23 de octubre de 2023
‘Henry Yholan va a seguir, ‘Ñata’ sabe que el trabajo cotidiano con una potencia sólo algo menor a la de los años de su juventud, es lo que la mantiene fresca y vital. Por eso ni piensa qué son cincuenta y ocho. Valora el recorrido, pero no se detiene a pensarlo demasiado porque el futuro está adelante, no atrás’.
Así dice el párrafo final de nuestra entrevista con Yolanda Sende de Sacco, ‘Ñata’, realizada hace casi exactos cuatro años, meses antes de una impensada pandemia que nos cambiaría para siempre. La que no ha cambiado demasiado es Henry Yholan (en Boer 15 desde 1978, antes en otras direcciones), la ‘casa’ de ‘Ñata’, el dínamo que energiza sus días. Hoy, a sesenta y dos años del kilómetro cero de un recorrido que ya es emblema en la ciudad dentro del rubro indumentaria femenina, esa mujer menuda y vivaz sigue al frente de la atención al público. A su ritmo y junto a sus colaboradoras, pero con el entusiasmo, el compromiso y la sabia simpleza que son los ingredientes imprescindibles de la receta que la trajo hasta acá, y que aún le permite proyectarse.
Henry Yholan celebrará hoy con amigos y amigas, clientes y familia, y también con la comunidad bolivarense, de la que la casa ha sido destacada integrante durante más de seis décadas. Por eso ‘Ñata’ y su gente levantarán una copa y compartirán unas masas. Un rato nada más; después, a seguir trabajando, que para vivir de recuerdos todavía hay tiempo.
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