8 de septiembre de 2024
La primera sorpresa que deparará a los visitantes esta exposición está a metros mismo del ingreso por la puerta principal. Una cosechadora que, según dicen, es modelo 1947. Ya tendremos oportunidad de dialogar con su dueño, cosa que prometemos, pero lo llamativo del asunto es que la maquinaria es marca John Deere y data de un tiempo en el cual aún esa pionera marca no había arribado a la Argentina. De modo que fue importada en ese tiempo y vino a recalar a los campos de Pirovano. La cosechadora funciona perfectamente y así lo demostró ayer cuando, apenas cortadas las cintas de apertura, se puso en marcha y comenzó a accionar sus mecanismos de trilla. Una verdadera joya, digna de ser admirada.
Nos sorprendió la organización con un agasajo al cual los periodistas
fuimos especialmente invitados. Un muy bien servido lunch en Las Marcas que
estaba como para quedarse un rato largo. Según nos enteramos ello no invalida
el almuerzo con la prensa al que también nos sumaremos en los próximos días, y
que fue una idea de Fernando Alzueta cuando presidía la Rural. ¿Nos habrá visto
medio caídos de peso el bueno de José Gabriel?
Los colaboradores de Hospital Capredoni son toda gente de buena onda. Por
eso nos gusta pasar por allí aunque más no sea formando parte de la recorrida
inaugural, aunque ya nos verán degustando algunas de las exquisiteces que
preparan. Ayer preparamos nuestra cámara y les pegamos el grito: "chicos, miren
para acá, por favor". El primero que se dio vuelta fue Eduardo Gaitano. ¿Será
por lo de chicos?
Jorge Campos participó de la ceremonia del corte de cintas y anduvo muy prolijito caminando por las calles de la expo siguiendo pacientemente a la comitiva. Sin embargo lo sorprendimos y le sacamos una foto en la que aparece con una risotada en su cara. No sabemos el origen de esa inusitada reacción pero conociéndolo seguro que es obra de alguna picardía en la que estaba inmerso.
Dijimos en la crónica que la recorrida a las instalaciones se detuvo en
algunos lugares. Pero no está dicho que uno de ellos es el stand de Rotisería
Don Emilio. Allí se estaban dorando dos tapas de asado al asador que eran una
verdadera obra de arte, motivo por el cual era imposible no parar un minuto a
admirarlas. Nosotros nos quedamos pensando en Emilio Junco, ese tipazo al que nos
dio tanto gusto conocer y frecuentar a lo largo de muchos años y que Dios sabe
porqué se lo llevó. Dejó todo en muy buenas manos, pero no podemos no añorarlo.
Hay una limousina blanca estacionada en la calle principal de ingreso que,
imaginamos, está promocionándose como vehículo para alguna fiesta. Digamos por
caso un casamiento. Una señora a la que queremos mucho pero no por eso le
disimulamos la maldad que cada tanto le aflora dijo al pasar: "Falta Yuyito
González bajando, nada más". Un poco mas de respeto con la novia del Presidente
de la Nación, querida Celeste!
Lo hemos dicho muchas veces pero vamos a insistir, total nadie se va a
enojar por esto. Hay una persona que queremos mucho y es parte inescindible de
la muestra y de la propia Sociedad Rural. María Angélica Parma es una de las
presencias por las que nos da tanto gusto que renazca la expo cada año. Y
además de todo la admiramos, por su constancia, su desinterés, su resiliencia.
Así que María Angélica, esta vez no te tomamos para chistes. Nuestra admiración va en serio.
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