RECUERDO DEL AÑO 2003. Laguna San Luis: de verla secarse a este reverdecer

"¿Querés ir a hacer una nota sobre la laguna? Rompieron el tajamar, se está vaciando y se están muriendo los peces". Del otro lado del teléfono, de esos celulares de 2003 que hoy parecen de la Edad de Piedra, Armando Estrebou, presidente del Club de Pesca 'Las Acollaradas' invitaba a un convite que no era el mejor.

"Voy", le respondí. Y al ratito me pasó a buscar Pereiro, hombre de la Comisión Directiva del Club. En el camino me fue contando lo que había sucedido, que por denuncia de algunos productores situados aguas arriba, Hidráulica de la Provincia había decidido derrivar el tajamar que hacía de contención de agua.

Llegamos a la laguna y ya en el ingreso se sentía un fuerte olor, era olor a pez muerto ya en estado de putrefacción. La laguna tenía una playa de unos 100 metros y sólo quedaba el hilo de agua que la atraviesa por el medio, por donde pasa el Arroyo Vallimanca.

Fuimos de punta a punta con Pereiro, a quien le daba tristeza no sólo por lo ocurrido, sino porque se daba cuenta que lo que se había roto iba a ser difícil de reparar en el corto plazo, él veía quizás como ninguno que iba a pasar un cuarto de siglo casi para volver a tener un regulador de agua.

Regresamos de la laguna con una sensación rara, acostumbrados a inundaciones y a verla siempre con agua, ahora por que se la acusaba de inundar los campos aledaños, la San Luis estaba casi seca.

Después vinieron varios años de reclamos, de gestiones, de viajes a La Plata para reunirse con la autoridad del agua, todo en vano.

Hasta que se hizo un proyecto, se presupuestó y se intentó concretar; pero volvieron a aparecer los abogados, los amparos, etc.

21 años y medio después regresé al mismo lugar para la inauguración de la compuerta, no estaba Pereiro, pero estaba Cacho Illescas, otro luchador desde la hora cero para ver concretada esta obra. Después de casi un cuarto de siglo Bolívar empezó a recuperar su laguna, la que nunca debió perder, la que forjaron los viejos hace ya más de medio siglo. Ojalá que sea para siempre.

Isidoro Laso, el primer gestor

Cuando la laguna se quedó vacía y comenzaron las gestiones para tratar de conseguir una compuerta reguladora, al primero que fueron a ver las autoridades del Club de Pesca allá por 2003 fue al entonces diputado provincial Isidoro Laso, quien en ese año empezó a transitar su último período como legislador bonaerense.

Si bien Laso estaba convencido de que tenía que dar una mano por la laguna, se encontró entre los gestores a alguien que conocía desde chico, Mauricio Iglesias, un joven nuevo presidente de la entidad, amigo de sus hijos.

Fueron muchos, muchísimos viajes a La Plata, con Armando Estrebou, Daniel Groba, Alejandro Farsani y algunos otros. Laso logró varias veces sentarlos a una misma mesa en Hidráulica de la Provincia para que se pusieran de acuerdo pero no hubo caso.

Ayer, el diputado mandato cumplido recordó: "Mauricio siempre ha sido muy agradecido de lo que hicimos en su momento. Fueron múltiples gestiones que hicimos junto con ellos, se elaboró un proyecto muy moderno, que era la primera vez que se iba a aplicar en el país, que era la compuerta que flotaba, se inflaba y desinflaba de acuerdo a las necesidades. Eso se licitó, se adjudicó, y cuando se estaba por concretarse los productores antepusieron un nuevo recursos y no se pudo hacer. Era un proyecto innovador para esa época".

Después es historia conocida, Bali Bucca tomó las riendas desde el minuto 0 (2011) y tras mucho batallar junto a Pisano se consiguió construir la tan ansiada compuerta.