COLUMNISTA. De esto y aquello

Lo excelente de este paramera es que todo está bien, que se avanza, pero nadie ve al que avanza y solo son rumores de que se está mejor, lo cual aunque parezca mentira, es solo un pelín y como tal para poco sirve, pues a este señor los pobres se le multiplican, como los panes a Aquel lejano hombre; con la diferencia que con aquel se comía y con este, empezamos a comer y poco. Y sí comen los amigos de él y él mismo, que para eso la casta con la caspa se las saben todas. O sea, que como es de suyo y en consonancia con lo que se ve, el panorama continúa expectante más que otra cosa. Y lo curioso es que al cumplir un año, nuestro presidente se le ve horondo al igual que los amiguetes; y en lo hondo los que esperan que se les de la vez, para subir algún escalón Claro que tampoco hay que olvidar lo que sucede cuando se cae en profundo que se torna más difícil ascender y llegar a la superficie; y ahí todavía falta, y bastante al parecer.

O sea que el señor Milei avanza tanto pero tanto que todavía estamos bastante atrasados, porque por más que digan que un poquito es nada o nadita; salvo, eso sí, para los mismos de siempre que unos trabajando el campo y la industria que sin duda anda, como también andan y de maravilla y gracias a algunos de ellos, pues, los demás al garete. Y con la vela agujereada.

O sea, que no hay que cantar victoria pero en cualquier momento vence. El problema es tan tremendo que a este paso es imposible saber si vamos a estar para celebrar, porque la vida no espera, corre y corre de verdad. Porque de que le sirve a un jubilado la espera si en un mes se puede caer al otro lado de la raya y sin haber podido aplaudir. Y de que se le puede hablar a un trabajador de pocos haberes si se ha desbarrancado, y por supuesto ya suma el caudal de los últimos parados y pobres. En el caso argentino y por enésima vez el que espera desespera. Siempre la misma película.

Y las últimas preguntas a la gente mediante los distintos encuestadores, pues al parecer todas aseveran y ello por más que las inflen hasta donde dan, pues es que de verdad la inflación ha caído y de ello sin duda hay que estar agradecidos.

Sin embargo, bien leídas se ve y no es apariencia, sino números, que continúan habiendo dos países; y sobre todo que hay muchos más pobres que antes; y al señor presidente no se le mueve un pelo, pues a pesar de la cantidad le importa tres pimientos. Solo parece importarle el famoso número que no llega nunca; y que casi con seguridad va a llegar, aunque para ello siempre falta un buen trecho; y lleva un año y lo que vendrá. Por otra parte ya es hora que pase de sexto grado y se deje de embromar mojando la oreja a cuanto hombre o mujer que piensa distinto, lugareño o extranjero, pasa a su lado.

Porque en definitiva se ríen de él, pero es Argentina. Y por si algo faltare, lo de siempre desde hace un año, sigue sin saber elegir o elige bien y al cabo, y ya en el Estado, se desmarcan de los fines y por sus pecados los echan con gran alharaca. Y ello significa que no todo lo que rodea al presidente es bueno y que salta ni bien hay algo que los hace pecar. Y en este gobierno eso es gravísimo pues viene a salvar la república, para lo cual hay que dejar a un lado aquellos con poca o nula porción republicana. Pero claro, dicen que el poder mancha la conciencia y entonces es que está mal elegido y este gobierno elige mal desde el primer día y ello también se debe a que en el último cuarto de siglo se han secado las cabezas desde la escuela, tanto de los buenos como de los malos; algo que se siente en la misma calle para no subir a ningún sitio; y en consecuencia, poco se puede hacer, porque además y por añadidura, sucede lo mismo por el mundo.

En consecuencia, es de esperar tenga éxito lo que necesitamos pero tampoco se la crea porque sin duda hubiéramos estado ya mejor si hubiera sido capaz de hacer lo que está haciendo en tres veces, y cumplirlo todos, los de arriba y los de abajo. Se le ha metido en la cabeza que ganó las elecciones por sí mismo, cuando ya hasta los periodistas y aplaudidores ni se acuerdan que las ganamos nosotros, no él, que las ganamos para que perdieran sustento los que estaban desde un cuarto de siglo y él se vanagloria, pero el caso es que el que se vanagloria soy yo y los otros al punto que los sacamos del medio; y al rato viene a unirse con ellos, con los sacados.

Que es tremendo el problema argentino, y nunca se termina de resolver. Unas veces los Hunos y otras veces los otros, pero nunca se acierta; y por si no bastare al actual se le ha metido en la cabeza dirimir el futuro frente a Cristina. Ir a por ella cuando ni es el momento ni se sabe a ciencia cierta la relación de ambos. Me parece que hay otros. Sería el colmo que por añadidura gane ella. Salvo que en ese momento estemos comiendo todos a manos llenas y con los bolsillos igual. Es decir que estemos todos trabajando, pero no lo veo; y el horizonte habla, Este es un país destinado, gracias a sus políticos, a tener un porcentaje altísimo de pobres; al menos por lo que se ve no se terminan y Milei los aumenta. Y va más de un cuarto de siglo. O sea, espero que el futuro traiga de verdad el maná.