ganas de volvernos a encontrar, somos todos músicos que venimos de la década del 90 haciendo música y con proyectos diferentes pero convergen en esta banda que si bien tiene unos años también es parte de todo ese proceso que comenzamos en la adolescencia y que hoy podemos fundar con este nombre y hacerle un andamiaje más profesional y serio - cuenta Franco - Es una banda que tiene un contenido temático abierto en lo literario y también en lo visual, hay mucha simbología, lo que no podemos decir en palabras lo decimos con imágenes, por eso digo que ADN es una banda que tiene mucho de cine, del circo y de la literatura, tomamos muchas herramientas de ahí.La música ha tenido diferentes etapas y la seguirá teniendo, y es bueno ir renovándose.
Creo que al rock nacional en general, con todas sus variantes le hace falta una renovación, una adaptación a los tiempo que corren y con ADN, humildemente, tratamos de aportar nuestro granito de arena para que eso suceda, o al menos para que haya disparadores en las generaciones que vienen de algo que no sea diferente por ser diferente sino que se adapte y de respuestas a los tiempos que corren.”
“Las primeras actuaciones eran medio acústicas - dice Juan Pablo -Participamos en varios actos, en Dirección de Cultura y otros lugares. Con una amistad de más de veinte años muy presente, con mucha convivencia, la banda comenzó a consolidarse. Una mirada entre nosotros basta para saber en qué anda el otro. Luego incorporamos la parte de las performances con la incorporación de Alejo Telechea y Emiliano Andrada. Ya hace cuatro, cinco años que estamos con ADN compartiendo música, conociendo lugares nuevos y en esta etapa que se está abriendo estamos ansiosos por volver a contar nuestras historias a través de la música.”
ADN tiene en su haber un disco grabado en 2018 en el Trébol Rojo, se llama “En las Tolderías de la esquina”, en ese momento la agrupación era un trío compuesto por Campos, Moura y Zurvera. Varios invitados participaron en el álbum: Graciela Sagardoy, Santos Vega (voces), Pollo Arroyo, Carlota Martínez (canto), Mario González y Leo Sendín (guitarras).
“ADN es esa toldería, ese circo que va de lugar en lugar, y de la esquina porque ése fue el lugar de nuestra generación, la del 90, nos juntábamos en la esquina a tomar una gaseosa o una cerveza después de jugar un partido de fútbol, intercambiar los casetes, ADN viene desde ahí.” Dice Franco, y agrega: “Hoy estamos adentro de lo que fue el show rock, género que inició a fines de los 50 ScreaminJay Hawkins, que tocaba el piano, incluía performances y un sonido bastante extraño en sus canciones; también el rock de Alice Cooper en los 70, King Diamond, Iron Miden, en cuanto a todo lo visual. También tenemos mucho de lo que es el circo tradicional y el circo más reinventado, hay una frase muy linda que dice: ‘circo es una palabra que nace en corazones nómades para llevar y traer alegría a la gente’, y nosotros tomamos eso, no solamente el maquillaje sino esa magia que tiene cuando se prenden las luces, comienza el espectáculo y el artista sale al escenario para brindarse al público con diferentes personajes y mundos, por eso a ADN le llamamos ese multi universo de personajes e historias que convergen a través de una canción.ADN es un poco ese, del punk, esa palabra diminutiva y despectiva que se utilizó para esta música pero al día de hoy mantiene, junto al heavy metal, me atrevo a decir, este movimiento contracultural de libertad, de no tranzar, de no negociar.
Con respecto al tema de los pueblos originarios ADN interviene desde un lugar de la cosmovisión y la espiritualidad, es reconocer a gran parte de los habitantes que estuvieron, que están, que seguirán estando en nuestras tierras por más que los quieran invisibilizar. En Bolívar y la zona tenemos mucho para decir, como dice el dicho, no todos venimos de los barcos y que las culturas originarias tienen una música y una visión tan importante e interesante que puede atraer desde un niño a un abuelo como atraen hoy a los adolescentes las películas de Hollywood, sin efectos especiales, metiéndonos en esas cosmovisiones podemos darnos cuenta que hay historias, leyendas, fábulas increíbles.”
Chonek y Cuadernos nocturnos
Franco Campo también tiene en su haber ‘Chonek, un cuento tehuelche’ (2016), un cuento que rescata la historia de parte de los pueblos originarios.
“Las etnias que poblaron y siguen poblando el actual territorio argentino tienen su cosmovisión infinitamente rica e interesante de la cual podemos aprender. El poder convivir todos juntos dando lugar a la expresión del otro, el compartir nuestras costumbres con ese otro e intercambiar enseñanzas y aprendizajes hace que la interculturalidad en un pueblo vaya gestando su semilla y mejorando la convivencia de nosotros como seres humanos en armonía y respeto con la madre tierra y la naturaleza”, escribe Franco en el apéndice de actividades de la publicación.
Con el tiempo el cuento se transformó en película con su correspondiente banda de sonido en el marco de un proyecto de interculturalidad. En esos días Franco era director de la escuela Primaria N°7 y filmó la películacon la participación de los propios alumnos de la escuela, Santos Vega padre, Marcelo Valko, Carlos Martínez Sarasola y Nadina Ricabarra.
‘Chonek, un cuento tehuelche’ también forma parte de ‘Prisioneros de la ciencia’, libro que presentó Franco hace un par de meses que incluye otro cuento, con temátca mapuche. En estos textos el autor relata cómo la Generación del 80 pensó y diagramó un modelo de país excluyendo deliberadamente a los pueblos originarios.
Hace unos días Franco Campo presentó Carolina, una canción adelanto de “Cuaderno nocturnos”, su disco solista firmado como Fran Ko, con material nacido en su adolescencia que no está en la sintonía de ADN. En el álbum, que saldrán en febrero del año que viene, colaboraron Clovis Aville Torrila en la grabación y masterización, Carlota Martínez y Clara Tiani en voces y Juan Pablo Moura en guitarra y arreglos.
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COMUNICADO
Hace instantes, emitieron un comunicado de prensa.