16 de diciembre de 2024
En la actualidad nos vemos frente al gran desafío de luchar contra el sedentarismo, y es que como sociedad nos llevó años de avances y desarrollos tecnológicos brindarnos confort y comodidad en todos los ámbitos de la vida y eso tiene un costo que nadie supo analizar a priori.
Poco a poco fuimos sumando utilitarios, artefactos, medios para reducir la incomodidad y resultó que todo ese conjunto nos decantó en seres sedentarios con todos los problemas de salud que eso acarrea e incluso con la necesidad de pausar y reorganizar nuestra mente para poder llevar adelante una vida saludable.
Hoy te proponemos desandar el camino para que elijas caminar en vez de ir en autos, andar en bicicletas y no en monopatín eléctrico, subir escaleras y no usar los ascensores, elegir darte espacios de movimiento en vez optar por artefactos o casas inteligentes que nos quitan el placer de trasladarnos, en definitiva nuestra sugerencia es que elijas a conciencia para que cada paso te lleve más cerca de ese lugar de bienestar a los que todos queremos llegar.
Pero la pregunta que ronda todos estos avances que acompañan nuestra rutina es si realmente resultaron ser beneficiosos para nosotros como humanidad. Y la verdad es que para muchas situaciones o momentos son realmente necesarios, pero para otros nos empujan a perder la salud física y mental cayendo en el sedentarismo.
Por eso, como todo en la vida, hay que ir en la búsqueda de los puntos medios y el equilibrio y no dejarse llevar por ninguna ola, sino que hacer pausas y evaluar si lo que hacemos y cómo lo hacemos es lo que realmente ansiamos.
Aquí hablaremos de lo beneficioso que puede ser optar por llevar una vida activa físicamente y mucho más saludable que nos acerque al bienestar que necesitamos no solo físico sino también mental logrando alcanzar una salud integral individual y colectivamente.
Cuando hablamos
de salud nos referimos a ir más allá de lo estético, sino en la incorporación de hábitos que nos
aporten beneficios para nuestra salud y en este sentido lograr tener un
profundo impacto en nuestra calidad de vida.
La mayoría
sabemos que realizar actividad física de
forma regular y tener una alimentación saludable son soportes fundamentales
para sustentar la salud de nuestro cuerpo y nuestra mente.
Al referirnos a estilo de vida hacemos referencia a casi todas las acciones que realizamos a lo largo de un día, entonces con ese enfoque, entendemos que es una manera de vivir. Por eso la propuesta de ser activo y positivo va más lejos que el deporte y la alimentación, sino que nos propone un enfoque distinto de la vida y como nos tomamos los reveses para lograr longevidad, pero con salud.
Siguiendo en
sintonía, lo referente al ámbito de la salud mental no es un tema menor, y es
que adoptar un estilo de vida saludable y activo, como por ejemplo utilizar
una bici para trasladarse, ayuda en la reducción del estrés, baja los niveles de ansiedad y disminuye la
probabilidad de sufrir depresión.
Hacer ejercicio físico aparte del movimiento corporal que nos aporta también libera en nuestro organismo endorfina cuya hormona mejora nuestro estado de ánimo, por lo que también actúa como un antidepresivo natural y, en definitiva, nos brinda una sensación de pleno bienestar.
Si a la actividad física le sumamos una dieta
balanceada, en la que abunden los nutrientes esenciales que asistirán las
funciones cognitivas, lograremos un perfecto equilibrio entre salud física,
mental y emocional que nos aportará bienestar integral, longevidad y mejor
calidad de vida.
En resumidas cuentas, adoptar este estilo de vida también nos resulta una impecable inversión a largo plazo, ya que, si logramos cambiar la perspectiva, envejecer con salud y mantener un pensamiento positivo, nos evitaremos muchas visitas al médico y viviremos la hermosa experiencia de envejecer siendo independientes y autóctonos.
Fortalece el sistema cardiovascular
Uno de los grandes beneficios que nos brinda realizar actividad física de forma regular es fortalecer la salud de nuestro sistema cardiovascular. Hacer ejercicio habitualmente mejora la circulación sanguínea, ayuda a regular el colesterol, contribuye a nivelar la presión arterial y en consecuencia disminuye drásticamente el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Para obtener resultados no es necesario exigirse sobremanera, con solo establecer una rutina de actividad moderada, como por ejemplo caminar puede significar una enorme diferencia en la vitalidad de nuestro corazón.
No es novedad que los malos hábitos y el sedentarismo en lo único que contribuyen es en el aumento del peso y todos los problemas de salud que este exceso conlleva.
La obesidad es una problemática que está perjudicando a la sociedad toda, pero en particular a las generaciones nuevas, cuyas infancias ya fueron atravesadas por la tecnología. Por eso, tomar conciencia y emprender el camino de una vida saludable no es una opción sino un compromiso.
Lograr combinar una nutrición equilibrada con la
práctica habitual de cualquier actividad física acelera nuestro metabolismo,
ayuda a subir el gasto calórico y aumenta la masa muscular.
Ejercitar
regularmente nos aporta muchos beneficios que van más allá de los obvios y este
puede ser un claro ejemplo, ya que no solo
colabora en la tonificación de nuestros músculos, sino que además induce la
producción de tejido óseo.
Al ir en conjunto nuestros músculos con nuestros huesos, cuando ejercitamos reforzamos ambos sistemas en simultáneo aumentando la flexibilidad y la resistencia lo que logra bajar el riesgo de posibles lesiones y en el largo plazo disminuye el riesgo a padecer osteoporosis.
El deporte o la actividad física tiene una estrecha relación con la salud mental. Como ya mencionamos, ejercitarnos libera en nuestro organismo endorfinas que son comúnmente llamadas las hormonas de la felicidad. Por eso, es un hecho científico que realizar actividad física de forma regular es un excelente método para reducir el estrés, bajar la ansiedad y evitar la depresión, ya que su práctica promueve la relajación mental y consigue mejorar también la calidad de las horas de sueño.
En resumen, las dos simples, pero complejas acciones de practicar actividad física y comer saludable nos brindan la invaluable ventaja de mejorar el funcionamiento de casi todo nuestro organismo.
Llevar una vida saludable que nos brinde bienestar implica establecer un compromiso con uno mismo, pero también con nuestro entorno al que en consecuencia le servimos de ejemplo o inspiración. En este sentido, si tenemos hijos que ven nuestra constancia y cuidado personal seguramente adopten costumbres similares con ellos mismos a la hora de tomar decisiones.
Pero también es una certeza que hay muchas prácticas o deportes que se realizan en grupo y esto nos sirve como estímulo y nos genera una sensación de pertenencia que es irremplazable con cualquier otra experiencia.
Somos seres sociales por lo que formar estos lazos entre personas con intereses afines son acciones fundamentales en la creación de una psiquis sana y una fuerte salud emocional, contar con grupos donde apoyarnos y mantenernos motivados crea una red de individuos con las que vincularnos para compartir tanto las experiencias como los logros.
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