Alguna vez en oportunidad de visitar a Fernando De la Rúa con una comitiva radical en tiempos de Juan Carlos Simón intendente, le preguntamos cuando todavía “Chupete” era el Jefe de Gobierno porteño si no había pensado en construir baños en los espacios públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como plazas parques, etc. Quien ha andado alguna vez por la capital sabrá que cuando hace falta un baño, hace falta desembolsar algún dinero para ingresar a consumir algo a un local comercial y poder usar el sanitario.

En aquel momento De la Rúa evadió la pregunta, como que no le pareció bien la idea, o jamás se le había ocurrido. Un cordobés en Buenos Aires siempre va a ser un cordobés, y se me puso que De la Rúa rara vez necesitó un baño con urgencia andando en la calle. Lo digo de Fernando porque fue al que se lo pregunté; pero desde que Buenos Aires es Buenos Aires, a ninguno se le ocurrió, o ninguno pudo o supo hacerlo.

Y viendo el relato de la gente de la Feria Verde, que desde hace seis años se encuentra en la Plaza Alsina ofreciendo sus productos, uno piensa si en Bolívar no es viable construir baños públicos en sus plazas, como los que tiene el parque “Las Acollaradas”, que también es un lugar público y por estos días de acceso a cualquier hora dada la anexión de la Plaza Newbery al gran pulmón verde de la ciudad. La verdad es que quien conoce se puede meter al parque por varios lugares y a cualquier hora.

Los baños en el parque están siempre abiertos, al principio no era así, en el último tiempo sí. Quizás tienen alguna restricción mayor los que se erigen a la vera de la pista de atletismo, que incluso tienen uno adaptado para discapacitados.

A decir verdad, tanto en Buenos Aires como en Bolívar, los salvoconductos a la hora de necesitar un baño rápido, al menos si uno está cerca, siempre fueron la estación de ferrocarril (cuando tenía un tránsito más fluido que el actual) y la terminal de micros, después cuesta encontrar un baño público.

Es para pensar si cada plaza de la ciudad no tendría que ser acondicionada con un par de baños, incluso uno adaptado para personas con capacidad diferente. Se podría hacer una prueba piloto en una de las plazas céntricas y luego avanzar si la idea resulta y la gente responde como uno imagina que debe responder, porque es un lugar común a todos y por tal motivo debe ser cuidado por todos.

 Gacebos

La ciudad necesita por estos días decidir algunas cuestiones. Fijar un lugar para los artesanos, como hacen otras ciudad, y que cada vez que haya una feria de artesanos se realice siempre en el mismo lugar. Las plazas céntricas son amplias y podría cobijar gacebos fijos para tal fin.

La gente de la Feria Verde se queja de que sus gacebos son utilizados para varios fines, y no siempre se los devuelven de la mejor manera. Sería bueno que se los dejen fijos y les pongan un techo de chapa, dándoles definitiva solución, para que los use luego quien los tenga que usar; pero no andar de un lado para otro. A veces uno piensa que con tantos gastos que se ven y que a veces no se entienden, nada costaría entonces poder colocar gacebos fijos y olvidarse del problema, y si se necesitan gacebos para otra ocasión, construir más, ¿o acaso el Corralón Municipal no tiene una herrería a tal efecto?

Hay lugares de la ciudad que deberían tener sus gacebos fijos. El ingreso al parque Las Acollaradas, a mano derecha, a la vera del Estadio Municipal podría ser uno. Allí históricamente se colocan los artesanos cuando se realiza la fiesta de la ciudad cada 2 de marzo. Incluso teniéndolos fijos podría haber ferias de artesanos, si se organizan, cada fin de semana, más teniendo en cuenta la afluencia de público que tiene “Las Acollaradas”. Pasa pensar para el post pandemia.

Angel Pesce