Llama la atención que desde hace unos treinta a cuarenta días todos hablan de la pobreza instaurada en Argentina, desde los tiempos aquellos del famoso matrimonio y sucesores; y lo tremendo es que el presidente actual, haya aumentado los pobres y en varios dígitos. Porque es evidente y no cabe duda, que lo que ha sucedido es, que con los ajustes o desbarajustes de Milei vamos a la lona y rápido. Y además y por si fuera poco, a nadie de quienes lo rodean ni a él mismo, parece importarles tres pimientos. Y a pesar de que no había otro creíamos era el salvador por toda la parafernalia que lo revestía, sin embargo, su dedicación a destajo en fabricar pobres es de terror.

El sino de la Argentina'. Y como está convencido de que esto es lo que necesita la nación, pues una comitiva de políticos hombres y mujeres de más de 70 años debería decirle que esto no es así; porque lleva un año, y además de los pobres en ascenso, el pescado está sin vender, y huele a podrido. Porque en Argentina ha sucedido en un año que los trabajadores que estaban al borde y trabajaban en las peores condiciones y con los sueldos más bajos se han caído a la porción y grande, de los menesterosos, o directamente, que Milei los ha tirado, que lo mismo da. Y en una de las naciones más ricas de la tierra, no da lo mismo. Que los que han detentado el poder y los nuevos con los cuales estamos sufriendo por más de treinta años, no deja de ser llamativo que solo se los conozca por hacer pobres. Peleadores y hacedores de pobres.

El actual, por ejemplo, no ha dado un solo puesto de trabajo, pero tiene en mente lo mismo que los otros, que por otra parte, a ellos se acerca a zancadas después que con el voto los hemos votado, los que lo hemos votado. Pero ahora el discurso pasa por hacernos creer que aclara; pero no aparece la luz prometida Y aún, si fuera que está aclarando, no puede pasar por el precio de la noche para millones. Y no falla, porque se ve con solo mirar que solo por doquier aparecen pobres. Y en tal caso, es necesario ver que no va más, y cunde la necesidad de quitar lo que no sirve; democráticamente si anda y por necesidad como sea, porque no se puede estar esperando más de una año para no ver la famosa lucecita; y peor, porque a miles y miles se les apaga la luz y en consecuencia la sierra sería necesaria para quienes la han portado y reírse a carcajada batiente y en ello continúan porque ni les interesa la Argentina ni los argentinos.

Y si para que le den los números van a tener que morirse, o no comer, un montón de argentinos, pues la cosa no va. 2 / 2 En esta extensa nación por una cuestión de falta de población y sin embargo, plena de riquezas por doquier no puede haber pobres, pero se persiste en ello; porque ninguno de los que andan por los hemiciclos o por el sillón de Rivadavia, ni están a la altura ni ponen el empeño necesario para estar. Tampoco se puede decir que sirvan para mucho o que algo hicieron. No son de alta mar, al contrario por poco pasan de bajura. Es una vergüenza nacional, que a los pobres de los pasados se sumen los pobres del presente; y al parecer no ha pasado nada.

Mientras tanto los de afuera miran con permanente sobresalto y hasta con cierta tristeza esta macabra película que no tiene fin. Y para más inri, y en consonancia con las encuestas o estudios de organismos internacionales, resulta que en miserias Argentina y Venezuela se dan la mano. Es de no creer. Por esto solo en cualquier país serio, el causante se va. Pero mucho más de no creer, es vergonzoso que todos, incluido el presidente, estén pensando en las elecciones del año que viene; y asombra que tal cosa suceda, porque al cabo, a unos y a otros los pinta de cuerpo entero.

Es decir, que ninguno acierta con el ojo de la cerradura, y en ello están desde hace más de un cuarto de siglo. Que se dice pronto. Y a todos ellos la única fábrica que les ha dado resultado es la de fabricar pobres. Y lleva el logo de todos ellos juntos, por supuesto, que al mando de los que vienen desmandando Por eso escribo que es asombroso que el pasa poco o no pasa nada, y sin embargo, todos empezando por el presidente están pensando en los próximos comicios, que a mí me parece que lo hagan, pero ya habrá tiempo más adelante, porque molesta en las precarias condiciones en que se desenvuelve la nación.

Me parece que mal no está guardar las formas, aunque si nos atenemos a las andanzas del presidente y sus dichos, todo sería normal, aunque la gente ve palabrotas que poco ayudan y hasta envilece la fachada. Pero es de esperar que algún día cambie. De todas maneras con blasfemias o sin ellas, hoy, no pueden estar pensando en elecciones, cuando ninguno da muestras de servir para algo; dado el colosal daño a los argentinos por cuatro pelagatos en medio de semejante país con paisanos pobres y sin trabajo; simplemente porque se les canta y desde hace un año, y ahora por si acaso, piensan nada más que en elecciones.

O sea, que la máquina de pobres trabaja noche y día y solo se les cae del cerebro las elecciones para dentro de un año. Y si es el mejor economista del mundo y está creído, según sus propias palabras, pues aunque le parezca mentira no es nada mientras haya un solo argentino que pase hambre. Pero son millones ¡Vaya recua!