MÚSICA. Cada cual tiene un tema en el 'cuore', y es fácil que lleguemos a ponernos de acuerdo

Ocho pibas que son de diez nos esperan el próximo viernes en Casa Negra para la segunda función de Mujeres, espectáculo estrenado allí hace dos semanas con muy buen suceso de público, al punto que por eso vuelven ya que hubo gente que se quedó afuera y además el boca a boca corrió que fue un contento.

Catalina Salgado, Celia González, Paula Danessa Mariezcurrena, María Azparren, Alina De Azevedo, Romina García, Lucía 'Lula' González Livio y Gisela Biscardi saldrán al ruedo desde las 21.30 (a esa hora Casa abrirá puertas, el espectáculo comenzará un poco más tarde) para convidarnos músicas y textos que aman y ansían compartir, y así dar forma a una función que es de esperar resultará hondamente sensible. Las entradas cuestan 3 mil pesos por anticipado y saldrán 4 mil en puerta, y como siempre en Las Heras 250 habrá cosas ricas dulces y saladas para degustar, elaboradas por Celia González y Leandro Curutchet, los anfitriones del reducto, que podrán maridarse con agua, gaseosas, vinos y cervezas.

El repertorio de las pibas será el mismo, pero las emociones se renovarán. El espectáculo puede durar lo mismo que la primera vez, más, o menos. "Dependerá de lo que nos pase a nosotras con las canciones, con nuestros sentimientos y emociones", dijo Paula Danesa, ubicada por sus compañeras -así lo expresó Delia González a este diario, y sus cumpas acuerdan en el lugar de locomotora del tren, algo así como un "caballo enloquecido", o yegua desbocada para decirlo como corresponde, que tira para adelante con una energía que contagia y contamina.

Preparan material suficiente, pueden incorporar o recortar. "La idea es ver qué nos pasa a nosotras", insistió Danessa, en charla con este diario junto a 'Cata' Salgado.

¿Y qué les pasó la otra vez, en la función debut?
Danessa: - A mí lo que me pasó es que fue mi primera vez cantando y tocando la guitarra o el bombo en público, nunca me había animado si bien no tengo problemas en mostrar mi arte a mis alumnos con total desfachatez, ese -el pictórico- es el lenguaje que manejo, pero acá se trataba de mis primeros pasitos en esta otra disciplina, y celebro que haya sido en Casa Negra.

¿Y pudiste disfrutar el durante?
- Sííí. Tenía mucho miedito, incertidumbre y nervios, pero lo pude hacer, disfrutar e inclusive lloré un montón. No fue nada fácil para mí mostrar mi parte vulnerable ante el público, pero bueno, así salió.

Paula eligió para saltar su propia muralla una canción que la "atraviesa", y que dedicó a su hija: Carapazón, de Eruca Sativa. "En ningún ensayo me salió sin llorar, y en la función fue terrible", vale decir que no pudo evitar estallar en llanto frente al público. "No, y está bien, que salga lo que salga, lo que yo quiero es vivirlo", remató la hiperkinética artista, también cada día más polifacética.

Interpretó la canción acompañada en piano por Alina 'Cuca Feliz' De Azevedo. ('Cuca' le ha enseñado algunos rudimentos del oficio de cantar, vinculados con la respiración y otros recursos).

Por otra parte, en voz y guitarra abordó Cuando comenzamos a nacer, de los tempranos Sui Géneris, y junto a 'Lula' Livio en piano y voz cantó y tocó la viola en Soñé que volaba.

Cata' corazón al frente

'Cata' Salgado es la 'peque' del grupo: tiene 15 años. Mujeres es su segunda vez en un escenario, tras su debut, también este año y en Casa Negra, como acompañante, en un tema, de Diego Abel Peris y 'Maricarmen' Maringer Crespo, que ofrecieron una performance musical en el reducto de Las Heras 250. "El arte me atraviesa, y en particular la música desde muy chica. Recuerdo los actos escolares; en primer año de primaria, a mis seis, me mandaron a cantar una canción corta, de unos cuatro versos, frente a todo el colegio. La llamaron a mamá porque les daba miedo que no me animara, pero siempre fui bastante cararrota y pude salir adelante", evocó con una dosis de fresca picardía adolescente.

En el espectáculo, 'Cata' canta dos canciones de Malena Villa, una de ellas la autora la interpreta con Zoe Gotusso, también una artista que "me gusta mucho", destacó. Las cantó sola, acompañándose con la viola. Interpretó otra más, compartida con Alina De Azevedo en piano y voz, y también acompañó en guitarra a su madre, Delia González, que encaró algo que 'Cata' prefiere no revelar aquí, para los que aún no vieron Mujeres.

A 'caballo loco' no se le ponen fronteras

Según lo que nos han dicho, sos la que más contundentemente plantea que ujeres debe seguir, y que podría haber una nueva edición en enero, otra en febrero, y así. Quizá modificando el repertorio y renovando o engrosando el staff de artistas.

Danessa (se ríe): - Sí, creo que sí. Repertorio nuevo y que en enero salga, repertorio nuevo y que en marzo salga, y si se quiere sumar alguna mujer, que venga. Primero esta función y después vemos.

Salgado: - La idea está. Bueno, Delia te motejó caballo enloquecido, por la 'pila' que tenés. Danessa: - O también me dicen huracán. Con todo respeto. Ya está; no me molesta, me encanta, de hecho. Acá cada una viene con lo suyo. Una con mucha energía, otra con paz, otra con alegría y juventud, otra con la palabra justa. Cada una tiene su condimento y lo respetamos. Hay diversidad de personalidades y congeniamos. Pero una cosa no quita la otra: yo me considero explosiva y a la vez recontra re mil intelectual, o reflexiva e introspectiva.

Pero acá te han ubicado en el lugar de la locomotora, sos el 'caballo enloquecido', no te desmarques de ese rol, ¿sí?
- No, no me muevo de ahí (se ríe). Pero quién se iba a imaginar que iban a llorar todos conmigo, eh...

Justamente: ¿cómo fue recibido Mujeres?
Salgado: - Yo personalmente considero que todo el espectáculo es bastante emocionante, porque cada una eligió canciones que la atraviesan, y eso produce una atmósfera. En cuanto a mí, todos cuando se fueron me dijeron "qué manera de hacerme llorar, pendeja de mierda".

Y claramente eso se toma como elogio.
Salgado: - Claro.
Danessa: - "No sabía que tenías esa voz", me dijeron a mí. Desafinada y todo pero bueno (vuelve a reír). Para mí es un principio, como para explorar esa área y esa herramienta artística y extraerles más juguito.