El descubrimiento del yacimiento con cuatro ejemplares fue en 2020. En ese momento se hizo su extracción. Este año, técnicos paleontólogos vinieron a ocuparse de la limpieza de los restos y el hallazgo adquirió una singularidad que abrirá puertas para la investigación de estos mega animales. "Bolívar tendrá una exhibición importante, envidiable por cualquier museo grande", sostuvieron.

A orillas del arroyo Vallimanca, cerca de la laguna San Luis, sobre inicios del 2020 fueron hallados los restos de cuatro gliptodontes, concretamente de la especie Glyptodon reticulatus. El hallazgo se produjo casi de casualidad cuando el arriero Juan de Dios Sota se topó con los restos mientras llevaba el ganado a la vera del arroyo. Aparecieron gracias a la gran sequía que afectaba la zona en ese momento, al punto que prácticamente dejó parte del cauce del arroyo al descubierto. Allí, en medio del barro, divisó la parte superior de un caparazón y se puso en contacto con las autoridades municipales.

Investigadores del CONICET - UNICEN, concretamente el arqueólogo Pablo Messineo (Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontólogicas del Cuaternario - INCUAPA) y su equipo, detallaron entonces que "la particularidad del hallazgo es que los gliptodontes 'están en posición de vida y alineados hacia el Oeste'", destacando que la presencia de esos cuatro animales que, al parecer, murieron juntos, abría un abanico de posibilidades de estudio.

"Este tipo de casos, en los que aparecen varios individuos juntos que murieron en las mismas circunstancias, son realmente excepcionales e indudablemente nos darán mucha información sobre estos enigmáticos animales y permitirán poner a prueba varias hipótesis que venimos manejando en los últimos años", señaló en aquel momento el paleontólogo Ricardo Bonini, investigador del CONICET en el INCUAPA.

De acuerdo a los investigadores, los restos fósiles estaban "en sedimento del Pleistoceno final y la cronología estimada es de 20.000 años o más, antes de la llegada de los primeros grupos humanos a la región", según sostuvo Messineo.

Estos indicios permiten determinar que la muerte de los animales se debió a causas naturales como puede ser el empantanamiento en un bajo o cuerpo de agua. "Lo relevante del hallazgo es que son cuatro gliptodontes y esto representa el primer registro de esta cantidad de animales todo juntos en las pampas" manifestó el investigador.

A partir de aquel descubrimiento, el Municipio a través de las áreas correspondientes, ha ido llevando adelante distintas acciones para su preservación. Los tres ejemplares extraídos fueron depositados en la parte del Multiespacio del cine Avenida y allí, semanas atrás, técnicos en paleontología del Museo Argentino Rivadavia / CONICET, comenzaron con las tareas de limpieza de los mismos. Tarea que les llevaría más tiempo del esperado al encontrase con la grata sorpresa del 'estado de conservación' inimaginable de los fósiles.

El Proyecto ha sido denominado 'Bolívar, tierra de megafauna'. Cuatro fueron los especialistas abocados a la tarea: Marcelo Isasi, técnico paleontológico del CONICET, quien trabaja en el Museo Argentino de Ciencias Naturales 'Bernardino Rivadavia', en el Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados, y responsable del equipo; Gonzalo Muñoz, técnico paleontológico también, al igual que Ana Moreno, y Facundo Guereñu, colaborador.

"Llegamos por convocatoria del equipo de la Dirección de Turismo de la Municipalidad, a hacer la limpieza de estas corazas que fueron halladas a las orillas del arroyo Vallimanca. Nuestro trabajo consiste en la parte técnica de la paleontología, la logística de campo, la preparación de los fósiles en el laboratrio, la extracción de los fósiles en el campo, los montajes, las reconstrucciones, la exhibición y esta es la etapa número dos, la de la limpieza. Sacamos todo el sedimento a la roca que contiene a los fósiles, los liberamos de esa matriz de sostén histórica, de miles de años, y protegemos a los fósiles para que no se rompan, darle consistencia porque normalmente están muy deteriorados, fracturados, pegarlos, hacer todo el trabajo de conservación para poder presentarlos en el Museo y que toda la gente pueda disfrutarlos", sostuvo Isasi días atrás en diálogo con LA MAÑANA.

¿Qué es con lo que se han encontrado hasta ahora con estos tres ejemplares que se extrajeron?

-Lo que tenemos son tres corazas de gliptodontes prácticamente completas, sólo hay una que está un poco fragmentada pero está el esqueleto adentro. En el campo se encontró un cuarto ejemplar que resultó dañado. Los investigadores han dicho que estos ejemplares pueden representar un grupo familiar; no tenemos conocimiento de que haya habido otro descubrimiento de este tipo en otro lugar, con cuatro asociados, incluso mostrando cosas que pueden ser de comportamiento por cómo están situados algunos huesos. Así que el hallazgo es tremendo y esto que tiene Bolívar es algo muy positivo a nivel científico, y que se puede exhibir. Estamos hablando ya de comportamiento animal; no solamente exhibir algo anatómico sino poder mostrar cómo vivían, con evidencia concreta (Muñoz).

¿La disposición de los ejemplares en el sitio en el que fueron hallados les da esta idea de comportamiento?

-Exacto. Da la impresión de que se quedaron empantanados de alguna manera, y uno de los ejemplares estaba 'volviendo', no tenía la misma posición que el resto. Inclusive la cosa de uno estaba como montada sobre el caparazón del otro y la posición que tenían los cráneos, como cubriéndose ya en los últimos momentos de vida de estos animales, da una idea de comportamiento, que generalmente los huesos no aportan. Por eso ahora, con este hallazgo, tenemos más información que antes no teníamos (Muñoz).

Si bien de este tipo de animal prehistórico se han hallado numerosos ejemplares, este yacimiento tiene toda esta particularidad que están contando.

-Sí. Como decía Gonzalo, que se encuentren cuatro ejemplares, en una situación caótica de vida, por ahí fueron a tomar agua y se quedaron empantanados como sucede con el ganado hoy, creo que no hay registro hoy por lo menos en Argentina. Eso ya está marcando una diferencia en el conocimiento de estos ejemplares, que marca que por ahí no andaban en solitario sino que andaban en manada. Al ir sacando la roca fuimos viendo movimientos de su propia protección, tal vez porque venían predadores y se protegieron, por ahí se estaban muriendo y fue una reacción para protegerse ante la muerte. Situaciones estas, en la tercera etapa que es la que sigue, los investigadores deberán tratar de dilucidar para saber qué es lo que pasó. Gliptodontes se conocen desde hace muchísimos años, pero este tipo de comportamiento no, por eso se pueden descubrir cosas que no se sabían; por eso para la Municipalidad y para toda la comunidad está buenísimo, porque tienen 'una figurita difícil' (Isasi).

El grado de conservación de los ejemplares es muy bueno.

-Sí. Tenemos los caparazones bastante completos, con relativamente poco daño como el que sufrirían por la erosión y el tiempo que tienen, con muchísimo material esqueletario adentro. Muchos en posición anatómica, o con muy poco desplazamiento, lo que nos abrió un poco el juego pensando en la exhibición. Nosotros venimos a prepararlos para ser exhibidos. Tenemos tres corazas y tres esqueletos, lo que nos amplió la cantidad de cosas a ser mostradas al público, y que la gente pueda aprender un poco más (Muñoz).

-Cuando vinimos, pensábamos que las corazas estaban vacías, o que tenían muy pocos huesos adentro. Generalmente uno retira los huesos, limpia la coraza y se exhibe la coraza; los pocos huesos que suele haber van a una vitrina o a una mesa de muestra. Pero acá, cuando nos empezamos a meter por las escotaduras de la coraza, que es el único acceso para ir retirando la roca, nos encontramos con el tubo caudal en posición, inclusive como apuntando para abajo, como protegiéndose, como hacen más o menos las mulitas hoy. Eso nos obturó bastante el acceso. Las vértebras estaban articuladas. Nos fuimos para la parte de la escotadura anterior, y nos encontramos con la cabeza que estaba en una posición de vida, en el lugar que tiene que estar. Por eso dijimos que retirar todos los huesos, que estaban marcando qué acción tuvo el animal en ese momento era perder mucha información. Frenamos la preparación tal como la veníamos a hacer y pasamos a un Plan B. ahí comenzó un trabajo mucho más específico, no tanto de exhibición sino científico porque ya no hubo que mover las piezas (Isasi).

-Había una coraza que estaba trunca, que le faltaba toda la parte dorsal, aprovechamos para hacer una especie de 'palangana' y dejamos todos los huesos articulados ahí. En la segunda, que está bastante más deteriorada, inclusive inclinada, optamos por retirar parte del caparazón en una vista lateral, y acceder a ver si estaba el esqueleto dentro. Y en la tercera coraza, que es la que más completa está, optamos por dejar la coraza entera y observar eso del cráneo y de la cola; esa coraza va a quedar con la roca y el esqueleto adentro. Inclusive, más adelante, se puede hacer una tomografía y ver cómo realmente están los huesos ordenados (Isasi).

Por todo esto, la preparación les demandó mucho más tiempo.

-Tuvimos muchísimo más trabajo del que pensábamos, sí, para poder fortalecer todo, que quede bien firme y soporte el traslado hasta el Museo, y obviamente que quede por mucho tiempo (Muñoz).

En cuanto a la etapa que viene, la de investigación, los técnicos paleontológicos sostuvieron que estará a cargo del equipo del INCUAPA, vendrá un paleontólogo de Corrientes y ellos se abocarán a "ver qué les cuentan los gliptodontes".

"Los materiales son muy interesantes, están muy completos. Bolívar tendrá una exhibición importante, envidiable por cualquier museo grande como puede ser el Museo Argentino de Ciencias Naturales, el Museo de La Plata, el Museo de Trelew", concluyeron.