COLUMNISTA. De la reproducción a la comprensión: técnicas de estudio que transforman el aprendizaje

Los hábitos de estudio son en gran parte los responsables del éxito o permanencias y hasta deserción escolar en adolescentes. Lograr tan pronto como sea posible, conocer y saber su funcionalidad ayudará a hacer los aprendizajes efectivos y a mejorar significativamente el rendimiento escolar

La primera cuestión desfavorecedora a la hora de estudiar son las rutinas tan variables y excesivamente permeables a las que estamos mal acostumbrados, tales como: estudiar a la madrugada, a última hora, un rato antes, etc. Estudiar requiere de un tiempo específico y establecer un horario para ello asegurará que ese momento sea consistente. Por otro lado el ambiente de estudio deberá ser adecuado, un lugar con contaminación visual, ruidoso, oscuro o con muchos estímulos minimiza la concentración en un altísimo porcentaje de casos. En otros estudiantes no es así, pero ese no es el tema que nos convoca hoy.

Las técnicas de aprendizaje activo son un gran aliado en trayectorias que presentan ansiedad o hiperactividad, para ellos se proponen sesiones cortas en las que se divide el aprendizaje por etapas, siempre teniendo en cuenta las metas y los objetivos a alcanzar en cada momento de estudio. Lo que es muy útil a la hora de medir los progresos.

Dependiendo del contenido a estudiar, los ejercicios prácticos o de simulación colaboran para evaluar la comprensión. A su vez, enseñar lo que se aprendió, explicarlo de forma escrita o gráfica a un par o a uno mismo ayuda a consolidar la comprensión y descubrir en qué áreas se necesita más estudio.

Las estrategias de estudio, que aparecen cuando el estudiante sabe diferenciar qué le sirve hacer a la hora de estudiar, que a su vez, estas no son iguales para todos, puede ser que a algunos estudiantes les resulten productivos los mapas conceptuales y a otros los resúmenes escritos a mano. Son posibles de alcanzar si se trabaja en cambiar el modo de vincularse con los aprendizajes.

Estar motivado se consigue teniendo en claro los objetivos del estudio no sólo de la meta final, como puede ser recibirse, sino de la fundamentación teórica de por qué ese contenido podrá ser de utilidad a los fines prácticos y cuando los logros se dejen ver, recompensate, ayudará a mantener una actitud positiva.

Como conclusión se podría decir que, como todo lo que tiene que ver con las ciencias sociales y las prácticas humanas, no hay receta que nos sirva a todos por igual, ni que asegure un éxito al cien porciento; pero si es seguro que, las técnicas de estudio, son un aliado fundamental a la hora de aprender a aprender.