En medio de la incertidumbre y la espera por saber cómo evolucionará la pandemia, comienza a especularse con la suerte de la LPF este año. Pablo Zurro, intendente de la vecina ciudad recomendó que se analice si el torneo debe jugarse.

Está claro que dentro de las prioridades en medio de este contexto, el fútbol y los deportes pasan a un segundo o tercer plano. No obstante, hay que definir algunas cuestiones y en Pehuajó comienzan a barajar la posibilidad de que el torneo 2020 no se dispute.

Es verdad, que la actividad tuvo un inicio con la Copa de Campeones, torneo que se estaba desarrollando con normalidad y quedó varado. La Mañana habló semanas atrás con Fernando Bethouart, presidente de la LPF, quien en aquel momento vio como poco probable que se suspenda la actividad en el largo plazo: “No hay nada decidido, estamos en plena cuarentena y no sabemos qué va a pasar con el fútbol. Los torneos que están en desarrollo son oficiales y si me preguntas lo que pienso, creo que hay que terminarlos”.

El panorama actual obliga a que se tenga que pensar en que el torneo no tendrá más actividad hasta el 2021.  Sin confirmaciones a nivel nacional, se habla de que el fútbol de Primera división volvería a jugarse en agosto y que hasta octubre los partidos serían a puertas cerradas. Una medida dura, pero que nos deja la pauta de que a nivel regional esas medidas sería la sepultura de cualquier vuelta al ruedo en lo inmediato.

También hay personas que son optimistas, que proyectan una mini competencia desde agosto, con un liguista que cambiaría su formato para hacer un torneo express.

Resta esperar definiciones y la palabra oficial de quienes tienen autoridad. Sí existen proyecciones y pedidos, en este caso el de Pablo Zurro,  intendente de Pehuajó, quien en una nota con nuestros colegas de noticias deslizó la idea de que la actividad quede detenida esta temporada. “La Liga Pehuajense debe analizar con su conducción y el Consejo Asesor, si vale la pena pensar en un campeonato local que quizá pueda empezar recién en septiembre. Por varias razones, como lo son: el gasto que deberán afrontar los clubes, los pocos partidos que se van a poder jugar debido al escaso margen de tiempo, y por lo violento que podría ser un torneo tan corto que estaría obligado a contar con una estructura eliminatoria pocas veces vista, con todo lo que ello trae aparejado. Porque no le veo otra estructura posible, dado que de lo contrario se debería seguir jugando todo el verano y terminaríamos el torneo en marzo o abril del año que viene. Porque una cosa es lo que se tenía pensado para este año, es decir: un torneo con zonas donde clasifican varios equipos, y otra muy distinta es hacer un campeonato en dos meses donde los equipos se preparan 30 días y después, debido a una mala tarde, quedan eliminados en el uno contra uno a comienzos del torneo. Es algo que la Liga debe analizar y resolver, naturalmente, luego de evaluar si este 2020 fue un año perdido o si en realidad, si nos va bien con el tema salud, podemos considerarlo un año ganado. Y eso lo debe analizar el Consejo Asesor, porque son los representantes de los clubes los que tienen la palabra, aunque muchos crean, equivocadamente, que el que resuelve es únicamente el presidente o el secretario, en este caso Calcagni, dirigente con enorme trayectoria en la Liga”, expresó el edil.