TEATRO. "Me sorprendió cómo se conectó el público con la obra"

Damas vuelve el fin de semana, para dos funciones, viernes y domingo, a las 21 y las 20, en Falucho 780, la casa de la Biblioteca Cabrera y Vamos de Nuevo, grupo productor del espectáculo. Como también informamos, las entradas salen 4 mil pesos, dirige Carlos Alberto Teijón y protagonizan Diana Arbe, Alejandra Arcella, Violeta Vaquero, Teresa Manrique, María Inés Legorburu y Marilén Guzmán. La obra es de Adriana Allende.

¿Por qué vuelve Damas? ¿Habían previsto hacer cuatro funciones, o tras las primeras dos incorporaron las dos de este fin de semana?
Carlos Teijón: - Hicimos dos, vimos qué pasaba y resultó gustó mucho, el público respondió muy bien. De hecho, a mí me sorprendió cómo se conectó el público con la obra, a través de la risa, de aplausos en medio de la función, cosa que no suele pasar, sobre todo porque cuando se trata del humor uno nunca sabe bien con qué se va a enganchar el público.

"Finalmente descubren que la fuerza está en ellas"

¿Qué cuenta la obra?
Algo hemos dicho, sucintamente, pero se puede ampliar. - Es la historia de seis mujeres que salen a hacer un recorrido en combi por distintos santuarios. Las seis en la obra cuentan su historia, una historia bastante triste, si se quiere, porque son mujeres solas que la luchan como pueden y buscan en estos santos, paganos -Gilda, Rodrigo-, la solución a la vida que llevan, bastante complicada. Por una cuestión que se revela dentro de la obra, ellas quedan encerradas en un baño de una estación de servicio abandonada, el chofer las deja ahí. Se ven imposibilitadas de salir, por algo que también se revela en la obra, y a lo primero que apuntan es al rezo, se refugian ahí, en pedirles a estos santos. Esa crisis que viven provoca que comiencen a conocerse a y a decir quiénes son, e incluso a opinar unas de las otras, de sus vidas. Y finalmente descubren -sin contar el final- que la fuerza está en ellas, en empoderarse sin tener que estar pidiéndoles a esos santos que les solucionen la vida.

¿Cuál es tu papel?
Diana Arbe: - Soy una persona del ambiente rural, totalmente distinta a las otras señoras que están allí. Ninguna se parece a ninguna. La vida de mi personaje es muy chata, la más chata y monótona de todas las vidas nucleadas ahí. Se encuentra en esa situación, y al principio mira raro a la de al lado.

Pero seguramente llega un momento en que debe empezar a mirarla con cierta simpatía, porque son de algún modo socias en ese infortunio, están en la misma, perdidas...
- En un momento mi personaje cree que a las otras les pasa lo que les pasa por cómo se han manejado en la vida, pero en un momento ve que ella no tiene nada, que las demás cuentan al menos con alguna persona, y ella no.

No es la primera experiencia escénica de Arbe. Ha participado en varios grupos de teatro vernáculos, y esta es su primera incursión con Vamos de Nuevo. Sin embargo, "siempre es una primera vez", remarcó en charla con el diario, ayer en la Biblioteca Cabrera donde Teijón convocó a los medios de la ciudad.

¿Y cómo fue crear este personaje, con este grupo de trabajo y en este ámbito?
- Es un grupo nuevo para mí, yo he ido cambiando de grupo, por cuestiones de mis horarios. Ellos son personas que han hecho más teatro, profesionalmente, que yo, lo mío es más vocacional. Pero que estén me ayuda mucho, para ver mi trabajo, para advertir que no debo ir por este lado sino por este otro, por ejemplo. Me costó entrar en este personaje.

¿Más que en otros que has hecho?
- Sí, porque yo lo imaginaba distinto. Pero en sí la obra no necesitaba cosas que yo ponía. En relación a lo que veía del personaje tuve que modificar cosas, una vez que leés la obra, escuchás a las demás y oís al director, que te deja hacer pero algunas pautas hay: por ejemplo te marca que estás hablando muy alto, que ese volumen no da para tu personaje, o que lo estás haciendo muy bajo.

Alguien dirige, por algo está allí.
- Claro, por algo el director es el director.

"Aunque se trate de un drama, actuar es jugar. Si no lo disfrutara, lo dejaría"

¿Y llegaste a disfrutar las funciones? No sé si cabe ponerlo en esos términos, si actuando un actor puede disfrutar.
-Sí, si bien yo me daba cuenta de que algo quizá faltó, lo disfruté. Siempre que actúo disfruto. Después bajo y me doy cuenta de que hubo cosas que debí haber hecho mejor, o de otro modo, también me autocorrijo, pero al momento de hacerlo yo lo disfruto, es jugar, aunque se trate de un drama pero tremendo para el actor actuar es jugar. Si no lo disfrutara, dejaría de hacerlo.