Luis Garza, de Ayacucho y Sergio Pérez, de Tandil, son los especialistas que oficiaron de Jurados de Clasificación en todas las razas de aves que se expusieron en el marco de la Exposición Rural de Bolívar. Los entretuvimos unos minutos mientras desarrollaban su labor en el exterior del pabellón destinado a estas especies y aprovechamos para hacerles algunas preguntas.

“Nos ha sorprendido la calidad que encontramos aquí, dijo Luis, porque para la época en que estamos, cuando ya se está terminando el circuito que empieza en Mayo y termina a fines de Septiembre, nos hemos encontrado con muy buena calidad. Hay que considerar que los animales, especialmente los machos, llegan un poco más estropeados. En esta época ya se empiezan a encasalar y a tener otra temperatura”.

Aseguran que una característica de esta exposición avícola es la gran diferencia que se observa entre el gran campeón y el resto. “Se encuentran animales soberbios y también hay otros flojos de calidad”.

Aclaran ambos que ellos son, ante todo, criadores de aves que ha hecho los cursos correspondientes para ser jurados y que son elegidos por los propios cabañeros para hacerse cargo de las tareas de jura en diferentes escenarios. “A algunos cabañeros nos interesa empezar a saber algo más sobre el estándar, dice Garza, quien también asevera que la actividad avícola es más compleja aún que la ganadería. “Yo soy productor agropecuario. Tengo razas puras de cerdo, de ovinos, voy a las cabañas de bovinos a comprar reproductores aunque no tengo cabaña. Pero puedo asegurar que la actividad más exigente es el ave. El estándar del ave, entre los colores de pluma más la forma, es mucho más difícil y complejo. Obtener un animal con el fenotipo de la raza no es para nada fácil y diría que es casi imposible el animal ideal”.