Lo que plantea el intendente interino, Eduardo “Bali” Bucca, en su posteo en redes sociales es lo que nunca debió dejar de pasar, que todos usen el casco cuando van en la moto y que no se puedan hacer “cortes” con las motos generando más ruidos que los fuegos artificiales que están tan prohibidos como los caños de escape que generan estos ruidos.

Ahora bien, como dice el también senador provincial en uso de licencia, hay cuestiones que están prohibidas y hasta acá llegaron, como acá que se pone un punto y aparte. El principal inconveniente es que se les dio demasiado “changüí” a los que andan en moto sin casco (y obviamente sin patente, sin seguro, sin luces, sin espejos, sin papeles), se les permitió que naturalizaran durante mucho tiempo algo que está mal, y buscar combatirlo y erradicarlo tendrá sus consecuencias.

Si la determinación está tomada, se debe ser inflexible, tanto con el “chancho” como con el que “le da de comer”. Si “sin casco no hay nafta”, como reza una Ordenanza, pues las estaciones de servicio tendrán que hacer su parte. Y si hay caños de escape anti reglamentarios para motos, pues también habrá que ser inflexible con quienes los vendan, los coloquen, lo que sea.

Desde el comienzo de la pandemia muchos operarios municipales vieron la salida de su área sin actividad por un pase a Seguridad Vial, porque estos andaban todo el día en la calle, tenían permisos que otros municipales de otras áreas no, etc. Hubo muchos cambios de gente que hacía otra cosa y pasó a esta cartera municipal sin demasiada capacitación. Será imperioso que pongan al tanto al personal de lo que se viene, porque como se sabe, y hechos para contar sobran, las reacciones de los motociclistas ante el secuestro de la moto no suelen ser las mejores.

Habrá que tener de aliado a la Policía, que según el propio Bucca la tuvieron en un operativo “anti picadas” que se realizó el fin de semana; pero seguramente habrá para ello que aportar combustible para los móviles, entre otras cosas, en tiempos de vacas flacas, de naftas en aumento, etc.

Que al tránsito alguien lo tiene que ordenar, no caben dudas. La historia empieza un día, decía Francisco De Narváez. Muy lejos no llegó; pero la frase está buena. Y ese día parece haber comenzado, va a ser una “guerra”, no habrá que jugar con “mansos” en los frentes de batalla, porque es allí donde se empiezan a perder las batallas. Y tampoco dejar “horas liberadas”, como que “te la secuestro entre las 8 y las 20 horas”, no, se secuestra a toda hora, porque para las infracciones no hay horarios.

Se debe acompañar con otro tipo de medidas, como volver a colocar moderadores de velocidad en el repavimentado parque “Las Acollaradas”, hoy transformado en una pista de carreras, sin límites para la velocidad y abierto las 24 horas para las motos. También deben sumarse semáforos, que están anunciados para ser colocados en tres puntos sobre las avenidas Almirante Brown y Lavalle; y se debe rever el tema del Centro Cívico, habrá que abrirlo en determinados horarios para descomprimir la circulación norte-sur y viceversa, para evitar el embudo que se genera en las paralelas a Belgrano y General Paz.

Si uno observa los más de 100 comentarios que el posteo de Bali Bucca tiene en Facebook, los vecinos en su totalidad aprueban que se lleve adelante este tipo de operativos tendientes a mejorar un aspecto muy negativo que tiene la ciudad hoy. Que se debió empezar antes, ninguna duda, hemos perdido mucho tiempo, incluso vidas por excesos de motociclistas y falta de protección en la cabeza; pero como dijo De Narváez, la historia empieza un día, y ha empezado. Esperemos que no decaiga, que vaya sin prisa pero sin pausa, por el bien de todos.

Ángel Pesce.