Después de varios meses de trabajo junto a las docentes impulsoras de esta iniciativa, las profesoras Sonia Gobbi y Lorena Mega, alumnos de tercer año de Secundaria del Instituto Cervantes ofrecerán esta tarde, a partir de las 19 horas, charlas sobre diversos temas bajo el formato TED.

Este proyecto denominado Clubes TEDEd es una iniciativa educativa que busca ayudar a que las ideas de los jóvenes y adolescentes sean escuchadas. Sigue los fundamentos de las conferencias TED, impartidas por personalidades de la divulgación científica, empresarios, pensadores, figuras de ámbitos distintos, promovidas por TED, una organización sin fines de lucro de origen estadounidense dedicada a la difusión de ‘ideas dignas de difundir’. Esta no es la primera vez que desde el establecimiento educativo incursionan con los clubes TEDEd. Ya hubo una primera experiencia, y para dar a conocer esta segunda ocasión en la que concretarán este proyecto hablaron con LA MAÑANA.

“Empezamos en el 2019, éramos tres profesoras: Lorena Mega, Noralía Benito y quien habla, Sonia Gobbi. Surgió en un verano, pensando qué cosa podíamos hacer, innovadora, y una de nosotras propuso participar de las charlas TED. Ahí arrancamos con la que fue la primera edición. Pasó la pandemia y este año volvimos con las presentaciones. Siempre estamos trabajando con 3° año, porque es el momento justo, tienen la edad justa para que ellos se puedan expresar”, comenzó por explicar Sonia el origen de la iniciativa.

“Las charlas Ted es un programa federal, que se hace en todo el país y en todas las instituciones que quieran participar. Está pensado para jóvenes, para fomentar la palabra y la oralidad, mediante un proceso que los conduce a eso. Las tres profesoras que pensamos en ser parte de esto somos de áreas diferentes; Sonia es de Química, yo soy de Teatro. No son mis estudiantes, ya que yo doy en 6°, y buscamos la manera de articular extracurricularmente para poder trabajar juntas, y que para ellos será una clase diferente a las que suelen tener”, completó Lorena.

Consultadas sobre la apertura del Colegio ante la propuesta, sostuvieron que “siempre nos fue fácil, porque la escuela nos da la libertad para poder trabajar, y los padres de los alumnos nos apoyan, porque si ellos tenían que quedarse todos los viernes una hora después del término de la cursada, nunca tuvimos una objeción”.

Claro que antes de empezar con los alumnos, las profesoras tuvieron que formarse para saber cómo guiarlos en el camino hacia conseguir expresar sus ideas en una charla. “Los clubes tienen siempre una etapa de formación para quiénes son los facilitadores, que en este caso somos nosotros. Tuvimos la oportunidad de viajar a Buenos Aires, a la Usina del arte, antes de comenzar a comenzar con las charlas, y hacer la capacitación que corresponde”, explicaron.

Ambas docentes reconocieron que “en CABA y Conurbano es donde más clubes Ted hay, en el interior de la provincia de Buenos Aires hay muchos menos. Pero sí se conserva la continuidad; quien comienza con los clubes TedED, continúa”.

También pusieron de relieve lo gratificante de la experiencia, de escuchar la voz de los alumnos y lo que tienen para contar. “Es muy lindo escuchar la palabra de ellos, saber que tienen algo para decir y comunicar. Si bien hay un montón de charlas que quedaron entre nosotras y los grupos, que no van a ser expuestas, el proceso que hacen ellos de escritura, de exponerse oralmente delante de sus compañeros, de buscar la palabra justa es muy gratificante”, destacó Lorena.

Sonia, además, reconoció que este tipo de trabajo cambió la manera de relacionarse entre profes y estudiantes. “Hay un cambio de relación, por ejemplo, de ellos conmigo que me tienen como docente en el aula. Una de las condiciones que tenemos con las charlas es que los temas que elijan no guarden relación con la materia, tienen sí la libertad de elegir la idea de lo que quieren comunicar”, puntualizó.

Además de las docentes estuvieron presentes dos de los estudiantes de tercer año que hoy ofrecerán su charla ante el público, Patricio Pino y Francesca Pesce Grecco. “Desde marzo, Sonia nos había avisado que íbamos a tener un proyecto. Y por el mes de abril arrancamos a sufrir (risas) quedándonos los viernes después de la 1 de la tarde, una hora. Es un espacio mucho más tranquilo, con libertad de expresión, y nos sirvió mucho para soltarnos. Hay mucha gente, mi caso por ejemplo, que no había escuchado hablar a mis compañeros de temas que les gustaban y fue algo que estuvo bueno”, sostuvo Patricio.

“También este proyecto nos dio la oportunidad de expresarnos, más allá de cosas que nos gustan, de algo que sentís o querés reflejar, un tema que es más personal o más serio. El espacio, en todos los encuentros que tuvimos con Sonia y Lorena, nos dio la oportunidad de abrirnos y llevar adelante temas que quizás teníamos guardados y nos dimos cuenta que queríamos compartir con alguien más. Ellas nos brindaron las herramientas y la oportunidad de poder hacerlo”, aportó Francesca.

Respecto al tema elegido por cada uno de ellos para la charla y el proceso en el que se vieron involucrados hasta llegar al producto que expondrán, los chicos brindaron precisiones. “En mi caso, cuando recién me dijo Sonia que íbamos a tener un trabajo así, empecé a escribir. Y a mitad de la charla me di cuenta que no me gustaba. La borré y empecé de nuevo, con tema similar pero desde otra mirada. Hoy en día estoy bastante contento con la charla que me quedó, me gusta, no me cansó todavía de tanto estudiarla”, contó Patricio.

“En lo que a mí respecta, me costó, muchísimo, encontrar el tema adecuado del que yo quería hablar porque todos los subtemas que encontraba encajaban en lo que quería decir, pero no encontraba las palabras justas para lo que quería contar. Hasta que pude encontrar el modo el que quería expresarme fue todo proceso, varias horas escribir y re-escribir, hasta que pude lograr lo que pretendía”, aportó a su turno Francesca.

En cuanto a decidirse a exponer públicamente el tema de su charla, los chicos también contaron sus vivencias. “Cuando íbamos aproximadamente por el quinto encuentro, pedían voluntarios para pasar al frente. No tuve problemas en pasar, la di sin mayores complicaciones, tal vez al principio tenía problemas con acodármela. Sentí que el recibimiento de mis compañeros también fue bueno, y eso fue importante”, expresó Patricio.

Francesca también fue de las que se aventuró a dar la charla en público. “Soy una persona abierta con los demás, que suelo poder decir lo que me pasa y no tengo vergüenza en hablar por lo que cuando dijeron que teníamos que contarlo en público no tuve mayor problema; sí la complicación fue acordarme la charla sin equivocar me. Porque siempre hay nervios por más de sean 200 personas o tus compañeros, es el hecho de estar ahí, toda la adrenalina previa a subir y pensar en todo lo que viniste trabajando este tiempo, en todo lo que puede llegar a pasar cuando te subas al escenario. Pero también con mis compañeros me sentí cómoda, ellos son positivos, nos ayudamos entre todos y buscamos lo mejor para los demás”, manifestó.

“Yo no soy de contar mis problemas o lo que me pasa, de reprimirlo hasta terminar explotando, y esto me ayudó mucho para poder hablarlo. Sentí que iban a respetarme y escucharme, y poder así transmitir lo que sentía”, remarcó Patricio.

Esta tarde, entonces, serán 25 los alumnos que se animarán a dar su charla ante todos los que deseen escucharlos y acompañarlos en la presentación. “Desde que comenzamos a trabajar en los encuentros quisimos transmitirles que es hermoso enamorarse de sus ideas, tuvieron libertad para elegir su tema y desarrollarlo, y eso hizo también que se apropiaran fuertemente de lo que quisieron decir”, resaltaron las profesoras que también reconocieron que todo el grupo se apropió rápidamente del proyecto, que quisieron comenzar a escribir rápido, evidenciando su interés.

Se invita a toda la comunidad a acercarse al cine Avenida, a partir de las 19 horas.

V.G.