Estela Sartori es cordobesa, médica generalista. Vive en Bolívar hace veinticinco años pero aún conserva la tonada típica de su provincia natal, adonde "siempre vuelvo", como le contó a este diario el sábado la también artista plástica, durante la inauguración en La Cultural de su primera exposición, titulada 'Camino el paisaje'.

¿Qué veremos en esta colección?
- Desde mi perspectiva, son obras en acrílico sobre papel, pequeño formato como se les llama ahora, inspiradas en el paisaje campestre de Bolívar y zonas aledañas, adonde suelo ir. Si bien pinto hace años paisajes de Córdoba, como recorro mucho cuando voy hasta allá o a Sierra Bayas, donde asisto a una escuela de arte, siempre observo cómo se modifica el paisaje y lo voy plasmando, en base a lo que me produce.

¿Qué te llama la atención, qué te interesa?
- En principio yo veía que el camino a Córdoba iba cambiando, un día no tenía más los montes que veía desde la ruta. Los atardeceres se me cambiaron. Eso fue en un principio, pero siempre ingresás por un camino que te lleva a descubrir otras cosas.

¿Y qué descubriste?
-Que la horizontalidad te impresiona; que en el tiempo del ir y venir de Córdoba a Bolívar y viceversa, veo atardeceres que me conmueven, y que van quedando en mi memoria. Algunos quedan, en fotografías mentales, digamos.

Paisajes que me quiero llevar

Es decir que en tus pinturas rescatás aquél paisaje que ya no está, cuando había más montes y otras características que han ido perdiéndose mayormente por la intervención humana.
- Yo trato de rescatar lo que me queda a mí, y creo que todo estamos en una misma línea de tiempo. Pero la memoria es lo que hace que perdure lo que uno vio en su momento, que en la realidad ya fue, y a veces no nos damos cuenta. En mi mente me quiero llevar todo eso, y lo que por algún motivo se quedó ahí, ese paisaje que se resiste, va a estar en mi obra. Por alguna razón hay cosas que quedan y otras que no. Siempre en base a poner atención en qué me deja una emoción. Tengo muchísimas obras, que extraigo de mi mente, mi recuerdo. Yo digo que son como mojones en mi vida.

Exactamente, son veintitrés obras las que conforman Camino el paisaje. Es una selección de todo lo que Sartori pintó post pandemia, período 2022- 2023. Aunque antes también lo hacía, "por algo quise exponer este corte de obra", analizó. Animada por amigos, colegas y docentes de talleres de plástica, Estela se atrevió a su primera exposición en solitaria, y quizá vuelva a suceder, ya que sigue pintando con fruición en la mesa principal de su hogar, en la que también comen (donde se come sí se pinta, podría ser su lema). En Camino el paisaje, la línea de los cuadros luce alterada por algunos que sólo contienen frases, que tal vez hagan las veces de guía para el espectador, o lo orienten sobre cómo y qué mirar, porque se mira con todo el cuerpo, y con la mente también: 'La memoria está hecha para olvidar'. 'Lo que resiste, persiste'. 'El paisaje vive'. Finalmente, Sartori agradeció a Adriana Unzué, "quien siempre me ha apoyado"; a Nani Iborra, en el ámbito de cuyo taller fue parte de una muestra colectiva "y también me incentivó mucho"; a Regina Guinea, con la que cursó taller, y finalmente a su docente actual, el olavarriense (con vínculos con Bolívar, done ha dado clases en diversas épocas e instituciones) Daniel Fitte: "Él fue muy importante, porque depositó en mí una semilla vital, que se relaciona con la pintura pero también con la literatura", completó la entrevistada.

La expo Camino el paisaje permanecerá disponible al público en el Salón de Arte de La Cultural, en el edificio de San Martín 1065, hasta fin de mes.