OPINIÓN. Plazas y ramblas sufren la actual sequía, hay que regar esos espacios públicos

Por estos días nos la pasamos mirando el cielo y el pronóstico del tiempo. Ya mucho a lo que dice el Servicio Meteorológico Nacional no se le puede creer porque pareciera estar en manos de los encuestadores que aparecen previo a las elecciones, que no pegan ningún resultado. De todas maneras todos observan el teléfono buscando en los próximos dos días cuando va a llover, y nada. Si hasta los adornos de lobos marinos traídos desde la Costa Atlántica nos mienten, se ponen violetas y no llueve nada.

Al margen de los errores que pueden cometer los meteorólogos, lo que no podemos hacer es sentarnos a esperar que llueva mientras las ramblas y plazas sufren esta sequía y comienzan a ponerse amarillos el césped y las hojas de los árboles, en muchos casos muchas cayendo como si nos hubiéramos adelantado una estación.

Históricamente Bolívar ha tratado de conservar sus ramblas y sus plazas, patrimonio de todos (como lo eran los plátanos de Almirante Brown y Sarmiento), mediante la utilización de un par de tanques que auxiliaban en época de sequía tirados por alguna camioneta municipal y llegados al lugar seco, los operarios colocaban una manguera de buen diámetro que esparcía agua donde no había caído del cielo desde hacía un mes. Por estos días no hemos visto a esos tanquecitos, por el contrario, lo que vemos es la sequía que sufren las plazas y las ramblas, cada vez más desprovistas de árboles, ya que los que sufrieron la cola de tornado del diciembre de hace algunos años atrás no fueron repuestos.

Los Guardianes de Tu Plaza han hecho una gran labor, se nota que se mejoró mucho en ese aspecto, con acierto y errores, como todo el que hace; pero es indiscutible que la labor de Fernando Álvarez y sus muchachos dio resultado. Estaría bueno que ellos, que son los que están en el lugar, pudieran añadir esta tarea en las plazas. Lo de las ramblas ya es una función más engorrosa, porque son más y hay que desplazarse por toda la ciudad.

No esperemos a que llueva para que nuestras plazas y ramblas reciban agua, si las podemos ayudar sin necesidad de que la naturaleza provea, mejor.