17 de noviembre de 2024
La IA ha dejado de ser un concepto futurista y su impacto en el ámbito educativo es innegable.
por
Johanna Santos - Psicopedagoga
En la actualidad, la inteligencia artificial (IA) de esos que parece que van a llegar "más adelante" para convertirse en una herramienta esencial en nuestras vidas, pensemos en el concepto más amplio de inteligencia artificial ¿Qué no lo es?. Su impacto en el ámbito educativo es innegable, tanto en sus aspectos positivos como negativos, en columnas anteriores mencionaba algunos aspectos de ellos, pero en esta oportunidad traigo a debate una cuestión aún mayor por su responsabilidad al servicio social. Los estudiantes universitarios y la IA.
En el consultorio psicopedagógico, se puede observar cómo los estudiantes universitarios interactúan y hacen uso de esta tecnología y cómo esta vinculación redefine el aprendizaje, la enseñanza y hasta incluso el desarrollo personal de "ser alumno universitario". La IA ofrece a los estudiantes un acceso sin precedentes a recursos de información, de conceptos, contenidos y ciencia que de forma instantánea es adaptado a sus necesidades individuales. Estas herramientas van desde tutoriales de YouTube hasta plataformas de aprendizaje personalizadas, muchas de ellas aranceladas, que están cambiando de manera inminente la manera en que los estudiantes abordan su formación. Pensemos en ellos como adultos jóvenes, partícipes activos de sus elecciones vocacionales, futuros médicos, veterinarios, abogados, etc.
Sucede que esta interacción con la IA no está exenta de desafíos. Uno de los principales riesgos es la posible dependencia de estas herramientas, vayamos a un ejemplo concreto y diario ¿Cómo resolvemos los cálculos? responder con la calculadora o mentalmente no varía en las capacidades cognitivas; sino en la dependencia a las tecnológicas simples (y de la mano de la edad del interlocutor), hay generaciones que nacieron con estas tecnologías y esto marca también el nivel de utilidad de las mismas. Son los denominados seres digitales.
El debate deviene de que podría llevar a una disminución de habilidades críticas como el pensamiento analítico y la resolución de problemas. Como estamos transitando este periodo aún las investigaciones científicas se encuentran en proceso. En clave de prevención secundaria es esencial que los docentes fomenten un uso equilibrado de la IA, integrándose como un complemento, no como un sustituto, del proceso de enseñanza y aprendizaje.
En este punto la ética en el uso de la inteligencia artificial es un tema en auge, debido a plagios y suplantaciones de datos en trabajos de grado y posgrado. Por lo tanto, las universidades nacionales, principalmente privadas tienen en marcha programas que limitan el uso de IA, en estos trabajos; apelando a la responsabilidad de formar profesionales críticos que comprendan tanto las ventajas como las limitaciones de la IA.
Para concluir, la relación entre los estudiantes universitarios y la inteligencia artificial es compleja y multifacética esto se debe a que, incluso cuando este documento se publique habrá más información al respecto. Los avances en el área son inconmensurables.
Recurrir a su uso con intenciones de apoyar el potencial de enriquecer la experiencia educativa, será bienvenido en el proceso educativo pero resulta interesante enseñar a usar las mismas porque creemos que conocemos mucho de tecnología, pero es un campo muy amplio que espera aún más de nosotros en el campo de la aplicación. La clave está en integrar la tecnología en el aprendizaje, promoviendo un desarrollo integral que prepare a los estudiantes para los retos del futuro, incluidos la IA.
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Su autor está detenido en Sierra Chica por un delito posterior y se aprehendió en un allanamiento y requisa a quien resultaría ser su cómplice.