Lo vimos celebrar el triunfo con una alegría inocultable. La varilla del Jurado hacía un segundo que había golpeado suavemente el lomo de uno de los toros del lote 26, distinguiendo al conjunto como el Gran Campeón Macho en Lotes de la muestra de otoño y, entonces, la sonrisa se le disparó sin contención a Serafín Sillero, un hombre joven como joven es su propia cabaña ubicada en los generosos pagos camperos de Coronel Dorrego.

Y esa sonrisa, simbólica de una alegría contagiante, fue precisamente el disparador de un breve diálogo periodístico que mantuvimos en el medio de la pista de jura, cuando colaboradores de la Asociación de Angus ya desarmaban rápidamente las instalaciones móviles para trasladarlas a otro sector del predio ruralista.

“Es que me dedico a esto, aunque no sea mi actividad principal. Pero es lo que me gusta y además es muy difícil ganar acá. Yo soy un cabañero nuevo, hace apenas 8 años que empecé y entonces imaginate que hay que competir con cabañas grandes, algunas de ellas con cien años de historia. Es siempre complicado, los recursos para uno que es pequeño siempre es complicado. Venir a una exposición de nivel nacional como esta y poder competir en las ligas grandes siempre es un desafío y es emocionante”.

Vos sos nuevo pero venís de vieja estirpe de cabañeros dorrguenses…

“Si, es cierto. Quequén Sur es mi cabaña que se inició en el 2011, pero me formé en la empresa familiar, siempre con cabaña. Pero cuando la cosa es para uno tiene otro sabor”.

¿Por qué decís que no es tu actividad principal?

“Porque somos prouctores de todo tipo. Hacemos agricultura, cría, invernada, etc. Y la cabaña, por lo tanto, no es nuestra principal fuente de ingresos, pero es algo a lo que dedicamos muchísimo tiempo, que está instalada en nuestra casa, donde vivimos. Por eso es algo que hacemos todos los días y forma parte de nuestra rutina”.

¿Cuántos animales trajiste a esta muestra?

“Traje solamente este lote y dos hembras que será juradas hoy a la tarde en individuales”.

Quiere decir que aún puede haber más alegrías…

“No sé. Pero no importa, ya estoy contento con lo logrado”.

Escuché que vas a Palermo…

“Si, vamos a ir a Palermo. Algo vamos a llevar. No tenemos definida la fila todavía, pero allí estaremos”.