La calificación cabe tanto para la calidad de los animales ofrecidos, como a la organización, los precios obtenidos y la agilidad con la que se efectuaron las ventas.

Vale remarcar que esta misma afirmación es válida para resaltar que la hacienda embretada, en su totalidad, eran vaquillonas Abeerden Angus preñadas, motivo por el cual hubo una gran cantidad criadores interesados provenientes de la zona y también, naturalmente, locales.

Antes de comenzar con la subasta hubo un almuerzo en el salón Las Marcas y en los corredores mismos entre corrales, los asistentes pudieron degustar algunas exquisiteces ofrecidas por el buen servicio de Borsalino.

El hábil martillo de Fernando Sáenz Valiente liquidó la jornada de ventas en menos de una hora obteniendo precios que, conocidos los resultados finales, llevan el promedio general a poco más del millón de pesos por animal subastado.

Los vientres ofrecidos fueron, en su totalidad, aportados a esta rueda por la Estancia La Valentina de Coronel Pringles, cuyos titulares mostraron una gran satisfacción al finalizar el remate. De ello dan cuenta los abrazos y algunos gestos eufóricos que asomaron rápidamente a los ojos de este cronista.

Todo terminó cuando la tarde aún era joven y el sol le ponía piedad al intenso frío del sábado bolivarense. Avezados hombres de campo que se retiraban del lugar lo hacían, muchos de ellos, sorprendidos del día vivido.