6 de noviembre de 2024
por
Johanna Santos - Psicopedagoga
La dislexia es uno de los trastornos del aprendizaje del que más se habla, se citan a famosos para hablar del tema como Steven Spielberg, director de cine (películas como E.T., Jurassic Park y La lista de Schindler son algunas de sus obras más conocidas) él fue diagnosticado con dislexia siendo adulto.
Spielberg ha hablado abiertamente sobre cómo el diagnóstico lo ayudó a entender las dificultades que enfrentó en la escuela, pero nunca le impidió lograr el éxito en su carrera. Incluso a modo de curiosidad se menciona a Leonardo da Vinci (Artista e inventor) en la lista de importantes célebres con dislexia y aunque no se conocía la dislexia como tal en su tiempo, algunos estudios modernos creen que Leonardo da Vinci podría haber tenido dislexia debido a su escritura espejo y otras.
Pero que contemos con información al respecto no lo exime de las malas o erróneas interpretaciones. En primer lugar es fundamental entender que la dislexia no es sinónimo de falta de inteligencia, sino un perfil cognitivo particular que afecta principalmente la lectura, escritura y, en algunos casos, el procesamiento fonológico.
La teoría dice que es una dificultad persistente para descifrar palabras escritas, que muchas veces conlleva errores en la fluidez lectora y ortografía.
Los signos más comunes de la dislexia generalmente, los detectan los docentes en el nivel primario y corresponden con la inversión de letras o números (leer "sol" como "los" o escribir "41" en lugar de "14"). Y otras como leer lentamente o con muchas pausas, tener dificultades para pronunciar palabras nuevas o complejas, confundir palabras similares como "casa" y "cosa".
Cada niño y niña con o sin dislexia es único, por lo que no todos presentarán los mismos síntomas, ni en la misma intensidad. La clave está en enfocarse en las fortalezas, y no solo en las dificultades o aquello que, por lo propio de la dislexia no logra resolver aún. Aún y en cursiva, para darle preponderancia al paso del tiempo. En este punto me interesa particularmente remarcar que la dislexia no es algo que "se cura".
Es una condición que acompaña a la persona a lo largo de su vida, llegan a consulta familias que con diagnóstico en mano preguntan por el alta, esto da paso al proceso de aprendizaje que el grupo familiar deberá emprender para apoyar a su hijo o hija; ya que con las herramientas adecuadas, se pueden mitigar muchos de sus efectos.
Como todo en salud, una intervención temprana es clave para el éxito. De este modo se minimizan las frustraciones que provocan desinterés o incluso rechazo por el aprendizaje. En las aulas la implementación de métodos multisensoriales, que combinen estímulos visuales, auditivos y táctiles, han demostrado ser efectivos. Las adaptaciones como permitir más tiempo en los exámenes o el uso de tecnología pueden marcar una gran diferencia en su desempeño académico.
En la actualidad hay grandes movimientos que ponen luz a la dislexia, tales como @dislexia.ar quienes informan desde el profesionalismo y la empatía. Incentivando al país a brindar más que leyes sino la aplicación de las mismas. Cambiando el paradigma, la dislexia no define el destino de los estudiantes, pero sí nos da la oportunidad de encontrar nuevas formas de enseñar y de aprender.
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CINCO QUILLAS
Ricardo Dieguez dio algunos detalles sobre lo que queda de competencia.