16 de diciembre de 2024
Daniela López y el balance anual de "Cable a Tierra".
por
Chino Castro
La productora artística Daniela López, de Cable a Tierra, no titubea en aseverar que el periodo que finalizará en menos de quince días constituyó "un gran año". "Quizá fueron malos años, o tristes, los dos de pandemia, el '20 y el '21. Fue desesperante, pero nos sucedió a todos, y ya pasó", comparó, en entrevista exclusiva con este diario.
Casi un lustro después de aquella inusitada calamidad sanitaria mundial, López sí admite que tal vez "uno quisiera para Cable una seguidilla de fechas de músicos célebres, como ocurrió en 2022". Un estándar bravísimo de empardar en los tiempos que corren; una vara que quedó titilando en la estratósfera. "Fue la salida del espantoso túnel de la pandemia, rompimos todo, pero todos estábamos con ese hambre de volver a surgir y hacer: músicos, público y los propios productores".
Con todo, "si todos los años tuvieran que ser como el 2024, te digo 'sí, dámelo'", vuelve al punto con énfasis López. Y remata: "Porque fue un año de sumar mucha experiencia, de variada índole, y de aprendizaje".
"Años tristes fueron los dos de pandemia. Fue desesperante, pero ya pasó. Y a la salida rompimos todo, porque todos estábamos con ese hambre de volver a surgir y hacer".
Se abrieron algunas puertas: una es que se volcaron a la producción de artistas locales. Y funcionó.
- Sí, re. Por eso te digo que no fue un año flojo, para nada. Fue de mucho aprendizaje también, y eso vale. Se trabajó fuerte con artistas locales, y cerrar el año el 26 de noviembre con Canciones de Fito en un Artecon lleno resultó hermoso, como decir 'así hay que trabajar'.
¿Resultó lo más emotivo y entrañable del 2024 de Cable?
- Sí. Yo creo que por cómo se dio el año, y por cómo encaramos la fecha todos, sí. Es difícil a veces convivir: no sé si prefiero trabajar con gente de afuera, con la que tenés que resolver porque no estás con ellos, o con gente local, con la que hay una convivencia y puede resultar mucho más relajado el armado, o al revés. Nos ha pasado, como les pasará a todos.
Me imagino que no fue el caso de Canciones de Fito, donde se notó que se dio una convivencia armoniosa.
- Sí, por eso te decía. Yo lo guardé como un aprendizaje sobre cómo hay que trabajar. Un grupo humano de excelencia. Ya nos conocíamos con los chicos, pero el armado de este espectáculo nos encontró mucho más maduros. Con Dani Zuccarino (cantante y tecladista) fue nuestra primera vez, habíamos trabajado con Mamba Negra pero no en una fecha exclusiva de ellos, y la verdad que pasamos de no hacerlo a subirse y cantar dos horas y tocar, y de esa forma... Y después, el resultado: la gente acompañó, quedó recontra manija, todo bien.
Incluso contribuyeron como productora a que el público mayoritariamente conociera a un músico 'tapado', alguien para seguir: casi nadie sabía de Dani tocando teclados y cantando así, muchos lo conocían sólo como bajista.
- Hasta para mí resultó un hallazgo. Yo lo había escuchado tocar el piano, nada más, y me parecía muy bueno, pero cuando lo vi en Dublin (en el concierto debut de Canciones de Fito, en el invierno) haciendo este proyecto me di cuenta de que está muy bueno, de que es algo de calidad y que va muy en serio. Por eso no dudé en encarar.
Y a rodar mi vida: Canciones de Fito "es un proyecto para laburarlo, acá o donde sea. Sé que el laburo está bueno y entonces confío".
¿Puede haber un Canciones de Fito 2025? Páez tiene semejante repertorio que tranquilamente podría haber un Canciones II, incluso con otros invitados. Pero no me quiero precipitar que apenas soy un comentador.
- Ojalá. Ojalá. No sé qué piensan los chicos...
¿Peo a vos te gusta la idea? Porque si a vos te gusta...
- Sí, me encanta. Tanto para acá como para otros lados.
O sea que podrían ir por más: sacar a rodar Canciones de Fito a la zona.
- Es un proyecto para laburarlo, acá o donde sea. Yo no me dedico al 'managereo' de bandas o artistas, pero en este caso lo haría encantada porque sé que el laburo está bueno y entonces confío. Es como cuando le llevás el auto a un mecánico de tu confianza, que se lo dejás tranquila.
Lo de Canciones de Fito significó el regreso de Cable a Tierra a la sala de Artecon, y entiendo que eso no es un detalle.
- No, para nada, tiene un valor importante. Hacer esa fecha ahí... A ver: si la hacíamos en otra sala iba a estar igualmente buena, pero El Taller concentra para mí una magia que en otro lado no está. Principalmente hablando de sonido: yo creo que la acústica que se logra en Artecon, es inigualable. Es todo como más compacto, y a los chicos les resulta más fácil tocar ahí, y también a los sonidistas. Como que todo ayuda, todo se complementa. No sé si es más fácil hacer sonido, pero que ayuda, ayuda. Incluso es una sala cómoda para ver espectáculos, para el espectador, porque ves y escuchás bien de todos lados. Regresar a El Taller fue muy emotivo también.
Durante 2024, Cable a Tierra produjo lo siguiente: Diario de un loco, unipersonal de Christian Eduardo Thorsen, en febrero en El Mangrullo. Familia Bermúdez, banda de Olavarría, en marzo en el Club Estudiantes. En abril, Maro González presentando su nuevo disco, otra vez en El Mangrullo. Lo siguiente fue recién en agosto: la segunda vez de Raly Barrionuevo, de nuevo en un Coliseo lleno. Después, dos funciones de Se despide el campeón, septiembre amor en la biblioteca Alcira Cabrera, y en noviembre Canciones de Fito en El Taller.
Más allá de llenar salas o no, asuntillo vital porque si el público no acompaña se va todo al demonio aunque traigan a Pedro Aznar, han ofrecido una buena calidad artística, y ese aporte a la cultura y al arte del lugar ha de dejar un sabor dulce cuando a fin de año se miran las planillas de resúmenes.
- Soy muy autoexigente, y para cerrar una fecha tiene que darse una convergencia de cuestiones, que si falta una no cierro: una justamente es la calidad de lo que vaya a proponer. Me podés decir cualquier cosa, pero creo que no he fallado en el nivel artístico de lo que hemos propuesto. Ha sido de excelencia siempre, siempre. Y tratamos de poner todo nuestra profesionalidad y experiencia al servicio del artista que venga, queremos estar a su altura.
"El Taller concentra una magia que en otro lado no está; su acústica es inigualable".
¿Qué proyectás para 2025?
- Me estoy yendo de vacaciones y la idea es desconectar, porque he llegado con la batería baja, supongo que como la mayoría. Pero estoy con ganas: anteayer envié, y se lo conté a 'Chiqui' Cuevas a través de una captura de pantalla, un mensaje por una eventual futura presentación para el 2025. Me cebé. Pero ahora la idea es desconectar un buen tiempo. Si pinta hacer algo en el verano pintará, porque siempre hay ganas. Y si no, la idea es dejar la máquina lista para que en marzo se encienda el motor. Pero la idea también es sorprenderme, este proyecto de Cable a Tierra ha sido así.
Te han llamado artistas relevantes a nivel país con la idea de tocar acá.
- Sí, ha pasado. Por ahí en enero me llama alguien como para tocar en marzo... Pero de ahí a proyectar una agenda no. Siempre salen cosas, y además quedaron fechas pendientes.
Justamente: en esa captura de pantalla que le enviaste a Cuevas, me juego a que hay un mensaje a Litto Nebbia o a su gente. ¿Acierto? Todos saben de su fanatismo irreversible por el prócer rosarino.
- Sí (se ríe). Esa es una de las fechas que quedó pendiente. Retomé el contacto, simplemente eso. Me confirmaron que Litto había vuelto a los escenarios (eso es justamente lo que Cuevas le había comentado a la productora local, como para incentivarla).
Es que 'Chiqui' sabe más de Nebbia que el propio Litto.
- Sí, es así (más risas). Si llegamos a concretar, lo voy a contratar para que me dé una mano con la producción (carcajadas).
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
CÁMARA COMERCIAL
Hay tiempo de participar hasta el 24 de diciembre.