En horas de la mañana de hoy, autoridades del Club de PUMAS de Bolívar donaron la vieja casona de la avenida 25 de Mayo que fue sede de esa agrupación de servicios al Hospital Miguel Capredoni y a la Asociación Bomberos Voluntarios en partes iguales.

El Club de PUMAS fue un desprendimiento del Club de Leones y tomó ese nombre durante la guerra de Malvinas, renunciando a la afiliación a Lions Club International por el posicionamiento que ese club internacional de servicios nacido en Estados Unidos tomó frente al conflicto ente Argentina y Reino Unido.

Precisamente la sigla PUMAS significa Por unas Malvinas Argentinas y Soberanas. Al tiempo de su ruptura con Lions Club, la entidad de servicios se adhirió a otras similares de raíz nacional y efectuó numerosas actividades benéficas en Bolívar.

Una de las conquistas mayores de la institución a nivel patrimonial fue, precisamente, la adquisición de la casa de Avenida de Mayo entre Sarmiento y Alsina, que años atrás fuera comuna ferroviaria, en épocas de calles de tierra del Bolívar de las primeras décadas del siglo XX.

El Club de PUMAS, ya sin actividad en este medio por diferentes razones, algunas de las cuales deben adjudicarse simplemente al paso del tiempo y el agotamiento de sus dirigentes, tomó la determinación de brindar ese patrimonio a favor del servicio bolivarense y, nada mejor entonces que elegir a dos de las instituciones señeras en este punto a nivel local: Bomberos y Hospital.

Rodolfo Martínez y Luis Leonetti, dos de los viejos integrantes y fundadores de PUMAS en esta ciudad representaron a la institución y el Dr. Maximiliano Gil, por la entidad bomberil y Norberto García, presidente de la Cooperadora del Hospital. Los pumas, en un gesto simbólico, hicieron entrega de la escritura traslativa de dominio ya celebrada.

En el acontecimiento, Rodolfo Martínez expresó los motivos de esta determinación y recordó a algunos de los fundadores de la entidad de servicios, entre ellos el exdirector de este diario, Oscar C. Cabreros.