COLUMNA. De esto y aquello

Y la mayoría de la población continúa sin saber, a ciencia cierta, por qué tenemos a Milei de presidente. Cierto que él tampoco lo sabe o se hace el distraído; pero la constatación es una sola; porque no había otro, y más todavía, porque desde esta soledad se sube al caballo de todos los que le votamos para extirpar de una buena vez a los kirchneristas.

Que curiosamente es a los que más se acerca. Y no hay otra, porque, aunque parezca mentira a Milei se lo toma como tal, es decir cómo viene; porque no hay otro. Y no había otra alternativa; y por más vueltas que se le dé no había otro. Y en el acto, o sea, al poco rato todos los políticos se pusieron a dorarle la píldora para tener alguna butaca en las diputaciones. Y no paran. Porque, curiosamente, con solo la votación quedaron destruidos todos los partidos políticos y en vez de reconstruirlos todos se pusieron a postularse para lo que mejor venga y les convenga; buena parte de ellos traicionando tradiciones seculares.

Esa es la verdad y la triste realidad. Y en consonancia con todo ello, y a pesar de los malísimos momentos vividos por la mayor parte del pueblo, este pueblo, espera y desespera, y algunos hasta rezan, para que llegue a buen puerto, y ello, a pesar de tremendo oleaje en buena parte causado por el mismo presidente. Pero sin embargo, la verdad es que a más de quince meses, el pescado sin vender y esperando que no se pudra; aunque huele un poquito. Pero al secretario de la casta tal cosa le importa tres pimientos y asegura que mañana amanece y es de esperar que así sea, porque lo positivo es que la realidad pasa porque no ha oscurecido.

Lo cual no es poca cosa. Pero tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Porque esto no es una dulce espera sino por el contrario muy amarga porque en el camino están quedando los más débiles. Y han sido demasiados; lo cual no se dice para que no estallen los números y para no desacreditar; pero están y sobre todo son. Es decir que la casta tiene caspa y sobre todo desmejora el pedigree.

Por otra parte desde mucho tiempo atrás no he entendido la cuestión de los populismos, singularmente, la extraña manera de llegar con fuerza inusitada a las masas y hasta a los que la van de levaduras. Porque para nadie puede pasar desapercibido que desde que existen populismos sale a la larga a la corta que el que se queda afuera del populismo es el pueblo que continúa como antes y en el mejor de los casos y hay pocos, medra algo. O sea vive un poco mejor. Pero el populismo jamás trabajó para el pueblo sino que da la espalda a los votantes y ayuda siempre a los que siempre se ayuda y que ayudaron a solventar campañas.

O sea que un libertario de estos de hoy deja todo, o casi todo como está, y trabaja para los que siempre hatrabajado. El tema pasa por si el hueso que se tira al pueblo es una birria o merece la pena padecer libertarios. Y ya queda todo dicho y bien atado. Nada nuevo bajo el sol,al punto que el presente en este momento argentino pasa por lo de siempre; por el dólar. Siempre el dólar: y su innata cuestión, si sirve para todos o para este o aquel. Pero nunca para ninguno, porque en tal caso a nadie le daría por el dólar y viviría muy bien con su moneda.

Y eso poco sucede. Tampoco entiendo esa constante parafernalia de gestos y verborrea en Macri para marchar junto a Milei, cuando él sabe o alguien tiene que decírselo que se puede, aunque más o menos,pero sobre todo no se debe romper un partido para andar camino a las trompadas. Es un señor que aterriza cuando los argentinos quieren dejar a un lado al kirchnerismo y aparece muy bien apoyado para que continúe camino, como siempre, o ligeramente alterado; y en eso anda y andamos.

Pero eso sí con todos los partidos rotos y desvencijados y supongo que los dirigentes no serán tan poca cosa, como para dejarlos a su libre albedrío o andar camino con un rompedor de caminos; al menos hasta ahora. De lo que se trata no es de apoyar o no a Milei, sino más importante,enderezar cada cual su partido que han quedado bastante torcidos. Y después, y ya en la lid, votar lo que convenga, o marchar juntos los trechos que puedan merecerlo. Pero al menos que haya altura.

Y lo más curioso de este armazón político actual es que lleva a recordar a famosos populistas; aunque personalmente me lleva en volandas a un libro fuera de serie:La rebelión de las masas. Porque en eso ha quedado buena parte del mundo en tener millones de hombres masa y que aquí con el inicio y desarrollo de la era Milei salta a la vista curiosamente que Ortega y Gasset tenía razón por la primera década del siglo veinte de lo que en unos sitios antes y en otros después; y en Argentina ahora, ha de consistir en ver el poder político en unos individuos sin basamento intelectual haciéndose con los cuerpos y las mentes; las desmanteladas mentes para empezar una era que ni se sabe a dónde lleva.

Porque una derecha inculta trae solo incultura y con un poco de suerte deja el dólar de una buena vez donde debe estar para que cada cual trabaje en lo suyo y crezca, al menos a partir de su bolsillo. Que tampoco está mal. Pero lo curioso aparece al ver en consonancia con Ortega el hombre masa ha llegado al poder; y de tal manera se puede continuar con más masa.