OPINIÓN. El Centro Cívico debe tener alternativas de paso

Como ya hemos escrito varias veces en estas páginas el Centro Cívico quedó lindo (a pesar de los árboles que costó); pero nos trajo más inconvenientes con el tránsito de los que podíamos suponer.

Y no se mide esto en accidentología, porque no tenemos más accidentes que antes a raíz del Centro Cívico; pero sí tenemos más inconvenientes para cruzar las avenidas Almirante Brown y Lavalle porque ya no existe el escape hacia Belgrano y General Paz, porque los primeros 100 metros de la Belgrano no se transitan, y si se habilitan, sólo hay calle para el lado norte.

Lo hemos dicho hasta el cansancio, el Bolívar del Siglo XX se manejó a la vera de la avenida San Martín porque el tren, llegado a la ciudad en 1898, le dio vida al sector comercial y del otro lado la creación del parque a partir del cincuentenario e irle ganando espacio a "Las Acollaradas".

Pero a partir de los 2000, siglo XXI, quizás una década antes, ya se evidenciaba no sólo que el tren no iba a llegar más, sino que el crecimiento de la ciudad se daba de norte a sur, que era lo más lógico de imaginar, poco se podía pensar en crecer (y en llegar con los servicios) a barrio detrás de la vía o detrás del parque.

En esa disposición de crecimiento, las avenidas Almirante Brown y Lavalle pasaron a ser vitales, las más transitadas de la ciudad por lejos, con sus paralelas Belgrano y General Paz como vías de escape.

El Centro Cívico nos privó de esa vía de escape y ayer con los dos accidentes en la Brown quedó en claro que se tendría que tener como alternativa de paso para estas eventualidades, porque con el tránsito que tienen Lavalle y Almirante Brown, accidentes van a seguir ocurriendo.

En resumen, algún día alguien atenderá este reclamo y entenderá que la cajita feliz de 16x16 casi perfecta que tenemos como planta urbana funcionaba bien como la diseñó Rafael Hernández, todos los retoques que se hicieron trajeron dificultades al tránsito.