15 de septiembre de 2024
por
Dr. Felipe Martínez Pérez
A esta altura de los acontecimientos a veces me pregunto si Milei sabrá economía que es lo que se dice él que sabe; pero veo que día que pasa no es que esté peor, es que no se ve amanecer, y es lo que llama la atención, pues llevamos más de un año esperando que caiga el maná y solo se ven las famosas vacas macilentas de las plagas. Y en consecuencia, ya no sé si sabe economía o lo hace adrede o donde me descuide sé más que él; y poco sé. Sin embargo, no me cabe ninguna duda, que con varios dólares no se va a ninguna parte. Y con uno solo todos saben para donde partir, y a qué atenerse, al menos hasta que se caiga y suba el rublo o el yuan chino, pues merced a estos pasos que está dando el mundo, puede ocurrir y ocurrirá en tiempos no muy lejanos.
Sigue creído que lo votamos a él, cuando en realidad con el único que había botamos a los que estaban para que salgan de una buena vez, que no es lo mismo, aunque da la misma cifra; pero continúa sosteniendo una manera de ver la realidad que se está convirtiendo en irrealidad y para muchos más de lo esperado, pues dado que el buen tiempo no llega se han caído sin remedio del flojo estamento en que estaban; o que casi estaban. En una palabra, que los sueños de los de menos recursos ya están rotos. Y por esta columna se ha visto lo que recién sale a la luz, o ahora se dan cuenta, pues hace meses el que escribe señalaba que cada vez se acercaba más a los que habíamos botado con el voto. Y en tal caso no veo el porvenir más allá que en algún momento el dólar sea accesible o llegue a donde debe llegar, hacia abajo, más el derrumbe que ha de tener con la suciedad por ellos mismos puesta en evidencia.
Y nosotros por aquí remando desde hace un siglo o desde que se echó a patadas a Illia o desde que después de mucho dinero para untar morros, Menem le ganó a Cafiero. Y que distinto hubiera sido todo, y sin duda estaríamos más arriba. Pero es lo que hay; y con los peores de la historia argentina desde hace casi un siglo, que al cabo, son los mismos con más pelo o sin él, con corbata o sin ella. Lo malo no se va, cambia el pelo y las patillas. Y por si no bastare con ello, Juan Bautista Alberdi que parece un ícono del que se sienta en el sillón de Rivadavia les rompería a patadas la esclusa porque además no lo han entendido. Y por supuesto dejan aparcado a Sarmiento.
Y en consecuencia a pesar de la larga espera pues no se ve nada o muy poco para tanta espera y lo tremendo es que dado el tiempo que lleva de un año tampoco se ve clarear, porque la verdad es que no estamos ni mejor ni peor; pero lo curioso es que no estamos. Y hay mucha gente que estaba, pero ya casi está, pero más abajo. Es decir que el gran economista y la gran motosierra y los gritos que van y vienen más las fanfarronadas por el mundo, más el muchacho nuevo que hace poses de boite, con sus atuendos y la hermana que todo lo sabe y en todo se mete, pues a pesar de todo eso, lo bueno, lo malo y lo excéntrico, pues hasta ahora, cero por supuesto que no, pero tampoco un cuatro. O sea, que es hora de que cambie y acorte los tiempos y se deje de embromar con los lejanos aplausos para que no suceda lo increpen por hacerse el sordo.
En Argentina un tercio de los argentinos odia a Sarmiento otro tercio odia a Roca , otro tercio odia a los dos a la vez y y el diez por ciento no sabe quien es uno o el otro, y el noventa y nueve por ciento no ha leído más de una o dos hojas de cada uno y sus libros uno arriba del otro superan los tres metros. Y si a eso por supuesto cuando votan lo hacen a quien tiene el pelo más largo o ms corto; y desconoce sus ideas que por otra parte no sobresalen, porque no existen, es lógico que estemos todavía por la batalla de san Carlos que cambia el panorama total de Argentina: Y por si no bastare no se han enterado que ganó Sarmiento, y en los pueblos pampeanos hay más indios en las calles que próceres y con ello ya está todo dicho; y para que no falte hablan mal de España olvidando que aun lado y al otro del Ande los indios querían seguir siendo españoles, porque españoles eran; y no de una colonia sino de una provincia. Es decir que el hombre y la mujer argentinos, por lo regular, claro que no todos, pero si la mayoría, andan perdidos buscando la sombra de algún ombú que para colmo tampoco los hay.
Y
entre tanto y mientras llora o sueña todo está como en aquel entonces para el
que trabaja y los únicos que andan bien son los que trabajan poco y miran sus
derroteros con la hermosa anuencia y amistad del Estado. Que así se siguen
haciendo los negocios mientras el trabajador sostiene el negocio que nunca
llega del presidente. Y hasta ahora no hay otra y esto viene sucediendo hace
medio siglo. Y en medio siglo, medio país se ha ido al otro mundo sin haber
podido llegar a una vida soñada. Vergüenza por toda esta recua.Este es un país
que sin guerra alguna sacrifica hombres y mujeres pormalicia y poca cabeza. Lo
cual, no deja de ser curioso que los políticos suban para enriquecerse y
empobrecer al votante.
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