La grey católica local celebró ayer el Domingo de Ramos con una misa oficiada a las 9 de la mañana en la Parroquia San Carlos por el padre Alejandro y, más tarde, con la procesión de los niños y nueva misa, también en el templo parroquial.

Una gran cantidad de feligreses participó de ambos acontecimientos, durante los cuales se bendijeron los tradicionales ramos de olivo en una celebración que marca el inicio de la Semana Santa y el final de la Cuaresma, iniciada el pasado 14 de febrero con el Miércoles de Ceniza.

El Domingo de Ramos conmemora el inicio de la última semana de vida de Jesucristo antes de morir crucificado y su entrada triunfal a Jerusalén, donde fue recibido con honores de rey. El Hijo de Dios, según marcan los Santos Evangelios, ingresó a la ciudad a lomo de burro una semana antes de la Pascua Judía y a su paso la multitud tendió palmas y ramos de olivos que se asociaban por entonces a la riqueza y la fecundidad.

Además, su uso también evocaba la imagen de un rey victorioso o un líder triunfante, ya que en la antigüedad se empleaban las ramas de olivo como símbolo de victoria y paz.

Los ramos bendecidos ayer, según marca la tradición católica, serán mantenidos en lugares elegidos durante toda la Semana Santa y a su término deberán ser quemados guardando las cenizas hasta el Miércoles de Ceniza del año que viene.

De este modo, la feligresía bolivarense revivió aquel gesto cargado de esperanza, expectativa de prosperidad y reconocimiento de Jesús como el Mesías esperado y se apresta a vivir una Semana Santa que tendrá sus puntos más importantes los días Jueves y Viernes Santo culminando con el Domingo de Resurrección.