17 de noviembre de 2024
por
Dr. Felipe Martínez Pérez
Hay muchos que esperan mucho de Trump y hasta el cielo, algunos Sin embargo, estos andan más con el diablo; y el cielo les queda lejos. Y en definitiva, bastante tiene con lidiar con las condiciones de su propio país. Pero EEUU no es Argentina, aunque el sólido y esperado ganador de la nación del norte tenga mucho o algo que ver, sea lo mismo, aunque es demasiado decir, que el ganador a contramano del presidente del sur y es que aquella nación es la número uno, o la dos o hasta quizás la tres, según por donde mires o con las gafas que uses, algo, que por estos pagos no hay, pero que si hubo justamente cuando los EEUU eran señeros en el mundo por sus políticas y por sus resultados, que por otra parte, nada o poco tiene que ver con la actualidad; y viene al caso porque no está de más recordar, que el más grande de los argentinos bebió y trajo a estas pampas buena parte de la democracia que el sustentaba y bebe en Boston con sus grandes amigos y amigas, una de las cuales fue el alma mater de las maestras argentinas. Pues fue nexo.
Que cosa, las juntas del hombre famoso y las juntas de los famosillos de hoy. Supongo que os habéis dado cuenta que me refiero a Sarmiento, pero a pesar de herir susceptibilidades, tengo que aclararlo. Por otra parte por más que se vaya para un lado o para otro, ahí está el, y es necesario siempre traerlo a colación. Y no quería recordarlo pero hay que nombrar al segundo de a bordo, para que hagáis bien la digestión. Y por supuesto me refiero a Roca. Y toda esta divagación para volver al principio y asegurar que mirado por donde se lo mire, Trump no es Milei. Para empezar nada tiene que ver el triángulo del local, con la geometría que rodea a aquel; lo cual no quiere decir que no haya que tener un grupo de notables alrededor.
Pero he dicho notables, algo que no se ve hace muchos años, y en el que, por supuesto, no entra ninguno de ellos alrededor del presidente actual. O en todo caso será que después de tanto lío no confía en ninguno de los que pone que por otra parte los quita al rato; y ni el mismo sabe por qué. En una de esas para hacer una patria grande es necesario sacrificar algunos de los que levantan la cabeza, pero no servía. Y menos mal que no están por estos paralelos las famosas y trucadas pirámides aztecas. En una palabra, que vaya uno a saber la situación de los resquicios por donde se esconden las cosas sucias o pequeñas del poder. Claro que esas cosas suceden si el poder está en las manos que no debieran estar por falta de méritos o aprendizaje de ellos. Pero la verdad, que entonces no habría gobiernos como consecuencia de falta de estilos.
Y al cabo, es todo tan traído de los pelos y de las narices que un político argentino, de los nuevos, tal el caso de Espert, dice que "sería bárbaro que Cristina compita en 2025, la vamos a arrasar en la provincia" Esto no se le puede ocurrir a ningún político, pero curiosamente, si se les ocurre, y en consecuencia, la señora gracias a los políticos así, se presentaría pero ya va a costarle cierto trabajo porque aunque parezca mentira se ha expedido la justicia. Y por supuesto ha de apelar para hacer el ruido necesario y al fin se quedará en su casa sin salir y sin tobillera casi con seguridad. Y lo curioso es que la Justicia se ha acordado de ella. y singularmente, queda bien recordarlo. Como puede ser que después de todo lo pasado y lo que ha de pasar, nunca Milei haya hablado de las cárceles, al punto que la palabra cárcel no forma parte de su diccionario. Y así estamos. Todo patas para arriba, al punto que en los momentos más álgidos de la patria los radicales no existen; y se dejen romper por un peronista y de los peores, eso sí, por votación, democráticamente, como debe ser y ha sido siempre en los radicales. ¡Faltaba más!
Menos mal que el petróleo continúa manando a más no poder y las minas trabajan a destajo y las tierras de los grandes capitales exportan como nunca. Y eso es lo bueno. Por lo menos, que una porción importante de extranjeros viva mejor. Eso sí, a costa de una gran mayoría que vive peor; y debería ser rica por haber nacido en una nación que tiene todo Sin embargo, a falta de cabeza y cabezas, la mitad de la población son pobres; y algunos hasta se mueren de hambre en el país de las maravillas, las escondidas y las que se ven y las que faltan por descubrir. Pero sucede que lo que faltan son cabezas. No es casual el odio hacia las cabezas de la Generación del Ochenta.
Y viene al caso, la cantidad de dinero y promesas que se lucen para que algunos argentinos desde Illia, el gran sacrificado, no suban a los pedestales de la democracia y de los timones de la patria. Millones de dólares a hombres y mujeres para que no haya avance y si retroceso. Como este último año perdido en que lo único que ha aumentado han sido los pobres y al paso de lo que dicen, recién dentro unos meses se verá el mañana; y al otro día como quien dice, serán las elecciones; o sea, el mismo cuento de la democracia de Argentina y el mundo. Y cuando se trata de hacer un gobierno de tipo autoritario y de calidad aparecen los atenidos a los extraños modales; y por si fuera poco de moda. Mientras tanto todo parado y si bien hay atisbos y en algunos sectores más, mientras la construcción que todo lo mueve, pues no habrá avance.
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