Un notable auditorio integrado por dos centenares de personas dio marco sobre el final del viernes, a una charla de excelencia presentada por Agrovet Integral, Biogénesis Bagó, EDP Agro y Primia.

Se desarrolló en Las Marcas y contó con la participación del ingeniero agrónomo Darío Colombatto quien se explayó sobre “La ganadería del mañana frente a los problemas de hoy. Claves de supervivencia”. El especialista es investigador adjunto del CONICET, Philosphy Doctor (Animal Sciences) en The University of Reading (Reino Unido) y profesor adjunto regular en la cátedra de Bovinos de Carne además de otros títulos.

Su medular exposición se extendió por algo más de 90 minutos al cabo de los cuales recibió numerosas consultas y la actividad finalizó con un gran lunch servido al ingreso mismo del salón Las Marcas.

Allí, Colombatto tuvo la deferencia de aceptar algunas preguntas de este medio.

“Es una buena noticia, siempre, cuando la gente se suma a este tipo de charlas. En general, en estos eventos, la gente de campo y especialmente los ganaderos tienen avidez por escuchar noticias o comentarios que uno tenga para hacerles. En este caso referidos al manejo y expectativas que uno ve hacia adelante respeto a ganadería.

“A mí me gustaría dar buenas noticias, pero es mi obligación dar noticias realistas. Pueden ser buenas o no tanto pero hay que saber que la gente no puede salir fácilmente del negocio ganadero porque es un negocio de precios actuales y de expectativas futuras. Es un proceso muy largo desde que uno pone las vacas en servicio, digamos en octubre. Esa vaca va a parir su ternero en julio de 2024, se va a destetar en marzo de 2025 va a ser novillo en marzo de 2026. Estamos hablando de la mitad del mandato del próximo Presidente no importa quien fuere.  La biología juega así”.

Si uno está en la rueda, es imposible salir, o debe conformarse con salir a pérdida…

“Es muy difícil salir. Más aún cuando sos criador. Porque en ese caso tenés un bien de capital y ese botón de salida paga el 35 por ciento de Ganancias. No importa si vos te jubilás y querés liquidar todas tus vacas. Pagás el 35 por ciento. Por eso repito que la cuestión es precio actual y expectativa futura y entonces hay que mostrar la foto de hoy y la película hacia adelante”.

¿Cómo se hace eso en este país que casi por definición es impredecible?

“Haber vivido en el país algunos años es condición indispensable. Porque si venís de Estados Unidos no podés creer que la gente maneje el largo plazo y hable del lunes que viene. Si a alguien le contás que tenés una inflación del 12 y pico por ciento y que las autoridades responsables de ese porcentaje son candidatos con posibilidades de renovar, ya te marca una característica que te dice que somos inusuales. Pero como fuere, lo que tratamos de hacer es ver la foto de hoy, que no es buena por varios factores, entre ellos una sequía muy grave. Nos han pronosticado tanto al Niño que estamos super ansiosos por su llegada y se resiste a llegar. Pero todos sabemos que va a llover, que el ciclo se va a cerrar. No estamos ante un cataclismo. Entonces, moderemos las expectativas por lo malo y por lo bueno. Pero no perdamos las directrices del negocio de cría. Cuidá tus vacas, proyectá a dos meses para saber qué van a necesitar en los próximos dos meses. Invertí razonablemente, cuidá la sanidad. Quizás sea un momento ahora para sembrar maíces o sorgos que nos permitan generar un forraje diferido para el año que viene y listos para ser consumido en invierno”.

¿Volver a la práctica del rastrojo?

“Casi eso. En algunos casos el tema no gusta, sobre todo porque un poco choca con la siembra directa; pero se puede compatibilizar el tema. Supongamos un maíz que rindió 7000 kilos. Más o menos va a dejar otros 7000 kilos en rastrojo. Negociemos entonces cuánto queremos que coma y cuánto dejamos en el suelo. Digamos la mitad, por ejemplo, porque además el pisoteo que afecta y compacta los suelos es el contínuo, durante mucho tiempo. Si vos entrás con muchos animales por corto tiempo, ese suelo se recupera rápidamente, es como que actúa como una esponja, que vuelve a su estadío anterior. Es un tema de manejo, de ejecución y se convencimiento del ejecutor clave, que es el puestero al que hay que sumar estratégicamente a la toma de decisiones”.

Entiendo que tu visión está centrada no solamente en la cría, sino en el ciclo completo…

“Efectivamente. Porque es el sistema que termina siendo el más estable. Y en un país signado por la inestabilidad uno debe tender a adherirse a los sistemas más estables posibles. Así que ciclo completo en la medida de lo posible, ello da flexibilidad, tener más cosas en el menú para vender y focalizarse en cuestiones que tienen más que ver con la recría y la ganancia de peso en la recría”.

¿Sí al feed lot?

“Sí, porque es la herramienta que nos permite terminar el animal en la forma más eficiente. Te baja la carga animal en un momento, sobre todo en el final del verano en el cual el pasto ya no crece igual que en la primavera. Entonces comamos todo el pasto de primavera, mandémoslo a un corral con sombra, con buen agua y sin barro, porque el animal que gana kilos es el que está tranquilo”.

¿Esto puede hacerlo un productor pequeño?

“Si, porque el profesionalismo no tiene escala. Yo puedo tener 10 vacas vs. Otro que tenga 1000. Y en términos relativos a mi me afectará mucho más la muerte de un animal. Pero hay muchas herramientas, como el silo de chapa de autoconsumo, que está defenestrado por algunos, sin embargo le puede dar soluciones específicamente al pequeño productor resolviéndole cuestiones de trabajo que le permitirán transformarse en invernador”.