Para celebrar los veinte años de su disco Grave, el eximio bajista nacido en Azul, Enrique ‘Quique’ Ferrari, lanzó un gira que hará escala en Bolívar, a partir del interés de Cable a Tierra, que programó su concierto para el jueves 9 de noviembre, en el auditorio de la Biblioteca Rivadavia, primera vez de la productora de Dani López en la augusta planta alta de Las Heras 80.

Será desde las 21. El segmento previo estará a cargo de Mamba Negra (jazz, funk, soul, todo instrumental), que ya ha abierto conciertos para figuras traídas por Cable a Tierra, tal el caso del bajista uruguayo Daniel Maza, que se presentó en el invierno de este año en El Mangrullo.

Las entradas tienen un valor de 5000 pesos en puerta, y de 3500 por anticipado (ya están a la venta), que pueden abonarse mediante transferencia bancaria, al 11-30356234, o en efectivo.

Ferrari se presentará en bajo y voz, junto a Pablo Pasini en guitarra, Colo Maddío en batería, Nico Tigri en saxofón, y Fran Margueritte en bajo. Cabe señalar que se ha presentado en Bolívar con esta formación, salvo por Margueritte, con quien nunca tocó acá. (A lo largo de los últimos quince años, Quique ha actuado en Artecon, el auditorio de la Rivadavia y el Club Buenos Aires, sede Cultura municipal.) Ésta es su alineación actual -más el eximio pianista Andrés Beeuwsaert, que no será de la partida en la Rivadavia-, con la que aborda un repertorio en plan jazzero, algo que seguramente el propio Quqiue explicará en la entrevista que próximamente realizaremos con él. Además, básicamente son los músicos con los que el azuleño grabó el álbum Grave, que es el que están celebrando en esta gira regional.

El setlist naturalmente se nutrirá de las piezas de Grave, más adelantos del nuevo disco que la banda se halla grabando y algunos rescates de Imperfecto, la placa que sucedió a la tributada.

Una buena parte del material interpretado, es de tipo instrumental.

El show es apto para mayores de 13 años, aclaró la organizadora en declaraciones al diario. “Es un tipo de género, el jazz, que requiere que haya silencio para que se dé la conexión del artista con el público y que todos puedan disfrutar de una música de esas características, y si concurren niños es muy difícil que permanezcan dos horas sin hacer ruido”, argumentó Dani López.

Por primera vez Cable a Tierra organizará algo en el auditorio de la Rivadavia.

-Sí. Tal cual. Hemos establecido contacto con la gente de la Biblioteca, que desde el minuto cero ha mostrado una gran cordialidad y predisposición. Yo me contacté con ellos para traer a Litto Nebbia y cerrar este año, una fecha que se nos cayó (ver aparte). Pero quedó el vínculo. Me interesaba Litto allí porque es un sitio en el que cabe más gente, ciento sesenta localidades agregando algunas sillas, que en las salas con las que trabajo o he trabajado, me refiero a El Mangrullo y Artecon. Tiene además un público muy fiel, que concurre siempre a las cosas que se ofrecen en el lugar, seguramente por ser uno de los de mayor volumen de actividad cultural y artística de la ciudad. Por otra parte, me interesa una experiencia nueva, un sitio nuevo con el que trabajar. Y además reitero y destaco la excelente recepción que me ha brindado la gente que maneja el auditorio.

Es el concierto final del 2023, un año que empezó muy arriba para Cable, con el recital de Pedro Aznar, después se desinfló y finalmente se reencauzó con una seguidilla interesante.

-Quitando la fecha de Fattoruso (julio), ha sido un año de bajistas: Aznar (marzo), Massa (agosto) y ahora Quique. Terrible. Se dio así. Un año más tranquilo a nivel cantidad de fechas, no a nivel calidad. No porque no haya querido o buscado programar más conciertos, como en 2022, uno cada dos meses, pero resulta que la economía no es la misma y la agenda de los artistas tampoco. El año pasado recién salíamos de la pandemia y estaban más ávidos de tocar en vivo y reencontrarse con su público donde se pudiera. Hoy, además, con todo abierto ya vuelven a llamarlos de todas partes, entonces no es tan fácil.

Chino Castro

Dicen que reposando se fortalecen el corazón (y los huesos)

Con casi todo acordado para tocar en el auditorio de la Biblioteca Rivadavia en noviembre, convocado por Cable a Tierra, Litto Nebbia tropezó, se cayó sobre su lado derecho y se quebró el brazo y la pierna. Ahora habrá que esperar, la rehabilitación tras las dos cirugías a las que debió someterse insumirá varios meses, y recién después podrá volver a la ruta. Pero el compromiso sigue en pie, y seguramente el año que viene tendremos a Litto en casa por segunda vez, tras su recital de agosto de 2009 en La Vizcaína. “Sigue vigente la posibilidad, pero es como si vas a comprar un auto ahora y se cae la operación. Aunque quede la puerta abierta para el año que viene, vos hoy no sabés dónde vas a estar, ni cómo, a esa altura, o si ese auto va a seguir dentro de tus chances”, pide calma Dani López. “Pero las ganas son muchas y la onda con ellos es la mejor. Además, Litto es alguien muy vital, es decir que cuando pueda seguramente va a querer ir a tocar a todos lados”, remató, como para que nadie se olvide.