A Santiago González le interesa crear. Por eso programa y compone canciones, moviéndose cada vez con más soltura en dos universos supuestamente inconciliables que él alinea a sus necesidades. Mientras avanza junto a sus compañeros de San Francisco al Sur con la grabación del segundo disco de la banda, proyecta un 2025 en el que seguir dándole lustre a un proyecto módico que es, en rigor de verdad, el único que existe: hacer lo que quiere, vivir en estado de pasión.

El corazón sobre todo, dice una vieja canción de Estelares, pero sin abandonar lo mental, que, bien usada, la cabeza nunca sobra (y casi siempre falta). El año empezó con trabajo para el cantante, compositor y guitarrista (y programador, más vale) bolivarense radicado en La Plata. Y laburo del lindo, el que se elige como sentido del existir. San Francisco al Sur es su "proyecto principal", desde la perspectiva de que se trata del recipiente y la locomotora de sus canciones, enfatizó en entrevista exclusiva con el diario.

Están grabando el segundo disco, en el estudio Karu, de Ensenada (La Plata), que recomendaron los miembros del combo que son de allá. Será un álbum con siete o nueve cancines propias de González (una en colaboración con el tecladista Emilio Díaz). Siete o nueve porque hay dos que se disputan el último escalón, pero podrían quedar ambas si no hay manera armoniosa de resolverlo. En principio, el disco vería la luz sólo en plataformas digitales, mientras hacia el interior de la banda cobra espesor el deseo de lanzarlo también en formato compacto. El primer corte ya circula por ahí, se llama Hiper y fue mezclado y masterizado en Karu. "Pensamos en titular el disco El sur en llamas, con esa referencia al sur, por un lado, y en llamas porque queremos que tenga un poco más de potencia sonora y de rocanrol que el primero", indicó Santiago.

"Noches sin dormir" para las canciones amadas

Ese álbum debut, La misma esquina, contiene "una amalgama de un montón cosas", lo que "está bueno", porque, a la vez, "no deja crecer ninguna. Son muchas y ninguna predomina ni se desarrolla a lo largo de varias canciones", describió un plan que ahora variará.

"Justo hoy estuve charlando con el ingeniero de mezcla de Karu, porque tengo ganas de mezclar un par de temas yo", soltó de pronto González. "Me agarró la 'locura' de querer hacerlo. Él como ingeniero de mezcla le dedicará un tempo equis a ese trabajo, pero yo, virtualmente noches sin dormir, como hice cuando mezclé La misma esquina. Y me parece que está más bueno porque si se quiere hilar fino, si se quiere ir al detalle, al hueso más puntilloso de la música, está bueno hacerlo uno y dedicarle todas las horas que sea necesario. Si bien Mauro, el ingeniero de Karu, hizo un gran laburo, le puede dedicar un cierto tiempo y tendrá que pasar a otra cosa, pero con todo el amor que le tengo a mis canciones, yo le puedo destinar mucho más tiempo y detalle a la mezcla", diferenció el músico.

El citado Hiper, Tu alma, Etcétera, Mar de rayos y Hoy te vi, son las piezas ya horneadas. La idea del sexteto es anticipar dos, y luego lanzar la obra completa, se calcula que para mayo/junio. De todos modos sus seguidores en La Plata y Baires ya están familiarizándose con el nuevo material, dado que el grupo lo está mechando en los setlists de sus recitales.

"Me gusta que un disco sea un viaje que contenga todo"

Será una colección de canción de "rocanrol y otras cosas", anticipó el autor principal. "Los temas de Emi son distintos a los míos, eso me gusta. Tiene uno que es como un funky disco, y una balada folk. Lo mío es más rockero, más pesadito. Pero lo que me gusta es que hay una homogeneidad estilística que no había en La misma esquina, que siento que saltabas de una cosa a la otra. Si bien está bueno eso, me gusta escuchar un disco y que sea un viaje que contenga todo", diferenció, para dejar claro cuál ha sido el nuevo norte del colectivo que tripula. San Francisco al Sur cumplirá tres años en julio. El nombre alude a sus dos fundadores: San es por Santiago, y Francisco por el 'Huevo' Francisco Allende, el baterista. Lo de Sur ya es complejo de rastrear, surgen algunas diagonales como en la ciudad-hogar de la banda: "Me apareció en un sueño el nombre, pero nunca lo entendí. Capaz con los años, retrospectivamente, lo entenderé", explicó el cantante. El 'Sur' no sé bien de dónde viene, pero me parece que queda bueno, pega bien con el San Francisco. Y además, como San Francisco es una ciudad, nos pareció que encaja bien el al 'Sur', una Buenos Aires al sur, ponele, como decir 'qué hay ahí, en esa región'". Con los citados González, Allende y Díaz, más Mateo Herrera en guitarra, Genaro Russo en bajo y Francisco Ferrando en percusión, tenemos la estrella de seis puntas. El grupo se mueve -y se afianza- entre La Plata y Baires. "El año pasado no tuvimos tantas fechas, diez, quizá. Pero nos interesa la calidad sobre la cantidad", se plantó el violero, cantante y compositor. "Digo tocar en lugar que nos gusten, donde sabemos que la pasaremos bien".

Y está dando para eso, o al menos el año pasado pudieron cumplir ese plan. Y si lo sostienen habría que 'leer' que la banda está consolidada, porque es lo que ustedes quieren.

- Sí. Sí. Y tener un nuevo material, como banda te da un impulso grandísimo para tocar. Yo siento que o le dedicás tiempo a tocar, o le dedicás tiempo a grabar. Tenés que hacer un balance ahí, no podés estar en todo al mismo tiempo porque te volvés un poco 'loco'.

Lo que se hace habitualmente es grabar y salir a tocar esas canciones o disco.

- Y sí, porque si querés hacer todo a la vez... La gente tiene su laburo también, nosotros somos pibes con nuestras ocupaciones, y si todos los fines de semana tenemos que tocar, al otro día grabar, y hacer esto y lo otro...

Se terminaría la banda.

- Y, hay que mantener la fiesta en paz también...

Salvo que entrara mucha plata, con lo cual también explotaría la banda, y quizá terminarían todos peleados. (Se ríe).

- Ahí se terminaría definitivamente, ¿no?...

Tendrían un cuarto de hora inolvidable, eso sí.

- Eso seguro. Las risas y la diversión no faltarían, eso desde ya.

De regreso al material nuevo: "Le tenemos mucha fe", aseveró Santi, casi en un tono temerario, de quien quiere salir a 'comerse la cancha'. otivos, hay: "Primero, que lo grabamos en un estudio que está muy bueno. La calidad de audio es diez veces mejor que en el primero, y además hay una maduración compositiva que está muy buena, pasaron los años. Ahora lo tengo a Emi (el tecladista), que también compone y muy bien, y como músicos noto que hemos evolucionado", remarcó el concepto.

No más de lo mismo

Justamente: ¿cuánto te interesa perfeccionarte como guitarrista, o te alcanza con tocar para acompañarte, aportar al armado general y ya? Estimo que si tenés ideas para crear no te importará tanto ser un virtuoso del instrumento. No cabría pedirle a Charly García, que está lleno de ideas para componer, que toque el piano como artha Argerich, que puso toda su sangre en ejecutar a la perfección, si cabe decirlo así, de un modo sublime.

- Es que, claro... Ser un virtuoso en algún momento me interesó: por eso estudié varios años Jazz en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, la EMPA. En un momento era un limado de la teoría y de tocar todas esas escalas en doce mil posiciones y todo un montón de cosas, escuchaba a los mejores guitarristas y quería sacarles todos los yeites, pero con el tiempo uno se encuentra a sí mismo en un estilo y deja de querer abarcarlo todo. Entonces es: del jazz me quedo con esto, del blues me quedo con esto, del folclore con esto, y formás un estilo que tampoco quiere ser el mejor en todo, viste. Así que como formación guitarrística, porque yo toco todos los días, no estoy interesado en estudiar más lo que ya estudié, digamos.

Versátil, antes que virtuoso

El asunto para todo músico ha de ser lograr que lo que hagas, suene a vos, ser lo más genuino que puedas.

- Sí, claro. Yo estoy muy conforme con mis habilidades como guitarrista, me parece que puedo tocar casi cualquier cosa, y eso a mí me conforma. Podés ser un virtuoso del instrumento, o podés ser lo suficientemente versátil para tocar lo que se te ponga delante, y yo creo que voy más por el segundo camino. Y que la guitarra sea el transporte donde yo pueda componer las canciones, ahora me conforma eso.

No vos el transporte de la guitarra.

- Exactamente.

"La música moderna, rock o lo que sea, está tirándose a lo bailable"

¿Qué has escuchado, últimamente, que te haya volado los rulos?

- Mucho Supertramp. Conocía cosas, por mi viejo, los clásicos, pero empecé a profundizar y es una banda de reputísima madre. Lo mismo con Toto. Conocía lo clásico, comencé a indagar hacia adentro, y cómo suena, cómo suena Toto. Además, un seleccionado de músicos sesionistas era. Una locura total. He estado escuchando también Paul McCartney solista. Yo curtía a Los Beatles, y me gustaba Paul como compositor, pero nunca había indagado en su carrera solista, y ahora descubrí un par de cosas muy buenas. Y como cosa más moderna, una banda inglesa que se llama Roosevelt, como el presidente, Franklin Delano. Hacen como un pop disco modernoso que me gusta. Se le puede robar mucho porque está muy interesante, muy bailable, y yo creo que hay como una tendencia de la música moderna, sea rock o lo que sea, a tirarse a un lado bailable, y nosotros estamos también incursionando en eso. Me parece que el público de rock evolucionó, en algún sentido, o cambió, y ahora espera también una cosa bailable en la que está bueno incursionar, al menos a mí me gusta.

El final es en donde partí

Santi González programa para crear. Dejó la tecnicatura en Sonido y Grabación, y con el diario del lunes correspondería 'leer' que estuvo bien, allende alguna incertidumbre que seguramente creó en su entorno. Se "descarrió" (o encontró su carril, ja) por un amigo: "Vos tenés que aprender a programar, es algo para vos", le espetó el cumpa, que sabe que "yo he estado toda mi vida con la computadora". "Metete acá, porque te veo ciertas cualidades que me dicen que tenés que entrar a este mundo de la programación: sabés inglés, te gustan la compu y otro montón de cosas más", que serían compatibles, lo 'pinchó'. Debajo de sus rulos ese amigo sembró fuego, y fue así que Santiago largó la carrera, empezó a investigar, a meter las manos en la inconmensurable masa tecnológica como le sugirió el 'pibe-aguijón', y ahora ya hace diez meses que trabaja como programador. "Y está buenísimo haberle encontrado el paralelismo creativo a la programación y la música, es algo que descubrí con el tiempo", remarcó el compositor, siendo que "creía que no iba a poder conciliar" ambos campos.

En ambos encontrarás margen para moverte creativamente, ya que a vos lo que te interesa es crear.

- Exactamente. Y si encontrás en la programación el nicho que realmente te interesa, podés juntar aún más ambos campos. Ahora estoy estudiando, dentro de la programación, procesamiento de señales, que tiene que ver con el proceso de grabar, audio digital, por ejemplo, cómo funcionan los aparatos que convierten una señal analógica en digital. Y todo eso tiene que ver también con lo que yo hice: estudiar producción musical, grabar mi propio disco, todo eso.

Fue una pegada dejar la carrera, decidiste bien.

- Yo creo que sí. Pero lo loco es que todo pegó un giro de 180 grados y terminó donde empecé, porque ahora estoy estudiando procesamiento de señales, o sea que volví a la producción. Yo grabé mi propio disco usando un montón de técnicas que sin saber cómo funcionaban por detrás, las pude hacer andar, en el sentido más superficial. Y ahora las estoy estudiando más a fondo. Y, sin quererlo, dejé la carrera y, por atrás, volví a estudiar algo que tiene que ver con eso.

Así las cosas, en este 2025 aún en pañales él seguirá en su elemento. Es que Santi vive para crear, y crea para vivir.