Se acercan las altas temperaturas y todo lo que ello conlleva. En lo que tiene que ver con el tránsito en la ciudad, ya en la actualidad se cuentan por decenas los distintos baches que hay en muchos sectores de la planta urbana, e incluso algunos que se suman en los barrios, pese a que allí el asfalto es mucho más nuevo.

Es sabido que los tiempos que corren, con el dólar volátil y los precios que se disparan, no son buenos para realizar obras de gran envergadura; pero precisamente lo que se reclama no es el reemplazo de lozas completas, con se hizo hace no mucho tiempo en las avenidad de circunvalación, estos baches se resuelven con un relleno de asfalto caliente como para salir del paso y tapar agujeros hasta que aclare el temporal y se pueda hacer una obra de mayor tamaño.

El pavimento de Bolívar en algunos sectores es casi centenario, y el mantenimiento es mínimo, incluso en la última década poco se ha hecho con la brea en las uniones, que evita que en verano, ante el desplazamiento de las lozas, se rompa.

El asfalto tiene sus períodos de trabajo, con el frío y con el calor se mueve de distintas maneras; aunque lo que más daño le hace sin dudas son las altas temperaturas, a las que nos acercamos a velocidad, porque si muchos no se dieron cuenta, ya estamos en noviembre.

No se requiere de una gran inversión y tampoco mucho tiempo, es cuestión de agudizar el ingenio y salir a tapar baches. Los ciclistas, motociclistas y automovilistas, agradecidos.

Angel Pesce